La Generación del 98 y la Obra de Antonio Machado: Un Recorrido Literario

La Generación del 98: Contexto y Características

La Generación del 98 marcó un hito en la literatura española. Los poetas de esta generación decidieron implicarse en la actualidad y profundizar en la sociedad, reflejando en sus obras la realidad de la época.

Entre los principales exponentes encontramos a Antonio Machado como poeta, Azorín y Unamuno como narradores, y Valle-Inclán como dramaturgo. Fue precisamente Azorín quien, en 1915, acuñó el término «Generación del 98» para referirse a este grupo de escritores. Todos ellos compartían una serie de características comunes:

  • Nacimiento en años próximos, con una diferencia de entre 10 y 11 años.
  • Formación intelectual similar.
  • Autodidactismo: no se adscribieron a escuelas concretas, sino que se formaron de manera autónoma.
  • Relaciones personales: coincidían en actos públicos, colaboraban en publicaciones, etc.
  • Un acontecimiento común que marcó un punto de inflexión en su obra: el Desastre del 98, que supuso la pérdida de las últimas colonias españolas.
  • Unamuno, el más erudito del grupo, ejerció como líder intelectual.
  • Estilo literario similar, caracterizado por la sencillez, la sobriedad y el uso de recursos literarios comunes.

Temas Principales de la Generación del 98

La situación de España era su principal preocupación. Sentían un profundo amor por su país y les dolían los acontecimientos que estaban sucediendo. Consideraban Castilla como el símbolo de España y, aunque la mayoría de ellos provenían de la periferia, centraron allí gran parte de sus obras. Además, mostraban un interés por la apertura a Europa. Dentro de la historia de España, les interesaba la intrahistoria, la historia no oficial, la vida cotidiana del pueblo, más allá de los grandes acontecimientos y los gobernantes. En sus obras predomina un marcado subjetivismo.

Otro tema recurrente es el sentido de la existencia. Dentro de este, abordan cuestiones como la existencia de Dios. Algunos de ellos evolucionaron hacia el ateísmo, debatiéndose entre la razón y la fe. Su literatura se caracteriza por la sencillez y un lenguaje muy cuidado, buscando siempre la palabra precisa. Recuperan palabras del terruño, rescatando un castellano casi desaparecido.

El poeta por excelencia de la Generación del 98 es Antonio Machado. Sin embargo, otros autores también cultivaron la poesía, aunque no fuera su género principal. Entre ellos, destacan Miguel de Unamuno, con obras como Poesías y Rosario de sonetos líricos, y Valle-Inclán, con Aromas de leyenda y El pasajero.

Antonio Machado: Vida y Obra

Antonio Machado nació en Sevilla, ciudad que influyó notablemente en su poesía. Se trasladó a Madrid y estudió en la Institución Libre de Enseñanza. Desde joven, su vocación fue la escritura, lo que le llevó a París, donde conoció el Modernismo y al propio Rubén Darío. Sin embargo, tuvo que regresar a Madrid debido a las dificultades que experimentó en la capital francesa. Obtuvo la cátedra de francés y se trasladó a Soria, donde conoció a Leonor Izquierdo, el amor de su vida. Juntos regresaron a Francia, pero Leonor enfermó y tuvieron que volver a Soria, donde falleció poco después. Tras esta trágica pérdida, Antonio se mudó a Baeza, sumido en una profunda tristeza por la ausencia de Leonor. Allí entró en contacto con trabajadores explotados y comenzó a identificarse con el republicanismo. Finalmente, se trasladó a Segovia, donde se posicionó del lado republicano, lo que le obligó a exiliarse a Collioure (Francia) al estallar la Guerra Civil. Falleció poco después de llegar a esta localidad francesa.

La Poesía de Antonio Machado

La poesía de Machado está influenciada por Bécquer, los simbolistas franceses, la poesía sevillana y Rubén Darío. Los temas centrales de su obra son la búsqueda de la esencia de las cosas y el transcurso del tiempo. Su poesía es intimista (la poesía como expresión del sentimiento), subjetiva (escrita desde el interior) y reflexiva introspectiva (expresión del fondo de su ser).

En su obra se observa una clara evolución del «yo» al «nosotros». Al principio, el protagonista es él mismo, mientras que al final se centra en la colectividad. Además, comienza dentro de la corriente modernista y va depurando su estilo, eliminando la ornamentación propia del Modernismo hasta alcanzar una poesía sencilla y esencial.

Su primer libro, Soledades (1903), es de corte modernista. Lo reeditó en 1907 con el título Soledades, Galerías y otros poemas, eliminando los poemas más marcadamente modernistas. Los temas principales de este libro son la melancolía, la ausencia y la búsqueda del amor, la búsqueda de Dios, la tarde, etc.

Sus poemas no se centran en un tema concreto, sino que expresan sus sensaciones a través de símbolos. Algunos de los más recurrentes son el camino (sendero de la vida), el agua (fuente de la vida naciente, río de la vida, mar de la muerte) y los sueños (lo deseado, el recuerdo).

Campos de Castilla: Una Obra Clave

Campos de Castilla se publicó en 1912, enmarcado en su segunda etapa, en la que depura su estilo poético. Es un libro muy variado, con temas como Soria, los paisajes de Castilla, las gentes de Castilla y el sentir de la gente castellana. Estos poemas fueron escritos después de la muerte de Leonor, por lo que son muy conmovedores y reflejan un regreso al intimismo. Incluye una extensa leyenda, «La tierra de Alvargonzález», escrita en romance, así como proverbios y cantares (poemas breves con una enseñanza), que continuará en Nuevas Canciones. Con esta obra, Machado alcanza su madurez poética.

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