En España, nos encontraremos con el costumbrismo, género que anticipará algunas características del Realismo.
El tránsito entre estos dos movimientos se hará de una forma gradual, a través de Fernán Caballero y Pedro Antonio de Alarcón.
Fernán Caballero escribirá temas románticos. Sus novelas tendrán tres rasgos característicos. El primero de ellos será la ideología conservadora o antiprogresista, por lo que sus personajes liberales serán objeto de burla, mientras que sus oponentes se caracterizaran por el catolicismo y el tradicionalismo. El segundo será el costumbrismo pintorequista con el que llenará sus obras. Y el último será la influencia de escritores extranjeros como Balzac.
Pero la nueva estética no se adoptaría plenamente en España hasta el año 1868, coincidiendo con la revolución “la Gloriosa”, así un grupo de escritores jóvenes comenzaría a publicar sus novelas y así se iniciaría el Realismo Español, estos autores con el tiempo irían evolucionando hacia el Naturalismo o hacia otras soluciones narrativas más personales hacia el s.XX. Este grupo será denominado como Generación del 68.
La novela realista española está caracterizada por la representación de la realidad directa y vivida, la más cercana en el tiempo y en el espacio, la que mejor conocen, ideal que motivará subgéneros novelísticos como la novela regional (Peñas arriba de Pereda) y la novela urbana (Misericordia, de Galdós), además el escritor realista plasmará esta realidad con total imparcialidad. Los autores realistas convertirán sus novelas en vehículos que apoyen una determinada “tesis” política o filosófica, lo que provocó la aparición de otro subgénero, la novela de tesis, que podía ser progresista (Doña Perfecta, de Galdós) o conservadora (Sotileza, de Pereda). Además la novela Realista valorará lo colectivo, el grupo social, los ambientes en los que el individuo se inscribe y desenvuelve, por lo que el personaje será producto de un ambiente, de un contexto humano y social que no puede descuidarse.
La novela naturalista española destacamos autores como Emilia Pardo Bazán, Leopoldo Alas “Clarín” o Benito Pérez Galdós. Bazán defiende un realismo tradicional sobre la nueva estética naturalista, esta autora es considerada como la mejor defensora del “naturalismo a la francesa” en España. Para Galdós, lo esencial del Naturalismo estaba presente en la literatura española desde tiempos remotos, posición que también adopta Leopoldo Alas, que además advierte que los prejuicios antinaturalistas responden frecuentemente al desconocimiento del objeto de discusión. Estos tres autores intentan buscar el equilibrio y llegan a la conclusión de que la misión del novelista consiste en reflejar la vida tal y como es.
Entre los temas de la novela naturalista y realista destacan los siguientes. El amor y sus problemas es el primero, el amor imposible llega a situaciones extremas que provocan tensiones argumentales inéditas, como el amor entre hermanos (La madre naturaleza, Emilia pardo Bazán), o el amor en el que intervenga un clérigo, problemas que tendrán un desenlace desdichado. Los problemas de la pareja, por la diferencia de edad (la Regenta)
, o disparidades sociales (Tormento, de Galdós), o la confrontación ideológica que impide el matrimonio (Doña Perfecta de Galdós), o el abismo psicológico y vital (Fortunata y Jacinta, de Galdós). Otro tema destacado será el adulterio, con su desenlace fatal (La Regenta)
, o puede llegar a un estado cercano a la caricatura (Lo prohibido, de Galdós). Tenemos que aclarar que cuando la mujer comete el adulterio puede ser incluso la pena de muerte, por eso en la mayoría de las novelas la protagonista es una mujer, por ejemplo en Madame Bovary, de Flaubert;
Ana Karenina, de Tolstoi;
Effi Briest, de Teodor Fontane; o La Regenta de Clarín. En cambio el hombre involucrado en el adulterio si es soltero, se caracterizará con la personalidad del Don Juan, si es un marido infiel será un libertino moralmente condenable, pero digno de disculpa en cuanto es esclavo de sus tendencias naturales. Y el último tema es el dualismo religioso e ideológico, uno de los dualismos más exitosos fue el religioso, que a partir de la Revolución de 1868, se muestra en la novela a través de la confrontación entre el clericalismo y anticlericalismo. Además la visión política del mensaje literario se desbordará también a partir de 1868, y los autores dejarán entrever en sus novelas su peculiar ideología política, así aparecerán argumentos referidos al mundo administrativo (La de Bringas, de Galdós), al caciquismo de provincias (La Regenta)
, o al problema de los cesantes (Miau, de Galdós). Así el dualismo ideológico también se reflejará en el enfrentamiento entre el campo y la ciudad, los novelistas conservadores tenderán a idealizar la vida rural y situarán a la ciudad como lo negativo, mientras que los liberales preferirán la ambientación urbana y mostrarán el lado negativo en la sociedad campestre.
