La Poesía de Miguel Hernández: Tradición, Vanguardia y Compromiso Social

1. Tradición y Vanguardia en la Poesía de M.H.

Miguel Hernández tiene como primera inspiración la lírica oral junto a la lectura e imitación de los clásicos, especialmente de Góngora. Es un poeta con una formación clásica debido a su lectura, así como de autodidactismo guiado por el deseo de leer desde los autores barrocos hasta los románticos y contemporáneos más importantes.

A) Autores de la Tradición Literaria

  • San Juan de la Cruz y su Cántico espiritual influyen en su poemario no publicado El silbo vulnerado.
  • El pesimismo amoroso de Quevedo y Garcilaso y el amor de traición petrarquista, en el que la frustración procede de una amada inaccesible y esquiva, se señalan en El rayo que no cesa.
  • Calderón le sirve como modelo para la escritura de un auto sacramental: Quién te ha visto y quién te ve.
  • Góngora y sus abundantes metáforas junto a su sintaxis hiperbática.

B) Incorporación de Novedades Tras la Lectura de Clásicos

Tras la lectura de los clásicos y sus publicaciones religiosas, incorporará toda novedad durante su estancia en Madrid.

  • El vanguardista Ramón Gómez de la Serna adoptará las greguerías como base de sus metáforas.
  • Juan Ramón Jiménez, Jorge Guillén, la poesía pura y los simbolistas franceses serán leídos con admiración. Entre los contemporáneos, destacan Neruda y Aleixandre.
  • Aleixandre publica La destrucción o el amor; de él conoce el verso libre y el amor con salida a la destrucción personal.
  • Neruda es el definitivo estímulo de su poesía revolucionaria y de compromiso social. Finalmente, la Guerra Civil aumentará su implicación popular y política a favor del bando republicano. Vuelve a la tradición popular con el neopopularismo.

2. Trayectoria Poética

Podemos distinguir dos etapas:

  • 1ª etapa: de expresión y temática católica, gongorina y amorosa.
  • 2ª etapa: de compromiso social, político y humano.

Los poemarios más destacados son:

Perrito en lunas

Influencia de la poesía pura, las greguerías de Ramón Gómez de la Serna y el surrealismo. Están escritos en octavas reales. En un principio no iban a estar titulados, pero su dificultad interpretativa le llevó a poner un título; mantiene un aire de adivinanza. Las metáforas provocan dificultad de comprensión y lectura. Los temas provienen de la naturaleza, el mundo campesino y el erotismo.

El rayo que no cesa

López Casanova afirma que el poemario es un macrotexto poético compuesto según la tradición petrarquista. Su temática se ordena alrededor de 3 tópicos: la queja dolorosa del amante, la amada esquiva y el amor con salida a la muerte. El rayo representa el sufrimiento y dolor amoroso, dolor que no termina nunca porque el yo lírico se encuentra con una amada esquiva. El rayo hiere el corazón. El amante vive la pena de amor como muerte. El yo poético se identifica con el toro, un animal noble.

El viento del pueblo

En 1935, M.H. abandona la ideología tradicional y el catolicismo y se acerca a un lenguaje surrealista que rápidamente abandonará por el deseo de acercarse al pueblo y al compromiso social y político que exige la guerra. Vuelve a la métrica más sencilla del romance; así se produce la depuración del barroquismo y las abundantes metáforas, y la pasión comunicativa para llegar a un público más amplio con poesía de guerra. El poemario supone el paso del soneto al romance, pero también del verso libre y la expresión más oral como arma de combate. En «Vientos del pueblo me llevan» defiende la libertad sin yugos y el orgullo de morir en la batalla. «El niño yuntero» es una obra que critica el destino humilde del niño campesino sujeto al arado y la tierra; solo tendrá esperanza si es liberado. Viento del pueblo no tiene una estructura clara.

