La Novela Española Después de 1936: Un Recorrido por sus Corrientes y Autores

La Novela Española Posterior a 1936

2.1. Años 40

El ambiente literario de los años 40 refleja el difícil momento que se atravesaba en los años posteriores a la Guerra Civil. Los primeros años están dominados por el racionamiento, el hambre, el mercado negro, el aislamiento internacional y la represión política. En cuanto a la creación literaria, una férrea censura impide la publicación de cualquier obra que cuestione la situación por la que atravesaba el país. Rota toda comunicación con el extranjero y teniendo en cuenta la censura, la única novela a la que tienen acceso los autores de este momento es a la novela de la Generación del 98. En esta época podemos hablar de diferentes corrientes:

  • Novela nacionalista:

    Los vencedores cultivan una novela heroica y épica que defiende los principios de quienes habían ganado (ideario falangista). Defiende los valores de Dios, patria y religión.

  • La novela existencial:

    Trata temas comunes con los poetas desarraigados como la soledad, la frustración, la muerte. Sin embargo, al estar prohibida cualquier crítica social, los autores se llevan a lo personal los problemas sociales. Son, por lo tanto, novelas de personajes angustiados que revelan el malestar general de estos años en su precaria existencia.

  • Novela tremendista:

    Es una manifestación extrema de la novela existencial. La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela inaugura esta corriente literaria denominada “tremendismo” por destacarse en ella una visión desagradable y degradante de la vida y del hombre con la intención de que actuara como un revulsivo en los lectores.

2.2. Años 50: Realismo social

En los años 50 aparecerán una serie de escritores que comienzan a escribir dentro del realismo crítico. La literatura, para ellos, debe ser un compromiso del escritor con la sociedad en la que vive y mantienen la esperanza de que la literatura pueda ser útil para cambiar el mundo.

Se deben abandonar los recursos estilistas y adoptar nuevos procedimientos narrativos que la acerquen al mayor número posible de lectores. Así, entre las características de esta novela de los años cincuenta podemos señalar:

  • Anteponen la eficacia a la belleza.

  • El lenguaje será sencillo y directo.

  • Los diálogos se aproximarán al habla común.

  • Se abandonará la estructura tradicional en capítulos para dar entrada a un número mayor de personajes y situaciones.

  • Técnica narrativa: objetivismo. Consiste en describir la realidad de manera imparcial, como la grabación de una cámara cinematográfica, por medio de un narrador en 3ª persona que se limita a registrar los diálogos de los personajes y mostrar sus comportamientos.

  • Personajes que representan diferentes grupos sociales.

Podemos señalar dos autores:

Camilo José Cela con su obra La colmena. En ella, el tema central es la incertidumbre de los destinos humanos, aunque aparecen otros temas recurrentes de su obra como el hambre, el sexo, la hipocresía, el miedo y el recuerdo de la guerra.

Rafael Sánchez Ferlosio escribió en esa década una de las obras representativas del realismo de los años 50, El Jarama. Novela con una línea argumental mínima que nos habla de un grupo de amigos que se pasa un domingo a orillas del río Jarama. La narración reproduce con fidelidad extrema los movimientos y, sobre todo, los diálogos de los personajes.

Miguel Delibes: El camino.

Otros autores del 50: los niños de la guerra:

  • Ana María Matute.

  • Carmen Martín Gaite.

2.3. Años 60: Novela experimental

Las novelas sociales de los años cincuenta acabaron provocando el cansancio de los lectores. A esto contribuyó la falta de calidad estética de algunas de ellas. Así, los novelistas buscan nuevas formas para renovar la novela y se inspiran tanto en autores europeos como norteamericanos que ahora, gracias a la menor presión de la censura, se publican en España.

Las principales novedades que observamos en esta novela son:

  • Continúan algunas de las innovaciones de la época anterior como la división no en capítulos sino en secuencias o la desaparición del narrador.

  • Personajes fuertemente individualizados, sumidos en una crisis de identidad.

  • Utilización de puntos de vista únicos o puntos de vista múltiples para narrar la historia.

  • Generalización del monólogo interior.

  • El tiempo, de ser lineal, pasa a ser dominado por el desorden cronológico.

  • Emplean diferentes recursos tipográficos.

  • Inclusión de materiales diversos en la novela.

  • Se desdibujan las fronteras entre los géneros.

La publicación en 1962 de Tiempo de Silencio de Luis Martín Santos supone el cambio renovador en la novela del que venimos hablando. Esta obra modifica el realismo e influye en todas las novelas de la época.

Juan Benet es otro de los autores emblemáticos de la renovación narrativa. Destaca su obra Volverás a Región, un espacio simbólico, territorio en decadencia que es trasunto de España.

Juan Goytisolo es otro de los autores más inquietos en la búsqueda de nuevos caminos de la novela. Comenzó en el realismo social de los años 50, pero después comenzó un periodo de renovación de la novela en la que destaca la obra Señas de identidad.

Por último, también Miguel Delibes realiza novelas en la línea de la renovación de la novela.

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