EL REALISMO:
A partir del año 1850 dieron lugar una serie de factores que hizo que el romanticismo fuera un movimiento relativamente breve y dieron lugar a un nuevo movimiento. Este nuevo movimiento tendrá unos rasgos propios, como pueden ser la imposición del espíritu de observación y descripción de la realidad, la preferencia por ceñirse a la realidad circundante y reflejarla del modo más objetivo posible, además nos encontraremos con datos empíricos que pueden demostrarse, así el artista dará testimonio directo e inmediato del mundo en el que vive. A partir de estas características encontramos dos tendencias el Realismo y el Naturalismo.
El realismo en literatura se ha entendido como el dar una importancia a la realidad objetiva, el Poema del Mío cid, el Lazarillo de Tormes o El Quijote, podrían situarse dentro de este género, aunque sean de un realismo con verosimilitud debido a que pueden servirse de argumentos de ficción. Según esto podríamos considerar al realismo como una técnica literaria que se opone al idealismo, pero es más que eso, es un movimiento literario que llena toda la mitad del s. XIX y que tuvo su origen en Francia con tres novelistas como Stendhal, Flaubert o Balzac. Movimiento que pretende poner los pies en la realidad objetiva.
El naturalismo, desde un punto de vista literario, es un concepto estético que hace de las producciones de la Naturaleza su único objeto de representación. Además al ser entendido como una representación extremada y desagradable de la realidad, se convierte en un concepto que se puede aplicar a todas las obras que presentan dichos aspectos. También se denomina Naturalismo a un periodo que se da en el último tercio del s. XIX y que se basa en la exageración del realismo y en una dependencia del positivismo y del cientifismo que comienza a difundirse por Europa a partir de 1850.
Para el nacimiento de este movimiento hicieron falta algunos fenómenos como una nueva filosofía y unos avances científicos. La nueva filosofía sobre la que se basará el nuevo movimiento será el Positivismo, sus tesis contribuyeron al nacimiento de una novela fundamentalmente agnóstica, preocupada fundamentalmente por la realidad externa y por las cuestiones sociales. El cientifismo lleva al hombre de la época a confiar en los poderes ilimitados de la ciencia como respuesta a los grandes interrogantes de la vida, este cientifismo llevará al nacimiento de dos géneros novelísticos nuevos: La policíaca y el relato de anticipación.
La novela policíaca aparece por la divulgación en Francia de los relatos de Edgar Allan Poe, que traerán como consecuencia que muchos autores escriban relatos que presenten una acción criminal que merezca una explicación por parte del detective protagonista. A partir de 1870 se multiplicarán estos relatos, en los que destacará la obra de Arthur Conan Doyle y que con su obra Sherlock Holmes se asegurará su éxito editorial. Además estas novelas servirán para que el autor presente una realidad desagradable y descarnada, de acuerdo con los principios del Naturalismo literario.
En la novela de anticipación, mas tarde denominada de ciencia-ficción, encontraremos los grandes adelantos científicos, Julio Verne será su creador, y a partir de 1863 comenzará a publicar una larga colección de novelas.
El novelista francés Emile Zola, romperá en el último tercio del s. XIX con las limitaciones de la moral y de la estética, dando entrada en sus novelas a lo feo, lo inmoral y lo repugnante. Por otra parte su obra se apoyará también en el determinismo, y sus personajes los extraerá de las capas más bajas de la sociedad. En su concepción naturalista el novelista debe comportarse como si fuera un médico, y aplicar el método experimental de Claude Bertrand. Y según la teoría determinista el hombre no podrá actuar en libertad, sino que sus actos dependerán de las condiciones sociales. De esta forma el novelista podrá dejar constancia de las acciones humanas basándose en una observación estricta.
Buena parte de la literatura realista y sobre todo, naturalista, va a intentar reflejar la situación de desequilibrio social provocada por la Revolución Industrial y el Capitalismo, representando así, los aspectos más negativos de esta sociedad.
El tránsito entre el Romanticismo y el Realismo surgió de una manera gradual. Se podría decir que el nuevo movimiento surgió en Francia con Stendhal, novelista que todavía estaba a caballo entre los dos movimientos ya que sus personajes y ambientes eran Románticos y su técnica puramente Realista. Pero los verdaderos iniciadores del Realismo son Balzac y Flaubert. Balzac, con La Comedia Humana, pretende hacer retrato de la sociedad francesa de la época. Flaubert, con Madame Bovary, consiguió establecer el modelo de estudio de la psicología femenina. En el último tercio del s. XIX, Emile Zola, dará un paso adelante e incluirá la novela europea en lo que le llamará Naturalismo. Zola se preocupará de establecer las bases técnicas sobre las que apoyará su creación literaria mediante la publicación de artículos y ensayos, entre los que destaca La novela experimental (1879).
La novela naturalista podrá alcanzar un fin moral e incluso terapéutico, meta última perseguida por Zola para rematar el paralelismo establecido con el método experimental del doctor Bernard para la medicina.