El hombre acecha

Son poemas de hombres y mujeres heridos por el recuerdo y la ausencia. «La carta» representa el recuerdo del amor. «Las cárceles» son fábricas de llanto llenas de cadenas, pero no pueden atar el alma del prisionero. «Canción última» es un canto a la vuelta a la casa, los besos y la esperanza.

Cancionero y romancero de ausencias

Libro póstumo que comienza libre y termina en las cárceles; es un volumen de madurez. Temática: el hijo muerto, la esposa y el hijo, el nacimiento de su segundo hijo, el amor, la derrota y la soledad. Todos los temas tienen un tono de dolor, tristeza y melancolía, pero también de esperanza. El poemario incluye las célebres «Nanas de la cebolla», compuestas al saber que su mujer solo tenía para comer pan y cebolla mientras amamantaba a su hijo.

3. Compromiso Social y Político

Viento del pueblo, El hombre acecha y Cancionero y romancero de ausencias son poemarios con poemas de guerra y cárcel donde M.H. se despoja del barroquismo y el surrealismo buscando una poesía más desnuda y comprensible para el pueblo. M.H. considera que el poeta es pueblo y siente como deber defender al labrador, al asalariado, al trabajador. Desde Viento del pueblo, M.H. se posiciona en el bando republicano y del pueblo trabajador. Sus versos se cargan de compromiso social con el hombre del campo, que se reflejan en varios poemas como «El niño yuntero», «Vientos del pueblo me llevan», «El sudor», etc. Los poemas suelen tener un tono épico y la intención de animar y confortar al combatiente con ideales como la libertad y la justicia social. El compromiso ideológico de M.H. siempre es con el pobre que lucha contra el rico. Tras sus viajes a la URSS, hay más poemas líricos en los que canta los ideales comunistas.

4. Lenguaje Poético y Simbolismo

Hay una serie de símbolos que provienen de los dos bandos de la Guerra Civil. En «La canción del esposo soldado» aparecen la hoz y el martillo comunistas, que representan a los trabajadores del campo y la fábrica. Con estas herramientas de trabajo se atará a los represores y maldice a los que fusilaron a Lorca. Las manos simbolizan el esfuerzo de la clase trabajadora y el instrumento de su venganza, en contraposición a las de los militares sublevados. El yugo se interpreta como opresión, las cadenas y esclavitud de los explotadores que dominan al pueblo. El yugo se relaciona con el buey, animal noble que vive para trabajar humillado, lo cual se ve muy reflejado en «Vientos del pueblo me llevan». Frente al buey se encuentran el león, el águila y el toro por su carácter libre y como símbolos de valentía. El yugo se siente como una maldición de la que no se puede escapar en «El niño yuntero»; sus versos transmiten la condena y el triste destino del niño campesino. También hay versos contra los cobardes en la batalla.

Símbolos Clave

  • El toro representa el instinto natural, el impulso sexual y la vida destinada al castigo, el dolor y la muerte.
  • El amante se identifica con él porque sufre el penar amoroso por una amada esquiva que le hace sufrir y morir por amor. El toro se contrapone al buey, animal que representa al trabajador explotado.
  • El estiércol suele aparecer como abono que fecunda no solo la naturaleza, sino que regenera la vida y la esperanza.
  • La tierra recoge en su seno a los muertos y encarna el origen de la vida.
  • La luna representa el paso del tiempo, los ciclos estacionales de la naturaleza y la vida. La luna protagoniza su primer poemario.
  • El rayo da título a su segundo poemario y simboliza la angustia de un amor no correspondido, el dolor por un deseo amoroso rechazado.
  • El viento del pueblo encarna el compromiso del poeta, de los poetas, con los problemas sociales y políticos del pueblo, con los campesinos explotados, con el bando republicano.

Figuras Retóricas Habituales

Las figuras retóricas más habituales son las repeticiones de palabras y de estructuras oracionales. La animalización como consecuencia de las actitudes feroces de los hombres en la guerra. Los símiles y las exclamaciones e interrogaciones retóricas transmiten la pasión y emoción que siente el protagonista poético.

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