La Novela en España: Un Recorrido desde los Años 40 hasta la Transición

La Novela Española: Un Viaje a Través de la Posguerra y el Experimentalismo

La Novela en los Años Cuarenta: Desarraigo y Tremendismo

Las duras condiciones de vida de la posguerra y la penuria cultural que conlleva la instauración de la censura van a determinar la evolución de la novela durante los años 40. Tras el éxodo de los novelistas afines a la República, quedan en España los escritores próximos al bando de los vencedores, que cultivan una novela heroica en la que exaltan los valores ideológicos del nuevo régimen como Agustín de Foxá y Gabriel García Serrano, y novelistas de corte realista donde plasman las formas de vida de la burguesía. Destacan Juan Antonio Zunzunegui e Ignacio Agustí.

En la década de los 40, el desarraigo producido por la penosa situación de la posguerra española, se manifestó en obras que afrontaban la realidad cotidiana de la época siempre a través de un personaje protagonista. Asuntos como la lucha por la supervivencia, el aislamiento exterior y el clima de represión generan una novela pesimista, que desvela la violencia y el sinsentido de la existencia.

Se inaugura así una narrativa en la que toman protagonismo los conflictos, dramas y tragedias individuales: sus personajes encarnan la frustración y el fracaso. Son marginales, inadaptados, angustiados y desarraigados. Lo que realmente se muestra es el descontento y malestar ante el momento histórico concreto.

En este contexto se publica en 1942 La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela, clasificada como “tremendista”, que se caracteriza por presentar los aspectos más desagradables de la sociedad. La novela narra un cúmulo de crímenes y de atrocidades que parecen verosímiles por el tipo de protagonista y por el ambiente. Escrita en 1º persona, y bajo la apariencia de drama rural, el narrador-protagonista, el campesino extremeño Pascual Duarte, narra desde la cárcel las calamidades que la vida le deparó.

Nada, de Carmen Laforet. Premio Nadal 1945. Fue considerada por algunos como la novela del desencanto. Está ambientada en la Barcelona de la posguerra, donde llega Andrea para estudiar en la universidad. Vive con sus familiares en un ambiente sórdido de mezquindad, de ilusiones fracasadas, de vacío. No consigue nada de lo que se había propuesto cuando llegó allí. Por primera vez tras la guerra, queda recogida en una obra una parcela irrespirable de la realidad contemporánea y con un tono triste.

La sombra del ciprés es alargada 1948 de Miguel Delibes. Describe la permanente angustia del protagonista y su obsesión por la muerte, situación que le lleva a vivir en un aislamiento total.

La Novela de los Años Cincuenta: El Auge del Realismo Social

Estas novelas ofrecen un testimonio crítico de la sociedad española de la época. Se aleja de las preocupaciones existenciales típicas de la década anterior para centrarse en los conflictos sociales y en la denuncia de la injusticia: la falta de la libertad, las injusticias sociales, y las penosas condiciones de vida de la gente común en la posguerra. Ha sido denominada como neorrealismo, objetivismo o novela social por su temática social y realismo.

Técnicas Narrativas del Realismo Social

En cuanto a las técnicas narrativas: destaca el objetivismo (transcripción imparcial de los sucesos), con narrador en tercera persona que muestra los comportamientos de los personajes. Se relacionan las novelas con el neorrealismo cinematográfico, su voluntad en la transformación de las estructuras sociales.

Destaca la obra La colmena, de Camilo José Cela. En ella se retrata la vida cotidiana en Madrid durante dos días de diciembre. En este relato destacan el protagonismo colectivo donde los personajes de clases sociales bajas luchan por sobrevivir en un entorno de soledad, el fragmentarismo y el contrapunto (está formado por 215 fragmentos a lo largo de los cuales un narrador en tercera persona desarrolla varias líneas argumentales simultáneas). Su final abierto, sin desenlace alguno, dan idea.

Autores y Obras del Realismo Social

Se distinguen dos grupos entre la Generación de Medio Siglo:

  • Autores pertenecientes al realismo social, que expresan en sus novelas un compromiso social y político explícito, como Antonio Ferres o Grosso.
  • Autores neorrealistas, que presentan una mayor preocupación por las cualidades estéticas. Destacan Ana Mª Matute, Carmen Martín Gaite o Rafael Sánchez Ferlosio cuya obra fundamental es El Jarama, máxima expresión del narrador objetivista.

Está considerada como la más clara representante novela del conductismo. La novela carece de protagonista; se cuenta un día de ocio de unos jóvenes. Posee escaso interés argumental: se divierten, comen, se aburren…; carece incluso de tema. El autor se limita a transcribir los distintos momentos de aquel día con una precisión desusada. Y todo esto nos hace entrar en un penoso, aunque no siempre bien advertido drama de nuestro tiempo: la alienación de la vida cotidiana, reflejada en la alegre insustancialidad de aquellos jóvenes; su vacío, su vulgaridad. La obra posee un significado simbólico: oposición mundo joven-mundo adulto, aburguesado y conformista.

La Novela Experimental: Renovación Narrativa (1960-1975)

El auge de la novela experimental coincide con la etapa desarrollista del franquismo, en la que la sociedad española inicia su incorporación a la moderna sociedad de consumo. A principios de los años sesenta se produce un movimiento de renovación de la novela por el hartazgo de la novela social, asentado sobre tres principios:

  1. El arte no debe estar supeditado a la política.
  2. Más importancia el discurso (cómo se cuenta) que la historia (lo que se cuenta), ya que el objetivismo no refleja el mundo, pero sí la conciencia de los personajes.
  3. Rango artístico a la prosa narrativa.

