T1.Teatro, teatro a comienzos del sglo XX
Al inicio del Siglo XX se siguen representando las formas teatrales heredadas del siglo anterior: los dramas de tema histórico en verso, la «alta comedia» dirigida a la sociedad burguesa y el «género chico», heredero del sainete y el entremés. Hasta 1920 no se percibe un intento de renovación teatral. Autores del 98 (Valle-Inclán) y del 27 (García Lorca) culminan una tarea innovadora que da lugar a grandes creaciones teatrales españolas que han traspasado las fronteras.Teatro modernista y del 98. Valle-Inclán.Un teatro «comercial» triunfa en las primeras décadas del Siglo XX. Se siguen representando con gran éxito las obras de CarlosArniches y los hermanos Álvarez Quintero, que idealizan la sociedad madrileña y andaluza respectivamente; los protagonistas son tipos y reflejan las virtudes y defectos típicos de ambas regiones. Arniches inicia después un teatro tragicómico (La señorita de Trevélez, 1916, o Los caciques, 1920), línea que continúan más tarde Jardiel Poncela o Mihura. Entre los autores de éxito destaca Jacinto Benavente, premio nobel de literatura en 1922. Su teatro inicial participa de la renovación modernista al romper con la contradicion melodramática del Siglo XIX, pero pronto cede al éxito y al aalta comedia de carácter burgués, si bien consigue superar el tono declamatorio grandilocuente con su lenguaje culto y elegante. El Teatro vanguardista y del 27, GL.
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La genera. Del 27 fue conocida principalmente por la obra de sus poetas ofreciendo una nomina de dramaturgos. Rafael alberti refleja en su teatro las inquietudes de su poesía. En la etapa anterior a la Guerra Civil,vanguardista. En el exilio escribe el adefesio,cercana al esperpento. Alejandro Casona, ajeno al Vanguardismo,recrea una realidad poética, estilizada y misteriosa. Después de la sirena escribe sus mejores obras en el exilio como la dama del alba, o la barca sin pescador. El tema central suele ser la oposición entre fantasía y realidad en la vida de sus personajes.
T2.Teatro de posguerra
Al terminar la guerra civil, el teatro español pierde a los autores más innovadores de la época anterior -Valle-Inclán, García Lorca y Unamuno- y otros -Max Aub, Alberti o Casona- que están en el exilio.Mientras en Europa se representan obras renovadoras de Brecht o Artaud e irrumpe con fuerza el teatro del absurdo de Ionesco o Becket, en España se lleva a escena un teatro convencional que entronca con el melodrama o el teatro popular anterior y buscadivertir y entretener a un público conservador. Por otra parte, la censura de la época impide estrenar obras que planteen una mínima disidencia frente a los valores morales y sociales establecidos
Carácterísticas de este tipo de teatro:Un teatro bien construido, con diálogos sólidos, acción bien realizada, sorpresas calculadas, y que se desarrolla en interiores donde reina la comodidad y el confort; los personajes son casi siempre de clase media sin problemas económicos. Los temas se repiten: el amor, la infidelidad, altercados entre padres e hijos.
Un teatro cómico que a nada compromete, cuya intención crítica se centra en las costumbres de la burguésía, pero tratadas sin acritud. Algunos autores prueban con el melodrama moderado para reflejar los problemas morales o sociales y en la tradición de la alta comedia.Entre la larga lista de dramaturgos destacan: José María Pemán, que se inclina por un teatro acorde con la situación o por comedias costumbristas:
EL teatro de humor
Por lo general esta modalidad humorística se corresponde con obras insustanciales pero, al margen de ellas, sobresalen dos autores que realizan un teatro de humor renovado, un teatro con situaciones insólitas en las que lo inverosímil y lo absurdo se convierten en protagonistas.
Enrique Jardiel Poncela
Inicia su producción teatral antes de la Guerra Civil. Su base cómica es la inverosimilitud y lo fantástico para presentar una caricatura de la sociedad. Sus obras teatrales de preguerra son: Una noche de primavera sin sueño (1927), Usted tiene ojos de mujer fatal (1933), Angelina o el honor de un brigadier (1934).
Miguel Mihura
Su concepción del humor inverosímil y su postura inconformista ante las convenciones sociales lo convierten en un antecedente del teatro del absurdo. Su primera y gran obra, Tres sombreros de copa, no entendida en su momento (1932) y no se estrena hasta veinte años después. Por eso, Mihura cede ante el gusto del público burgués que va al teatro con obras más asequibles, como Ni pobre ni rico, sino todo lo contrario (1943),
El teatro existencialista y social
En la década de 1950 aparecen, como en los demás géneros, ciertas inquietudes existenciales en el teatro de autores como Antonio Buero Vallejo o Alfonso Sastre que alcanzan su plenitud en el Realismo social.
