Privilegiado para derrotar el tiempo y recobrar lo vivido
- El amor y los celos
Aspectos formales
No son los personajes o el argumento de En busca del tiempo perdido los que hacen de esta novela una obra maestra. Sus aportaciones pueden concretarse en dos puntos que revolucionarán, en adelante, la narrativa occidental:
- El narrador
- La voluntad de estilo
La compleja sintaxis, con oraciones largas y enrevesadas ralentizan el tiempo de la narración. A ello contribuyen también las descripciones minuciosas, hipertrofiadas. Los detalles, lo trivial convertido en trascendente definen el mundo interior del narrador, que se sitúa como objeto principal del relato.
Franz Kafka: Su identidad compleja
Su identidad compleja (checo, judío y germanohablante), la conflictiva relación con su padre, la disociación entre una vida gris y la pasión por escribir, y su personalidad atormentada influyen en su obra, de carácter simbólico o alegórico (La metamorfosis, El proceso y El castillo).
La generación perdida
Se trata de un grupo de escritores norteamericanos que participaron en la Gran Guerra y fijaron su residencia en Europa. Comparten el antimilitarismo y la actitud crítica hacia la sociedad norteamericana, en obras como El gran Gatsby, de Scott Fitzgerald; Manhattan Transfer, de John Dos Passos; o El ruido y la furia, de William Faulkner. A excepción de Fitzgerald y Ernest Hemingway, se caracterizan también por el uso de técnicas experimentales.
La novela y la Segunda Guerra Mundial
Son numerosos los autores que indagan en el origen y desarrollo de los totalitarismos europeos y reflejan en sus obras las repercusiones de la guerra (Irène Némirovsky, Giorgio Bassani, Elsa Morante, Boris Pasternak, Norman Mailer, Günter Grass, Heinrich Böll). El Holocausto es objeto de atención en las obras de Primo Levi, Imre Kertész o Jorge Semprún.
En este relato se ha querido ver una alegoría del enfrentamiento del hombre ante un mundo moderno que lo oprime y lo borra. La metamorfosis es un relato dividido en tres partes, donde se narra la transformación de Gregorio Samsa, un viajante de comercio de telas, en un monstruoso insecto, y el impacto que tendrá este acontecimiento no solo en su vida, sino en la de su familia. La historia comienza con el despertar de Gregorio Samsa en la habitación de su casa y la sensación de haber tenido un sueño intranquilo. Luego va descubriendo, poco a poco, su nueva situación: sus innumerables patas, su abdomen abombado, el caparazón en que ahora se ha convertido su espalda, sus nuevas y fuertes mandíbulas.
Este acontecimiento, que se enmarca dentro de lo fantástico, desencadenará una serie de problemas para Gregorio y su familia. En primer lugar, Gregorio es el único sostén de la familia Samsa, compuesta por su hermana y sus padres; su trabajo como viajante de comercio le permite asumir estos gastos del hogar e ir pagando una deuda contraída por el padre con su actual patrón. Pese a todo, la primera preocupación de Gregorio será cómo justificar su situación actual ante su jefe, su retraso (debía tomar el tren de las cinco de la mañana). No ha caído en la cuenta, aún, de la gravedad de su situación. Incluso opta por dormir un poco más, con la esperanza de que la transformación se revierta y todo vuelva a la normalidad. Un apoderado de los almacenes donde trabaja Gregorio vendrá a buscarlo a la casa, indignado por la situación. Gregorio hará enormes esfuerzos por abrir la puerta y entonces aparecerá, por primera vez, a la vista de su familia con su nueva forma: la de un enorme escarabajo. La familia no sabe, al principio, cómo actuar en la nueva situación. La hermana, que siente gran cariño por Gregorio, sin embargo, se apiadará de su hermano y será quien lo alimente y cuide. La economía familiar, principal preocupación de todos en vista del estado de Gregorio, se someterá a nuevos ajustes: se recortarán los gastos del hogar al máximo, la criada pasará a ir solamente dos veces al día para hacer limpieza, habrá que alquilar una de las habitaciones a tres inquilinos, y los tres miembros de la familia se verán obligados a trabajar. La nueva situación con los inquilinos generará, sin embargo, conflictos. Los hombres son muy exigentes con la limpieza y la familia trata de mantener en secreto a Gregorio. Una noche, la hermana, Greta, tocará el violín para los inquilinos y estos, atraídos por la música, la invitarán a tocar en el salón, muerto en el cuarto.