Rasgos de la Novela Experimental

  • Subjetivismo: La sustitución del capítulo por la secuencia o por párrafos extensos.
  • La creación de espacios simbólicos o míticos.
  • Materiales diversos como rótulos, anuncios, una esquela
  • La voluntad de renovación estilística con un estilo barroquizante.

Principales Novelas Experimentales

  • Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos
  • Cinco horas con Mario, de Miguel Delibes
  • Volverás a Región, de Juan Benet
  • Señas de identidad, de Juan Goytisolo
  • Antagonía, de Luis Goytisolo

Autores Clave de la Novela Española

Camilo José Cela (1916-2002)

Nace en Iria Flavia, La Coruña, en 1916 y muere en Madrid en 2002. La familia de Pascual Duarte (1942) es una novela singular, única, que fue capaz de reflejar el ambiente de pesimismo existencial que vivía la España de posguerra. Es una novela calificada de tremendista debido al mundo amargo y truculento que novela y a la violencia en que nos sumerge el autor. La novedad de esta obra era que se apartaba de las tendencias narrativas vigentes. La obra está escrita en primera persona por el propio protagonista, un humilde campesino.

Tras Pabellón de reposo y Nuevas andanzas y desventuras de Lazarillo de Tormes, publica su mejor creación La Colmena en 1951. Es, sin duda, la más importante obra del autor. Se editó primero en Buenos Aires, ya que la censura había prohibido su publicación en España. Con ella se inaugura el realismo social que se cultivó en los años 50.

La Colmena está estructurada en seis capítulos y un epílogo. Cada capítulo consta de un número variable de secuencias de corta extensión, en las que se mezclan episodios simultáneos. De esta manera, el argumento se rompe en multitud de pequeñas anécdotas: un panorama de vidas cruzadas, como las abejas de una colmena. El marco es muy preciso, Madrid en unos días de 1942. Con esta novela, el autor abre el camino al realismo social. Cela muestra la mísera y triste España de la posguerra. Algunas características de esta novela son: protagonista colectivo, múltiples personajes (cerca de 300) atrapados por el hambre, la miseria, la mediocridad o el miedo, vidas entrecruzadas, ironía y crueldad.

Otras obras son: Mrs. Caldwell habla con su hijo, San Camilo 1936 y Oficio de tinieblas. Sus últimas novelas tienen también un sello de renovador y experimental: Mazurca para dos muertos 1983. Obra de ambiente campesino gallego. Cristo versus Arizona. El calor empuja a sus habitantes a un mundo de violencia y sexo. Madera de boj, ambientada en Galicia, en la Costa de la Muerte.

También escribió narraciones cortas: Esas nubes que pasan, El bonito crimen del carabinero y Café de artistas y otros cuentos.

Escribió también libros de viajes, donde recrea ambientes y lugares: Viaje a la Alcarria, una de sus mejores obras de toda su producción o Del Miño al Bidasoa.

Miguel Delibes (1920-2010)

(Valladolid 1920). Ha sido catedrático de Derecho Mercantil y ha dirigido el diario El Norte de Castilla. Señora de rojo sobre fondo gris, una clara evocación de la figura de su esposa, fallecida recientemente.

La sombra del ciprés es alargada (1947), que mereció el Premio Nadal. Es una novela primeriza, en la que aparecen dos de los grandes temas de Delibes: la muerte y la infancia. Poco después publica El camino (1950), una obra de carácter realista en la que mezcla dos de sus temas favoritos: el campo y la infancia.

El campo y la naturaleza están presentes en su magistral Diario de un cazador (1955). En La hoja roja (1959) trata la desolada situación de un jubilado y en La ratas traza una dura descripción de la pobreza de un pueblo castellano.

Cinco horas con Mario (1966) es una de las obras maestras de Delibes. Toda ella transcurre mediante el soliloquio de Carmen, una mujer de clase media que está velando el cadáver de su esposo. El mérito reside en que el lector llega a identificarse con Mario, a pesar de que solo dispone de la visión crítica de Carmen. El autor, además de adentrarse en sus vidas, nos ofrece una disección social y moral de los prejuicios y las mezquindades de la clase media de aquellos años.

Con El príncipe destronado 1973, de ambiente urbano, retoma el mundo de la infancia. La Guerra de nuestros antepasados 1975 vuelve al mundo rural. Los santos inocentes 1981 es una novela de ambiente rural, muy bien construida, con innovaciones experimentalistas, y en la que el autor denuncia la situación de marginación que sufren los pobres y los abusos a los que los someten los señoritos. El narrador es externo y omnisciente, hace juicios de valor y se identifica con los personajes oprimidos asumiendo su perspectiva. Esto hace que el estilo destaque por su oralidad. La eficacia de la novela se debe en gran medida al hallazgo de la voz narrativa. La historia se cuenta desde una perspectiva exterior a los hechos pero interior al mundo representado. El narrador podría ser uno de los criados.

Otras novelas son: El disputado voto del señor Cayo, Mi idolatrado hijo Sisí, Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso…

Entre sus últimas obras, destaca El hereje 1998, Delibes nos muestra de modo magistral ambientes y personajes. Su lenguaje es sobrio, cuidado y de gran riqueza expresiva. Sabe captar el lenguaje coloquial y el habla rural.

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