El Realismo existencialista y social aglutina a varios dramaturgos que forman un conjunto notable, aunque la censura les impide estrenar muchas de sus obras o les obliga a simular los mensajes políticos e ideológicos bajo un simbolismo a veces irreconocible. Estos autores transmiten primero el desasosiego del ser humano, pero pronto recrean la vida cotidiana española y transmiten la falta de libertad, la moral absurda, la injusticia social, la explotación del hombre por el hombre, la violencia, la discriminación, los conflictos ideológicos, e incluso, la miseria y la angustia del proletariado. Su tendencia es el Realismo crítico, alejado de todo costumbrismo o popularismo.
Antonio Buero Vallejo es el autor más importante de su tiempo. Nacido en Guadalajara, se inicia en la pintura, pero cambia su vocación por el teatro después de estar condenado a muerte tras la Guerra Civil y ser indultado en 1947. En su obra están siempre presentes la denuncia de la injusticia o el inconformismo ante un mundo hostil, el sufrimiento, la búsqueda de la verdad y la lucha por la libertad. Sus personajes, aunque apoyados en la esperanza, viven en un eterno interrogante. Vertebrado en torno a la condición humana, su teatro recupera la función catártica de la tragedia clásica: conmueve y obliga al espectador a tomar conciencia de lo que vive. En la obra de Buero se distinguen tres etapas:
Alfonso Sastre (1926), nacido en Madrid, pertenece a la línea más genuina del teatro social comprometido, del que es principal impulsor y teórico, y se caracteriza por una actitud de denuncia y una fuerte voluntad de renovación. Su obra apenas se representa en su momento por desconexión con el gusto del público y de gran parte de la crítica, o por problemas con la censura. De sus títulos destacan Escuadra hacia la muerte (1953), que plantea el conflicto entre el principio de autoridad y el de libertad y muestra un alegato contra la guerra; que vuelve al tema de la tiranía tratado por Lorca en La casa de Bernarda Alba; Muerte en el barrio (1955 En 1985 estrena con éxito La taberna fantástica, escrita veinte años antes.
José Martín Recuerda, granadino que escribe obras de fuerte contenido social como Las salvajes en Puente San Gil (1961), de ambiente valleinclanesco, y Las arrecogías del Beaterio de Santa María Egipcíaca (1970), que recrea el tema de Mariana Pineda. En esta época también inicia su actividad teatral Antonio Gala, que combina la comedia de salón con el teatro existencial y simbolista.
El teatro renovador y experimentalista
En torno al año 1965 se desarrolla una corriente teatral que elude las formas realistas y se plantea como objetivo situarse dentro de una estética experimental, por ello comienzan a tenerse como referentes las tendencias vanguardistas europeas que se venían desarrollando desde principios de siglo: el teatro épico de Brecht, el teatro de la crueldad de Artaud, el teatro surrealista de Jarry, el teatro del absurdo de Ionesco y Beckett y el teatro experimental. Se trata de mostrar la disidencia con el sistema establecido y elevar la protesta a través del teatro. Entre los autores más destacados, llamados en ocasiones “autores de teatro subterráneo”, sobresalen:
Francisco Nieva
La carroza de plomo candente (1973), Coronada y el toro (1975).
Miguel Romero Esteo:
Pasodoble (1973), Fiestas gordas del vino y del tocino (1975). Manuel Martínez Mediero: Las planchadoras (1974), Las hermanas de Búfalo Bill (1975). Antonio Martínez Ballesteros: Farsa de marionetas, Farsas contemporáneas (1969) Luis Riaza.
Fernando Arrabal Fernando Arrabal (1932), nacido en Melilla, pintor, novelista, cineasta y uno de los dramaturgos más originales de nuestro tiempo, acomete una revolución total del teatro en la línea vanguardista con su llamado teatro pánico, escrito y estrenado en Francia, de rasgos oníricos y críticos tomados del Surrealismo o de Valle-Inclán. Sobresale en él una actitud de rebeldía ante el absurdo y la sinrazón en el mundo. Entre sus obras destacan Pic-Nic (1952), El triciclo (1953), El cementerio de automóviles (1957), La coronación (1965), El gran ceremonial (1966) y El arquitecto y el emperador de Asiria (1967). En su última etapa se ha inclinado por lo que él mismo denomina teatro bufo en obras como Oye, Patria, mi aflicción (1975) o Róbame un billoncito (1977).
