Pedro García Cabrera nace en La Gomera en 1905; pronto se traslada a Tenerife, donde la familia fija su residencia en 1915. Colabora, primero, en Hespérides; luego, en la revista que propónía la humanización estética de la Vanguardia, Cartones. Tras la caída de Primo de Rivera publica artículos, como El Socialista donde se manifiestan sus pronunciamientos sociales. Con el estallido de la Guerra Civil, es apresado y deportado a Villa Cisneros. Al terminar la guerra, es recluido en prisión hasta que en 1946 se le concede libertad condicional. Las heridas de la guerra ya no cicatrizarían, pero el poeta va rehaciendo su vida lentamente.
Dividimos sus obras en tres etapas: Durante la primera, prolongada desde 1905 hasta 1936, publicó en Hespérides, una revista literaria canaria en cuyo consejo de redacción entró y vio la luz su primera obra de relevancia:
Líquenes (1928). También colabora en la revista del Surrealismo Gaceta de Arte (1932-1935) que contribuye a fundar junto a Eduardo Westerdahl. La segunda etapa del autor, que se extendíó hasta 1946, se caracteriza por su ingreso en prisión en el Sáhará, donde termina varias obras como Entre la guerra y tú(1936-39), Romancero Cautivo (1936-40), o Viaje al interior de tu voz (1944-46). Su tercera etapa es conocida por plasmar sus inquietudes en uno de los primeros suplementos literarios del archipiélago:
La Gaceta semanal de las Artes, un cuadernillo de periodicidad semanal que salía cada jueves dentro del vespertino tinerfeño La Tarde. En 1959 publica algunas obras, destacando entre ellas:
La esperanza me mantiene, Entre cuatro paredes (1968) y Las islas en que vivo (1971).
Algunos temas recurrentes son el deseo de libertad, la necesidad de la esperanza o el motivo poético de la isla y sus residentes. Utiliza la palabra como espacio de denuncia y como arma transformada de la sociedad junto con el uso de la primera persona gramatical, el “yo” lírico.
Pedro García Cabrera toma influencias del Vanguardismo así como del Surrealismo o del Creacionismo, al igual que de autores de gran importancia como Lorca, Alberti o Juan Ramón Jiménez. Posee identidad canaria y gran compromiso social y pertenece a los movimientos modernistas de comienzos del Siglo XX. Este poema, que es resultado de su vivencia personal, está escrito en el periodo franquista, por lo que recibe influencias de la situación que vive España en ese momento. Recordemos, además, que el autor estuvo en prisión por su ideal socialista y revolucionario, pudiendo sufrir una censura que repercute en sus obras.
Observamos la importancia que el autor le da a la isla como espacio y a su originalidad canaria (canariedad). Apreciamos también la estructura circular de la obra –el poema comienza como acaba- ya que el segundo verso y el último son iguales; con ello realza el deseo de libertad.
Este poema,<<Un día habrá una isla>> es un texto lírico que pertenece a la obra “Las islas en que vivo,” publicada en 1971 pero recoge poemas escritos entre 1960 y 1963, durante el régimen franquista. El poema se lo dedicó a su sobrina Mª de los Ángeles García Soto es una silva originaria del Renacimiento; esta combina endecasílabos y heptasílabos con rima asonante parcial (libre). El autor usa esta estrofa para expresar sus sentimientos con mayor soltura por lo que simboliza una gran libertad expresiva. A lo largo del poema las vocales “ia” se encuentran muy presentes, coincidiendo con las vocales de la palabra “isla”.
El contenido se estructura en cuatro partes:
Versos 1-2: convencimiento inicial de que algún día habrá libertad en su tierra (isla).
Versos 3-5: deseo de acabar sus días en eses lugar, emblema de libertad futura.
Versos 6-13: confianza en la lucha colectiva para alcanzar su objetivo.
Versos14-18: petición y convencimiento final: la libertad otorgará la felicidad a los pueblos.
En este poema denominado “Un día habrá una isla” la fuerte carga lírica se acentúa ya desde los versos iniciales con la presencia de la primera persona grmatical.
La estructura del poema se caracteriza por su disposición circular: el poeta empieza (v.1y 2) y acaba de modo similar (final del v.17 y v.18) necesitando la existencia de un espacio, de un entorno mejor, de un futuro más justo y solidario…y no solo para disfrutarlo él, en su soledad. Al ontrario, el deseo del poeta es justamente compartido con los demás , (a todos…v.5 y, de nuevo , a todos…v.16) en los versos centrales del poema (6-13) especifica esos otros grupos, esos sectores humanos desfavorecidos que igualmente luchan y van de la mano con el poeta. Así, observamos las alusiones, estructuralmente expresadas de modo paralelístico, y semánticamente adornadas con metáforas y metonimias (v.7 y 13) y sucesivas perífrasis (v.8-12) que señalán en su conjunto a los diferentes, a los que sufren, a los que se muestran llenos de convicción, a los perseguidos.