Origen e Historia del Léxico Castellano
El léxico es el conjunto de términos que posee una lengua, un inventario abierto en constante evolución. La transformación de la realidad implica la aparición de nuevas palabras y la desaparición de otras, llamadas arcaísmos. El léxico refleja la historia de las gentes que la hablan.
Está constituido por tres tipos de palabras: las que proceden del latín, los préstamos léxicos procedentes de otras lenguas y las palabras de nueva creación.
Las Lenguas Prerromanas
Antes de la llegada de los romanos, a ambos lados de los Pirineos se situaron pueblos con un idioma común, del que sobrevive aún el vasco actual. En la costa del Levante se encontraban los íberos; en la Baja Andalucía y el Sur de Portugal, la civilización tartesa o turdetana; en las costas meridionales se asentaron los fenicios y posteriormente sus sucesores los cartagineses. Mientras en el centro, Oeste, Norte y Noroeste, las inmigraciones indoeuropeas, procedentes de Europa central, dieron por resultado el afianzamiento de las lenguas precélticas y célticas. Todos estos pueblos poseían sus propias lenguas y la Península carecía de unidad lingüística.
La Romanización
En el año 218 a.C., se produjo el desembarco de los Escipiones en Ampurias y comienza de esta forma la incorporación de Hispania al mundo grecolatino. Este proceso de colonización, que no concluye hasta el 19 a.C., fue más o menos rápido según los lugares y estratos sociales. Los romanos introdujeron su cultura, sus costumbres y su idioma, el latín. Este se fue imponiendo y sustituyendo progresivamente a las lenguas aborígenes. La lengua latina desterró a las lenguas prerromanas (salvo al vasco). La desaparición de las primitivas lenguas fue progresiva y lenta y se produjo en tres estadios: primero, periodo de bilingüismo; en segundo lugar, conservación de la lengua primitiva en el ámbito familiar; y, por último, latinización completa. El latín que se extendía por la península no era el latín culto, sino lo que conocemos como latín vulgar, hablado por los soldados, colonos y que fue contagiándose de las peculiaridades de cada región. Pero esta lengua permitía a los hablantes de la península comunicarse.
Tipos de Palabras
Las palabras que forman el fondo léxico son:
- Patrimoniales: Evolución de las palabras latinas, han ido sufriendo cambios fonéticos por la evolución de la propia lengua.
- Cultismos: Procedentes del latín, se incorporaron más tardíamente, no sufren cambios en su forma o evolucionan levemente.
- Dobletes: Palabra que cuando se introdujo el cultismo ya existía una palabra patrimonial procedente de la misma voz latina, tienen un mismo origen etimológico que da lugar a dos vocablos: uno patrimonial y otro culto.
Préstamos Léxicos
Se han ido introduciendo préstamos léxicos de diversas lenguas a lo largo de la historia:
- Después de la caída del pueblo romano, vinieron los pueblos germanos, en el 409 estos atravesaron el pirineo, los pueblos conquistados quedaban aislados de los que seguían bajo ocupación romana y la falta de comunicación hizo que la unidad lingüística fuera rompiéndose igual que la política, después se fue dando la formación de nuevos dialectos y lenguas
- La invasión musulmana contribuyó a la ruptura de la unidad lingüística, la situación hizo que los cristianos godos se replegaran hacia el norte de la península, esto hizo que los árabes se quedasen con la parte sur de la península y los cristianos con una pequeña parte del norte
- Galicismos: Palabras procedentes del francés.
- Italianismos: Del contacto con el italiano en los siglos XV y XVI.
- Anglicismos: En nuestro idioma, el inglés es la lengua que mayormente ha influido en el castellano desde el siglo XIX hasta hoy.
- Americanismos o indigenismos: Palabras que incorporamos a raíz del descubrimiento de América por Colón en 1492.
- Lusismos: Del portugués.
- Galleguismos: Del gallego.
- Vasquismos: Del vasco.
- Catalanismos: Del catalán.
- Extranjerismos: Se han adaptado a la pronunciación y a la escritura de nuestra lengua, los más recientes mantienen la forma de pronunciarse y escribirse en su lengua original, se les denomina extranjerismos aunque son más prominentes del inglés.
Procedimientos de Formación de Palabras
Los mecanismos que afectan a la morfología (parte de la gramática que estudia la estructura interna de las palabras) gracias a los morfemas derivativos se puede crear la derivación.
- Las palabras compuestas formadas por dos o más lexemas con sus morfemas flexivos.
- Las palabras parasintéticas eran aquellas en las que la composición y derivación se dan al mismo tiempo, en los últimos años se considera parasíntesis al proceso por el cual una palabra contiene un prefijo y un sufijo a la vez.