El último teatro
Tras el experimentalismo, casi todos los géneros literarios vuelven la vista a la tradición, de ahí la denominación de neorrealista que se aplica a la época posterior a 1975. Los escenarios españoles acogen espectáculos de los grupos independientes o de los autores anteriores que siguen estrenando, pero los nuevos dramaturgos se inclinan por una comedia neorrealista bien construida y que desarrolla temas de actualidad: la droga, el paro, los problemas de la juventud, la delincuencia, etc. El tratamiento de estos temas favorece la aparición de un nuevo costumbrismo, aunque esta vez con un matiz irónico. Entre los nuevos dramaturgos señálamos a José Sanchís Sinisterra, con Ñaque o De piojos y actores (1980) y ¡Ay,Carmela! (1986); Fermín Cabal,
T3.La novela. La novela de la inmediata posguerra
En la inmediata posguerra hay que hablar de novela falangista, similar en ideología a la poesía arraigada.. Los novelistas con el Imperio son jóvenes falangistas que quieren dejar constancia de la victoria como una gesta heroica y salvadora. Con estos presupuestos, aun valorando la calidad de algunas obras, hay que señalar que son novelas partidistas y propaganddistas.
Novela existencialista novela que no adopta los tonos desgarrados y angustiosos de la poesía desarraigada, coetánea suya, sino que se limita a expresar la conciencia del personaje o su peripecia individual en la lucha con el destino o con las circunstancias cotidianas. Son obras realistas, que intentan un camino de renovación en la posguerra, distinto a los falangistas. Su marco argumental se centra en la Guerra Civil o en los años grises de la posguerra. En este contexto destacan La familia de Pascual Duarte (1942), primera y notable novela de la extensa producción de Camilo José Cela;
Nada (1944), primera novela también de Carmen Laforet, la más existencialista de todas,, asimismo primera novela en la larga carrera de Miguel Delibes.
CAMILO JOSÉ CELA (1916-2002)
Se dedicó por entero a la literatura (fue premio Nobel en 1989) después de unos comienzos de oscuro funcionario. De ideas y visión del mundo tremendistas, cercano a Baroja en el pesimismo existencial y la escasa fe en la naturaleza humana, pasa por ser más un creador del lenguaje que un novelista en sentido estricto. Lo mejor de su producción, a juicio de los críticos, son algunas novelas y los libros de viaje, como Viaje a la Alcarria (1948), Del Miño al Bidasoa (1956. Su evolución novelística, siempre atenta a cambios y modas literarias, se reparte, como la novela española de esta época, entre el Realismo y la vanguardia. · En su primera etapa existencialista, llamada tremendista por los críticos, escribe, entre otras, La familia de Pascual Duarte (1942), cruda y excelente novela sobre la guerra que de forma ambigua culpa a la República de los desmanes y los malos pasos de su protagonista.· Su segunda etapa, paralela al Realismo social, está representada por La colmena (1951), muy influyente en la década por su técnica de secuencias narrativas y costumbristas, y por su visión despiadada del Madrid de la posguerra, donde se mueve un grupo colectivo de buscavidas.
· De su tercera etapa experimentalista son Vísperas, festividad y octava de San Camilo 1936 (1969) y Oficio de tinieblas 5 (1973). Desde 1980, su obra se completa, en parecida tendencia, con Mazurca para dos muertos (1983), Cristo versus Arizona (1988) yMadera de boj (1999).
Miguel Delibes (1920)
Es el novelista más coherente de nuestro tiempo. Fiel a sus convicciones ideológicas y a su perspectiva humanista, se mantiene siempre en el análisis del mundo rural marginado, en la crítica de una burguésía urbana despreocupada y en el logro de un lenguaje sobrio, natural y preciso de gran belleza.Autor de una obra extensa y variada, en que figuran libros de viaje y crónicas, comienza su etapa existencial.
Pronto desemboca en el Realismo de ambiente rural, unas veces con tono amable en El camino (1950), pequeña obra maestra de observación y lenguaje, y otras con desgarro en Las ratas (1962), testimonio ácido sobre la indefensión de los campesinos y una de sus mejores novelas,.También aplica el Realismo al análisis de los ambientes urbanos, bien para denunciar la desolación del ser humano en la sociedad en La hoja roja (1959), una novela inolvidable sobre un jubilado, o bien para criticar a la burguésía estúpida, inútil y provinciana, enCinco horas con Mario (1966),).Sus novelas recientes son Cartas de amor de un sexagenario voluptuoso (1983), 377A, ).
