La leyenda de Maese Pérez, el organista de Sevilla

LEYENDAS SEVILLANAS

14ª leyenda: Maese Pérez, el organista

Resumen

Esta leyenda habla de un músico que tocaba el órgano de forma excepcional. Su fama era reconocida por toda la ciudad y el día de Nochebuena tocaba en la iglesia de Santa Inés. Allí se congregaba una multitud, desde los más pobres hasta los más influyentes. Maese Pérez se negaba a tocar en otro órgano que no fuera el de Santa Inés.

Era la víspera de Navidad y se esperaba al maestro con impaciencia para la misa. Pero se retrasaba. Entró un hombre anunciando que el músico ciego estaba enfermo y no podría tocar. Un hombre que también tocaba el órgano, aunque lo hacía muy mal, se ofreció a sustituirlo. En ese momento, alguien anunció la llegada de Maese Pérez.

Estaba débil y a punto de morir, pero ni su hija lo había podido detener. Él decía que era su última misa y que quería tocarla.

Al final de la misa, Maese Pérez murió tocando el órgano.

Pasó un año. La misa la tocaría el hombre que quiso sustituir a Maese Pérez, el organista de San Román. La gente planeaba no dejarlo tocar, montando un escándalo.

Cuando iba a empezar la música, en lugar de los ruidos desacordados que esperaban, oyeron una música igual a la de Maese Pérez. La gente se conmovió y dejó tocar al organista de San Román.

Confuso, el organista bajó del órgano al acabar la música y accedió a algo que Maese Pérez nunca había aceptado: al año siguiente, tocaría en la catedral, en vez de en Santa Inés.

Pasó otro año. La hija de Maese Pérez y la abadesa estaban en la iglesia. Este año no habría otros asistentes; todos irían a la catedral. En la iglesia tocaría la hija de Maese. Hablando con la abadesa, confesó que, al ensayar el día anterior, creyó ver a su padre, pero la abadesa no la creyó. Llegó el momento de la misa y, al sentarse en el banco, la hija vio a su padre. Lo dijo, y aunque nadie vio nada, el órgano estaba solo y sonaba como solo Maese Pérez sabía. La música de ese año en Santa Inés fue la de siempre, y se dice que la de la catedral fue horrorosa.

El misterioso ánima siguió tocando todos los años, hasta que cambiaron el órgano. Desde entonces, no se le ha vuelto a oír.

Personajes

  • Maese Pérez
  • Su hija
  • El organista de San Román
  • El prelado
  • La abadesa

Sitio y época

Sevilla, siglo XVI o XVII.

Vocabulario

  • Ajimez: ventana adornada con un arco, dentro del cual se sitúan otros, separados por una columna.
  • Bisojo: bizco.
  • Broqueles: escudos pequeños.
  • Busilis: la parte de difícil solución o entendimiento de un asunto.
  • Caballeros veinticuatro: regidores del municipio.
  • Carraca: instrumento popular que produce un ruido discordante.
  • Cintarazos: golpe dado con la espada de plano.
  • Demandadera: mujer que, en los conventos de monjas, hace los encargos fuera de la residencia.
  • Deudos: parientes.
  • Encomienda: cruz bordada en el vestido como insignia de alguna orden de caballería.
  • Esquilón: campana pequeña.
  • Gavilán: hierros que, en la espada, forman la cruz de la empuñadura.
  • Gorguera: adorno del cuello de los caballeros.
  • Jerarquía: orden en el coro de los ángeles.
  • Jifero: trabajador del matadero.
  • Justillo: prenda interior que no llega más abajo de la cintura y sin mangas.
  • Limosnero: caritativo.
  • Lonjista: persona que vende en una tienda.
  • Maese: maestro en un arte menor.
  • Ministriles: alguaciles o policía.
  • Paternoster: nombre latino de la oración “Padre nuestro”.
  • Perdulario: persona de mal aspecto.
  • Señores de la cruz verde: los inquisidores.

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