Procedimientos Gráficos y Fónicos
- Siglas: Formadas por iniciales, escritas en mayúsculas y sin puntos.
- Acrónimos: Palabras formadas por el principio de una palabra y el final de otra o términos formados por la unión de varias letras o sílabas de dos o más palabras.
- Acortamientos: Reducir fónicamente una palabra.
- Aféresis: Se eliminan los fonemas iniciales.
- Apócope: Se eliminan los fonemas finales.
- Creación onomatopéyica: Formación de palabras a partir de la imitación de sonidos naturales.
Amplitud y Cambio Semántico
Las palabras pueden ser modificadas, eliminadas o sustituidas por otras. Existen distintas causas que pueden producir cambios semánticos:
- Causas históricas y sociales: Cambian de uso o de forma por la necesidad de nombrar nuevas realidades.
- Causas psicológicas: Se producen por la valoración subjetiva que los hablantes hacen de la realidad, aportando un valor irónico, humorístico…
- Causas lingüísticas: A veces una palabra se contagia de significado de otra con la que aparece unida en determinados contextos.
- Metáfora: Cambio semántico por semejanza entre el significado originario y el nuevo, existe algún sema común.
- Metonimia: Transformación de un nombre en otro por contigüidad o proximidad de significados.
- Eufemismo: Evitar un término cuyo significado evoca connotaciones temibles y sustituirlo por otro, el término sustituido es el tabú.
Connotación y Denotación
- Denotación: Es el valor indicativo de dicha palabra.
- Connotación: Relaciona el signo y su referente con otros signos de la cultura.
Relaciones Semánticas entre las Palabras
La semántica es la rama de la lingüística que se ocupa de los cambios de significado de las palabras.
La palabra es el resultado de la asociación entre un significante y un significado.
- Monosemia: Un significado.
- Polisemia: Varios significados.
- Sinonimia: Palabras distintas que significan lo mismo.
- Total: Intercambiables en cualquier contexto.
- Parcial: Intercambiables en determinados contextos.
- De connotación: Se pueden considerar sinónimas por los valores connotativos que contienen.
- Antonimia: Palabras de significados opuestos.
- En sentido estricto: Oposición de significados que admiten gradación.
- Complementaria: Opuestos donde no es posible la gradación y los términos medios.
- Recíprocos: Términos que se implican mutuamente.
- Homonimia: Coincidencia entre significantes puramente casual.
- Homógrafos: Se pronuncian y se escriben igual.
- Homófonos: Se pronuncian igual pero se escriben diferentes.
- Hiponimia: El significado de una de ellas está incluido en el significado de otra de carácter general.
El Modernismo y el Léxico
Características del Modernismo
- El Parnasianismo: El culto absoluto a la perfección formal. Depuran y seleccionan el léxico para escapar de toda fealdad o vulgaridad, y utilizan un lenguaje de gran plasticidad y cromatismo.
- El Simbolismo: Creen en la correspondencia entre las percepciones sensoriales y la vida espiritual, y consideran que la labor del poeta consiste en descifrar esos paralelismos ocultos. Quieren dotar a las palabras de un fuerte valor emotivo y, para ello, buscan el matiz, la sugerencia. Dan entrada a lo irracional, buscan lo oculto que existe más allá de la realidad corriente. El poeta se sirve para lograrlo de instrumentos como la sinestesia y el símbolo.
- El Decadentismo: Reivindican el encanto de lo malsano, lo prohibido, lo escandaloso, lo ruinoso… Los modernistas también sentirán atracción por lo raro, lo singular. Su actitud es bohemia porque no se ajusta a las convenciones sociales, como demuestran en su defensa de los “paraísos artificiales” como las drogas y el alcohol, pero también es aristocrática por su búsqueda de la belleza y su repulsa hacia lo vulgar. La estética modernista se caracteriza por la repulsa hacia todo lo cotidiano y por la búsqueda de la belleza y de la perfección en las formas, lo cual les aleja del Realismo literario.
Temas del Modernismo
Los modernistas recogieron un rico caudal que va de lo clásico a lo moderno, de lo medieval a lo romántico, sin que nada permaneciera ajeno a su sensibilidad, insistiendo en una serie de temas relacionados con su concepción del mundo:
- La búsqueda de la belleza: Único medio de huir de la realidad cotidiana y mostrar su desacuerdo con ella. Se manifiesta sobre todo en las evocaciones históricas y legendarias el mundo oriental, la Edad Media, la mitología griega, el Renacimiento italiano, la América precolombina, etc. Abundan los motivos coloristas: ninfas y dioses, jardines símbolo de belleza-, princesas, salones cortesanos, fiestas galantes.