GONZALO TORRRENTE BALLESTER
Recibíó un sorprendente reconocimiento crítico en 1972, al publicar La saga/fuga de J.B., después de treinta años sin ser valorado por su obra. En su trayectoria hay que distinguir cuatro etapas: · La primera cuenta con una novela sobre la guerra, Javier Marino (1943), y otras de tipo desmitificador,· La segunda, realista y tradicional, está representada por la trilogía histórica Los gozos y las sombras (El señor llega, 1957; La tercera, que mezcla la renovación estructural de la época con la fantasía, el humor y la parodia del experimentalismo, abarcaLa saga/fuga de J.B. (1972), Fragmentos de apocalipsis (1977) (1980).· En la cuarta, que progresa en humor y juego literario, están Yo no soy yo, evidentemente (1987), Filomeno, a mi pesar (1988) oCrónica del rey pasmado (1989).
Novela social
Se desarrolla en España al tiempo que la poesía social. Los nuevos novelistas intentan presentar con objetividad su testimonio sobre los recuerdos de la guerra, los conflictos de la vida colectiva española, los ambientes concretos del trabajo. Exigen con sus creaciones un cambio en la sociedad. Esta novela supera a su predecesora existencialista en la innovación técnica y en la actitud ideológica. Los novelistas que la cultivan utilizan un narrador oculto, como una cámara cinematográfica que se limita a presenciar los hechos .El modelo de la novela social lo da, sin duda alguna, Los bravos de Jesús Fernández Santos, que muestra la miseria de la posguerra en un pequeño pueblo controlado por un cacique, y lo lleva a su madurez El jarama de Rafael Sánchez Ferlosio,que refleja la falta de ilusión y el sinsentido en la vida de unos jóvenes trabajadores madrileños que pasan un domingo en un merendero del río Jarama. Junto a ellos, destacan:Ana María Matute,Juan Goytisolo ,Martín Gaite, Juan Marsé, Luis Goytisolo, Ignacio Aldecoa , Carmen Martín Gaite .
JESÚS FERNÁNDEZ SANTOS
Inaugura el Realismo social con Los bravos (1954), novela que muestra la miseria de la posguerra en un pequeño pueblo controlado por un cacique. En el mismo estilo publica En la hoguera (1957) y Laberintos (1964), y con una estructura más compleja. Finalmente, impulsa en España el auge de la novela histórica con Extramuros (1978), Cabrera (1981) ), entre otras
.IGNACIO ALDECOA (1925-1969)Excelente novelista y un gran escritor de cuentos –El corazón y otros frutos amargos (1959), ) -, destaca por su compromiso ético, la verosimilitud de sus historias y la precisión y belleza de su prosa. En sus obras narra el dramatismo y la tensión del hombre en su lucha con la vida, el destino o el trabajo.
RAFAEL SÁNCHEZ FERLOSIO (1926) Ocupa un lugar de privilegio en la novela contemporánea con Industrias y andanzas de Alfanhui (1951), precedente en España del Realismo mágico al mezclar realidad cotidiana y fantasía con un lenguaje poético, y El Jarama (1956), hito del Realismo social que, mediante la sobriedad de los diálogos, refleja la falta de ilusión y el sinsentido en la vida de unos jóvenes trabajadores madrileños que pasan un domingo en un merendero del río Jarama.
CARMEN MARTÍN GAITE (1925-2000)
Ofrece una progresión evidente en su trayectoria. Después de Entre visillos (1958), espléndido ejemplo de la renovación narrativa, y tras un relato algo folletinesco, Fragmentos de interior (1976), logra su mejor novela en El cuarto de atrás (1978), obra a medio camino entre la autobiografía, la memoria y el consciente onírico.),Renovación narrativa.
En 1962 se publica Tiempo de silencio de Luis Martín Santos, que supone un cambio renovador en la novela española. Esta renovación no se debe a cambios temáticos o de actitud, sino a la utilización de nuevas estructuras y técnicas narrativas.Tiempo de silencio, en efecto, modifica el Realismo e influye en todos los novelistas de la época: como el Realismo social, mantiene el compromiso social, la intención crítica, la denuncia de personas e instituciones y la actitud testimonial, pero sustituye las sencillas técnicas realistas por otras más complejas que son piedra de toque en la narrativa universal del Siglo XX. Así, Martín Santos, atento a las tendencias innovadoras europeas y americanas -ejemplarizadas en la obra de Proust, Kafka, Joyce,Huxley, Faulkner y otros novelistas-, construye su novela mediante una estructura que rompe con la linealidad y en la que destacan el monólogo interior, el contrapunto (acciones paralelas), el perspectivismo (puntos de vista distintos sobre la realidad), el desorden temporal, la concepción mítica de la realidad cotidiana (las personas y las cosas se transforman en remedos de mitos clásicos), la conversión del narrador en intérprete de la acción, la implicación del autor en la obra (mediante digresiones intercaladas en el texto) y la riqueza verbal extraída de distintos registros lingüísticos.Luis MARTÍN SANTOS (1926-1964)
Conocido psiquiatra nacido en Marruecos -su padre era médico militar-, muere en un accidente de tráfico que interrumpe una carrera de comienzos tan brillantes. Publica libros de psiquiatría y Tiempo de silencio. Póstumos son Tiempo de destrucción (1975), novela inconclusa, y sus cuentos publicados bajo el título de Apólogos (1970).
