La Gramática en la Edad Media
Durante la Edad Media, el latín era la única lengua que se estudiaba. La enseñanza básica consistía en el aprendizaje de las siete artes liberales. Los únicos que tenían acceso al saber eran el clero, y los nobles o plebeyos tenían que hacerse clérigos si querían acceder a él. La caída del Imperio Romano coincide con la Alta Edad Media, que es la época oscura, la invasión de los bárbaros, y coincidió con la difusión del cristianismo. La Iglesia era el único sostén fuerte de la educación. En el centro de cualquier actividad estaba la Biblia. En la Baja Edad Media, el lugar que ocupaba la Iglesia lo va a ocupar la filosofía. Hay dos tendencias que son las gramáticas orientadas al aprendizaje del latín para conocer a los autores clásicos y la gramática especulativa o filosófica. El latín fue objeto de estudio, pero no fue el único, ya que aparecen unos trabajos sobre las lenguas vernáculas o vulgares, como el del anónimo islandés. La primera defensa de las lenguas vulgares aparece en una obra de Dante, De Vulgari Eloquentia. Defiende estas lenguas porque considera que son más nobles que la lengua latina, y el uso del latín no está al alcance de todo el mundo. Dante es el primero en la historia que trata de elaborar una lengua estándar. De la Baja Latinitad proceden dos tipos de gramática: de tipo escolar y regulare o kanones.
San Isidoro de Sevilla fue una figura clave. Su obra más importante son las Etimologías, que son como enciclopedias. Constan de 20 libros. Fue uno de los libros preferidos de los estudiantes y un libro de referencia por la claridad de su exposición. Dedica gran extensión a la gramática, aunque presta atención a las siete artes liberales. Piensa que a través del estudio de las palabras se puede llegar a comprender la naturaleza de los objetos. Destaca su interés por la lengua literaria y su concepción de la gramática como base del conocimiento humano. Con él, las categorías gramaticales se convierten en filosóficas. A finales de la Alta Edad Media se componen diversos manuales destinados a la enseñanza del latín. Se componen de manuales en verso como Doctrinale de Villa Dei y Graecismus de Bethune. Están escritas en un latín tosco y responden a la idea de que las normas se retienen mejor en verso que en prosa.
Los Modistas y los Modos de Significar
Los modistas trataron de establecer una relación simétrica entre el mundo de los objetos, de los conceptos y de los signos, considerando que existía un paralelismo entre los tres niveles. Se aventuraron por primera vez a la búsqueda de universales lingüísticos. La realidad es común e idéntica, así que también lo serán los conceptos con los que aprendemos. La realidad, a través de los conceptos, se refleja en el lenguaje. La escolástica da a la gramática fundamentos lógicos y metafísicos. La finalidad de la gramática es elaborar una teoría general del lenguaje válida para todas las lenguas. Los contenidos de la gramática son: ortografía, prosodia, etimología y sintaxis, aunque los modistas se centran más en las dos últimas. Los modistas desarrollan los modos de significar que aplicarán después a la etimología y a la sintaxis.
Modos de Significar
La estructura de la realidad y del pensamiento se refleja en el lenguaje. A través de él se expresan los conceptos con los que aprendemos la realidad. Hay tres niveles: ser, entender y significar (realidad, pensamiento, lenguaje). A cada nivel le corresponde un modo: essendi, intelligendi y significandi. El modo de significar viene determinado por las propiedades del objeto designado y por cómo las haya conceptualizado o captado la mente. Estos modos son descritos por la metafísica. Las palabras tienen dos significados: significatio y consignificatio. La significatio es el concepto en tanto que es expresado por una secuencia de sonidos, es el modo de significar pasivo. La consignificatio que tienen las palabras depende de las propiedades de las cosas y de cómo las haya captado la mente, el entendimiento. Los modos significandi activos son objeto de la gramática y serán las categorías definitorias de las partes de la oración. El modo de significar del nombre lo es en cuanto el ente que expresa el hábito y la permanencia, mientras que el verbo expresa el proceso o el devenir. En cuanto al sustantivo y adjetivo, el modo de ser, la propiedad de la cosa que va a diferenciar a sustantivo y adjetivo que están dentro del nombre es la distinción. Los nombres comunes tienen dos modos: de estar por sí solo, propiedad de la cosa que es la de la esencia determinada, y de adyacencia, procede de una propiedad de la cosa, la de adherirse a otro ser, el modo adjetivo. El sustantivo puede aparecer solo en la oración, pero el adjetivo no. Los modistas dividen el sustantivo y el adjetivo en dos clases que desde los estoicos estaban unidas.