- Todo un mundo de belleza refinada y aristocrática, opuesto a la vulgaridad de la vida burguesa; lo bello e inútil se antepone a lo utilitario y materialista.
- El refinamiento, el gusto por la elegancia se aprecian en el léxico: las palabras se seleccionan por su brillantez, su rareza y su capacidad de sugerencia.
- El cosmopolitismo: París, ciudad cosmopolita por excelencia, símbolo de lo exquisito y aristocrático, se convierte en el centro del mundo modernista.
- Lo autóctono: Se valoran las culturas precolombinas de los pueblos hispanoamericanos, se expresa un sentimiento de nostalgia por un pasado legendario y se utilizan mitos guerreros como Caupolicán o el Cid.
- La utilización del símbolo y el mito: El símbolo constituye una manera de entender la creación poética. Los escritores modernistas utilizan símbolos para crear sensaciones y evocar lo inefable. Símbolos preferidos por el Modernismo destacan el color azul y el cisne, distintos significados: representa la belleza, la pureza, la elegancia, la aspiración ideal, lo aristocrático; es también el poeta, el encanto mágico, la gracia y el misterio. También recurren a mitos clásicos como fuente de inspiración: Venus, Adonis, Orfeo…
- Lo oculto o religioso: Se recogen elementos del budismo, el cristianismo, y la filosofía y religión griegas. Como Pitágoras, se cree en el ritmo y la armonía universales. Al modernista le atraen el misterio, lo espiritual.
- El amor y el erotismo: En unos casos se sublima el sentimiento amoroso y, en otros, se resaltan los aspectos más sensuales. Aparece tanto la idealización de la amada como la pasión desenfrenada, la exaltación del placer como la advertencia de su carácter efímero. A veces no es el amor, sino su evocación, la captación de momentos felices asociados al paisaje, el motivo de la composición la expresión de la intimidad personal.
- Manifestaciones del malestar existencial, sentimientos envueltos casi siempre en ambientes otoñales o crepusculares de jardines abandonados, parques solitarios, tardes grises, etc., paisajes simbólicos todos ellos.
Renovación de la Lengua Poética
El Modernismo inicia una renovación completa de la lengua poética que no es sino una muestra más de su anhelo estético. Los poetas utilizan los siguientes recursos:
- Los efectos sonoros de las palabras, que se consiguen gracias al uso de esdrújulas, una profusa adjetivación y las más variadas figuras retóricas: aliteraciones sinestesias permiten sugerir la mezcla de sensaciones.
- Abundancia de metáforas e imágenes originales, y todo tipo de recursos que contribuyan a crear ritmo y efectos.
- Un vocabulario insólito que alude a realidades exóticas y exquisitas a nombres de héroes y dioses a realidades arcaicas misteriosas o aristocráticas o al mundo fantástico de los cuentos infantiles.
- El léxico se llena de cultismos, neologismos y arcaísmos.
- El colorido o cromatismo que va de los colores suaves a los más fuertes, a menudo dependiendo de la observación subjetiva, teñida de melancolía o de entusiasmo, del paisaje. Se pretendía conseguir efectos impresionistas, por medio de sensaciones, que lograron mediante la sinestesia, los matices cromáticos y la musicalidad.
El Ritmo
No sólo se persigue una sonoridad nueva, sino también la correspondencia entre sentimiento y musicalidad. La renovación métrica afectará a los siguientes elementos:
- Los versos: Se utilizan versos antiguos, como el hexámetro grecolatino, y otros de procedencia francesa Los preferidos son el alejandrino, con una nueva acentuación; el eneasílabo y el dodecasílabo, junto a los tradicionales endecasílabo y octosílabo. Los encabalgamientos y las rimas internas rompen la cadencia habitual del verso En un mismo poema se combinan metros diferentes se alternan la asonante y la consonante, y se va preparando el camino para el poema en prosa y el verso libre.
- Las estrofas: Algunas de ellas ya se conocían y otras fueron importadas la composición estrófica preferida sigue siendo el soneto.
- La acentuación: Abundante uso de palabras esdrújulas, se traslada al castellano la métrica clásica.
En conclusión, la poesía modernista es a menudo una explosión sensual donde los colores, los sonidos, los aromas, los sabores y las impresiones táctiles impregnan las evocaciones del paisaje y sus figuras a través de una estilización e idealización extremas; pero, de otra parte, también se introducen los tonos grises e intimistas de la sensibilidad, de los estados de ánimo o de las visiones individuales del mundo, todo ello desde la búsqueda de la belleza y mediante una profunda renovación temática y formal.
La Repercusión del Modernismo en España
Rubén Darío (1867-1916)
Félix Rubén García Sarmiento (Metapa, Nicaragua, 1867 – León, Nicaragua, 1916), conocido como Rubén Darío, lector y poeta precoz viajó por Europa y Suramérica como diplomático o corresponsal de prensa, y sufrió agobios económicos y la dependencia del alcohol.