Juan MARSÉ (1933)
Es un autodidacta y un novelista «de raza». Realista siempre, aunque con técnicas renovadas, critica a la burguésía despreocupada ya en sus primeras novelas , pero alcanza su mayor carga ideológica en Últimas tardes con Teresa (1966), obra renovadora que analiza con dureza a la burguésía que juega a ser revolucionaria y al marginado que intenta desclasarse. La renovación prosigue en La oscura historia de la prima Montse (1970) y se intensifica en Si te dicen que caí (1973), un ajuste de cuentas con la historia colectiva de la posguerra. Sus últimas novelas mantienen el pulso narrativo: Un día volveré (1982),.).
Juan BENET (1927-1993)
Es uno de los autores emblemáticos de la renovación narrativa. Sus firmes postulados estilísticos se inclinan por la indagación del discurso textual y en contra de los elementos argumentales. En esa línea, y centrado casi de modo exclusivo en la recreación de la Guerra Civil en un lugar mítico, La renovación narrativa despierta tal anhelo de cambio que desemboca de modo progresivo en la novela experimentalista. A esta novela contribuyen los novelistas hispanoamericanos del momento:
Julio Cortázar, Carlos Fuentes, Juan Carlos Onetti, Vargas Llosa, etc.El experimentalismo piensa que “la novela tradicional ha muerto”. Defiende que hay que destruir el personaje, la acción, la trama y el argumento. El resultado es un nuevo manierismo formalista que lleva a la novela a un callejón sin salida, a la redacción de textos incomprensibles y al consiguiente alejamiento de lectores.En esta línea se publican obras, como La saga/fuga de J.B. de Gonzalo Torrente Ballester, Si te dicen que caí de Juan Marsé y Escuela de mandarines de Miguel Espinosa.
Novela última. Desde 1975 hasta hoy, la novela vive un periodo feliz. Por un lado aparecen más autores nuevos y se publican más títulos que antes. De otro, los novelistas vuelven los ojos a la tradición, escribiendo historias transparentes, que devuelven el optimismo al lector.
Carácterísticas: simplificación de las estructuras narrativas, recuperación del argumento, la trama y los personajes, utilización de las personas narrativas tradicionales, presencia de diálogos, abandono de las intenciones políticas.Los novelistas se proponen contar historias, bien a través de la fantasía o la imaginación, e incluso el humor, bien a través de un Realismo diferente al de sus antecesores por la presencia de elementos oníricos, subjetivos o imaginarios que también forman parte de la realidad.·
Neorrealistas:
Son las ultimas obras de Delibes, Torrente, Marse, Fernández Santos y Martín Gaite, pero también las de los autores nuevos. ·
Neorrealismo psicológico:
hay en Álvaro Pombo, José María Guelbenzu (el río de la luna, 1982), Juan José Millas y Enrique Vila-Matas entre otros. ·
Neorrealismo social:
encontramos en Lourdes Ortiz (antes de la batalla, 1992), Manuel Longares entre otros. ·
Neorrealismo fantástico, mítico y esperpéntico:
José María Merino, Luís Mateo Diez, Juan Pedro Aparicio.Relacionadas con el neorrealismo están la novela histórica de Eduardo Alonso y Paloma Díaz-Mas , o la novela de intriga de
Eduardo Mendoza, Vázquez Montalbán, y Antonio Muñoz Molina (El invierno en Lisboa, 1987).
EDUARDO MENDOZA (1943)
Contribuye a la recuperación del lenguaje narrativo en la novela de los últimos años e impulsa las nuevas tendencias (intriga, histórica y neorrealista), desde su primera y madura novela La verdad sobre el caso Savolta (1975), narración total que alterna lo histórico, lo social y lo realista con la intriga policial esperpéntica. Luego publica, entre otras, La ciudad de los prodigios