La Literatura en el Contexto de la Ilustración
La Ilustración, que recorrió toda Europa en su afán de renovar el pensamiento y la mentalidad reinantes, llegó a España en el siglo XVIII. Se sustentaba en los siguientes pilares:
- El uso de la razón como fuente del conocimiento y del saber, y como medio para servir a los ciudadanos.
- El dominio de la naturaleza.
- Un fuerte anticlericalismo, que llevaba a la búsqueda de una religión sin clero.
- El espíritu reformista que recorría todos los ámbitos.
- La recuperación de la estética de los clásicos grecolatinos.
Jovellanos
Gaspar Melchor de Jovellanos tuvo una vida intelectual y política intensa, marcada por un espíritu reformador e ilustrado. Creía que el origen de todos los males de un país está en la ignorancia; la felicidad y la prosperidad radican en la buena instrucción pública. Por ello se propuso reformar la enseñanza para reformar con ella el país. Estableció normas sobre los espectáculos y diversiones públicas para que se evitasen aquellos que pudieran perjudicar la moral o el civismo de los individuos.
Cadalso
José Cadalso y Vázquez nació en Sevilla en 1741, aunque su familia procedía de Vizcaya. Su madre murió al nacer y su padre lo dejó para irse a Almería. Se educó con los jesuitas. Viajó a Francia y cuando regresó a España se sintió muy defraudado. Frecuentó las tertulias literarias, como la Fonda de San Esteban, y entabló amistad con escritores como Jovellanos, Iriarte y Meléndez Valdés. Murió a los 40 años.
Cartas Marruecas: Una Realidad, Tres Perspectivas
Siguiendo la moda del género epistolar, que imperaba en Europa en el siglo XVIII, Cadalso escribió 90 cartas:
- Un español: Nuño.
- Un marroquí: el joven Gazel, que había venido a España con el embajador y decide quedarse para conocer mejor el país.
- Otro marroquí: el maestro Gazel, que se encuentra en Marruecos (Ben-Beley).
De esta forma, Cadalso consigue una doble finalidad:
- Presentar de forma objetiva los hechos, gracias a que el protagonista es extranjero.
- Abordar la realidad desde tres perspectivas diferentes, que son las de los tres personajes.
Entre la Esperanza y el Desengaño
En Cadalso conviven el optimismo y el pesimismo: el ansia de reforma de los ilustrados, unida a su visión desengañada de intelectual decepcionado y escéptico.
España en el Punto de Mira
Los temas de las cartas son diversos, pero en todos subyace España, buscando siempre el justo medio: ideal del hombre que usa la razón. La mayor crítica de su obra recae en la nobleza.
El Teatro Neoclásico: Moratín
Entre el Barroco y el Romanticismo
En la primera mitad del siglo XVIII perdura en los escenarios españoles el ya decadente teatro barroco, que los defensores del neoclasicismo intentarán desterrar hacia la segunda parte de la centuria. Para ello será necesario seguir los modelos extranjeros. Se enfrentaban las pretensiones cultas de los ilustrados con la afición del pueblo, que buscaba en el teatro la posibilidad de divertirse sin que, para conseguirlo, necesitara hacer el esfuerzo de pensar. Los neoclásicos propusieron que los poderes públicos regularan las normas teatrales. En realidad, el éxito no lo alcanzaron las obras propiamente neoclásicas, sino un género popular heredero de los entremeses: el sainete, además de la comedia sentimental.
Características del Teatro Neoclásico
- Separación de géneros.
- Respeto a la regla de las tres unidades.
- Adecuación del lenguaje a los personajes.
- Intención didáctica:
- Censura de vicios o costumbres sociales impropias.
- Ejemplo y escarmiento.
- Verosimilitud de la realidad retratada.
- Uso del verso o de la prosa.
Leandro Fernández de Moratín
Era introvertido y tímido, y huía de las posturas extremas y violentas. Colaboró con los franceses porque confiaba en que era la única manera de que España se europeizara y saliera de su inmovilismo. Buscaba encontrar la fórmula teatral que los intelectuales buscaban para dar forma a sus ideas ilustradas.
La Comedia de Moratín
Tiene un fin didáctico (propio del contexto reformista). Utiliza una fórmula dramática nueva para sustituir al teatro posbarroco. Entre sus obras destacan:
- El viejo y la niña (1790)
- El barón (1803)
- El sí de las niñas (1806)
La comedia nueva o El café
El ignorante don Eleuterio, movido por la pobreza y adulado y engañado por el pedante don Hermógenes, lleva a la escena una comedia de estilo posbarroco. El ilustrado don Pedro critica con dureza tal intento y pretende desengañar al autor. Le ofrece un trabajo para que puedan volver a ser lo que eran: él, un trabajador de bien, y su esposa, una buena madre de familia.
Contra los Escritores que Entontecen al Vulgo
Aquí critica don Pedro las desatinadas y monstruosas obras de estilo posbarroco y muestra la necesidad de una reforma profunda en el teatro.
Por el Placer de la Virtud
Como buen ilustrado, el autor se muestra partidario de practicar la virtud y ser hombre de bien.
Por el Desengaño y la Enmienda
Para reconciliar a don Eleuterio con la razón, debía reconocer el error en que estaba y renunciar a ser autor de un teatro corrompido.