El Siglo de Oro, Ramón de Campoamor y Gustavo Adolfo Bécquer son las grandes influencias hispanas del nicaragüense, además de la literatura clásica griega y la francesa. Sus inicios poéticos fueron en su adolescencia, con Epístolas y poemas (1885), un libro con clara influencia del romanticismo galo (V. Hugo y V. Andrade), y Rimas y abrojos (1887), un collage de poesía becqueriana. En esta etapa, su poesía tiene un claro poso postromántico, siendo el germen de su evolución hacia el Modernismo. En 1888 publicó Azul, obra considerada como el inicio del Modernismo. El contenido sigue la línea de sus obras anteriores, pero lo esencial es la decisiva evolución formal que se produce: hace alarde de una bella prosa, introduce una gran variedad de ritmos y metros, pero destaca por encima de todo el empleo del correlato imaginativo para plasmar su realidad. Prosas profanas (1896), y su posterior revisión Prosas profanas y otros poemas (1903), es la obra de plenitud modernista. En ella recoge un preciosista escaparate con todas las evasiones darianas: su amado ambiente rococó galo, la mitología griega, la evocación del medievo italiano y español, la sensualidad exótica, etc. Prosas profanas constituye una conspiración de belleza y fragilidad para lograr la revolución literaria que anhelaba. Cantos de vida y esperanza (1905) prosigue con la erotización de su universo, pero irrumpe en él un inevitable fatalismo que corrige el exceso verbal. La dispersión imaginativa se convierte en símbolos más profundos y oscuros, y la extroversión anterior se torna en una aguda reflexión intima. Constituye su última gran obra. Su temática giró en torno a un nuevo concepto de erotismo, alejado del tradicional que estaba subordinado a una amante idealizada. En Darío, el erotismo es el que subordina a todo lo existente a una búsqueda constante del placer sensorial. No hay una musa eterna, hay efímeras musas que constituyen el concepto de amor carnal. El exotismo ambienta su poesía. Recurre a localizar su obra en el lejano oriente, la Europa romántica o medieval, o el Israel más bíblico. Por todo ello, Rubén Darío está considerado como el gran renovador de la poesía en lengua española, tanto en los temas como en la métrica (practicó todas las estrofas clásicas, con importantes innovaciones) o el lenguaje.
Los primeros en declararse aquí seguidores de Rubén y del nuevo arte modernista que sus versos traían fueron, en primer lugar, Valle-Inclán y Villaespesa, luego los Machado y por último Juan Ramón.
El Modernismo en España. Manuel Machado
Fue más íntima, silenciosa y opaca que la del maestro Rubén, menos brillantez externa.
Predomina el intimismo, las sonoridades son menos rotundas y menores los alardes formales. El Modernismo español tiene poco de parnasiano y explora sobre todo la veta simbolista que les liga muy estrechamente a la poesía de Bécquer.
Manuel Machado renunció en sus versos a lo decorativo y suntuoso, en busca de una poesía interior.
Se aprecia en su primer poemario, Alma (1900), donde aparecen paisajes exóticos, erotismo y amor por lo hispánico, entre otros motivos poéticos. Cuando se publicó en 1907 con el título de Alma, museo, los cantares, mereció un elogiosísimo prólogo del sesudo y antiflamenquista Unamuno.
El Modernismo en Valle-Inclán (1886-1936)
Viajero y bohemio de figura inconfundible, se dedicó por entero a la literatura y destacó en el género teatral con obras que van desde lo mítico y rural hasta los esperpentos también escribió cuentos novelas y poesía.
Ejemplo de modernismo más claro sean las Sonatas, unas supuestas memorias del Marqués de Bradomín, un “don Juan feo, católico y sentimental”. Rodeadas de una aureola de leyenda y misterio, se relatan las aventuras y amores de este personaje elegante, exquisito y amoral, con evidentes muestras de erotismo, sensualidad y esteticismo.
Mundo lejano, exótico y decadente con una prosa que comparte las características que Rubén Darío trajo a la poesía: es una prosa rítmica, refinada, rica en efectos sensoriales, bellísima.
«Busca ritmos nuevos, imágenes de primera mano y palabras que sorprendan». Se aprecia «un gusto por lo exótico, lo pintoresco y lo raro, lo exquisito, trabajado y suntuario y, especialmente en las Sonatas.
Parece asumir el principio parnasiano «del arte por el arte» y practicar «el culto simbolista de la alusión y de la sensación». Hay una búsqueda continua de la musicalidad al estilo de Rubén Darío y una huida consciente y continua del realismo y el utilitarismo.