La Casa de Bernarda Alba: Represión, Tradición y Rebelión en la Obra de Lorca

Vida y Obra de Federico García Lorca

Federico García Lorca nació en Fuente Vaqueros, Granada, el 5 de junio de 1898, y murió fusilado el 18 de agosto de 1936. Inicialmente músico, se consagró como escritor dentro de la Generación del 27. Esta generación, que surgió en 1927 durante la conmemoración del tricentenario de la muerte de Góngora, incluyó a una diversidad de artistas (escultores, pintores, escritores, músicos, etc.). Su objetivo principal era romper con el Modernismo y explorar nuevas formas de expresión literaria. Sin embargo, el estallido de la Guerra Civil Española marcó un cambio en la temática de sus obras, que se tornaron más civiles y políticas. Además de Lorca, la Generación del 27 contó con figuras destacadas como Rafael Alberti, Emilio Prados y el grupo de mujeres conocido como «Las Sinsombrero».

Los viajes de Lorca influyeron significativamente en su escritura. Entre sus obras más notables se encuentran Romancero Gitano (1928), Poeta en Nueva York (1929) y su última obra, La casa de Bernarda Alba (1936), que analizaremos a continuación.

Contexto y Publicación de ‘La Casa de Bernarda Alba’

Lorca concluyó La casa de Bernarda Alba en junio de 1936, dos meses antes de su muerte. La obra no se publicó hasta 1945, cuando Margarita Xirgu la estrenó en Buenos Aires. En España, no se representó hasta 1965. Esta obra, la más famosa de García Lorca, marcó una transición del teatro poético al realismo, y más concretamente, al drama. La obra se estructura en tres actos y culmina en un trágico final. Está escrita en forma de diálogo, sin un narrador explícito; la información se transmite a través de las acotaciones y las conversaciones entre los personajes.

Análisis Estructural y de Personajes

Estructura

  • Estructura Externa: La obra se compone de diálogos y acotaciones.
  • Estructura Interna: Cada fragmento se puede dividir según los eventos y temas que aborda.

Personajes Principales

  • Poncia: Mano derecha de Bernarda, es la única que la tutea y trabaja para ella.
  • Bernarda Alba: Matriarca de la casa, figura autoritaria tanto con el pueblo como con sus hijas. Defensora de la tradición y la honra.
  • Amelia: Hija mediana, intenta mantener una actitud resignada y sumisa ante su madre.
  • Adela: Hija menor, rebelde y con un fuerte deseo de libertad.
  • Martirio: Actitud pasiva, aunque a lo largo de la obra se revela su envidia y celos hacia Adela.
  • Magdalena: Resignada a su condición de mujer.
  • Criada: Criada de Bernarda, de carácter sumiso.
  • Personajes secundarios mencionados: La hija de la Librada (texto 2), Pepe el Romano (texto 3), Mujer 4ª y Angustias (texto 1).

Análisis Temático y Estilístico

Temas recurrentes

Tiempo, espacio, temas principales (represión, libertad, tradición), diálogos, recursos literarios y simbolismo.

Análisis de los Textos

Texto 1

Los diálogos son directos y con expresiones coloquiales («veneno de sus lenguas»). Predominan las oraciones simples, que aportan dinamismo (líneas 22, 23, 24, entre otras), así como las oraciones exclamativas e interrogativas. El lenguaje de Bernarda es más imperativo (línea 5). Se observan recursos como la hipérbole (líneas 11 y 14). Los símbolos clave incluyen el río (vida) y el pozo (muerte) (línea 15), el abanico negro (luto y muerte) y el bastón de Bernarda (poder y autoritarismo). El calor sofocante, representado por la petición del abanico, simboliza la tensión dramática.

Texto 2

Los diálogos mantienen un estilo directo y coloquial («mujeres ventaneras»). Las oraciones enunciativas son predominantes, proporcionando dinamismo (líneas 12, 22, 24). Bernarda utiliza un lenguaje más complejo e imperativo (línea 30). Las intervenciones de Bernarda y Poncia son más extensas. Los campos de olivo (línea 29) simbolizan la libertad (lugar de encuentros amorosos), pero en este contexto representan represión y muerte. El gesto de Adela de agarrarse el vientre (línea 40) sugiere un embarazo y su temor a un destino similar al de la hija de la Librada. Se identifican hipérboles (líneas 28 y 29) y la metáfora «desate mi lengua» (línea 7), que alude a la amenaza de Adela.

Texto 3

La obra carece de narrador; la historia se desarrolla a través de los diálogos y las acotaciones. Destacan las acotaciones de Adela rompiendo el bastón (línea 4), el disparo (línea 20) y Poncia llevándose las manos al cuello (línea 38), prefigurando la muerte de Adela. El lenguaje combina elementos coloquiales, poéticos y realistas («Respirando como si fuera un león», «la jaca»). Bernarda emplea el imperativo, reflejando su autoritarismo. Las intervenciones son breves, intensas y cargadas de emoción (líneas 12, 16, 29), predominando las oraciones exclamativas. Los símbolos relevantes son las campanas (muerte), el bastón de Bernarda (autoridad), la escopeta (muerte), el corral (libertad para las parejas), la paja en Adela (pecado) y los muros (encierro). Se emplean recursos como el símil (línea 11), la metáfora (línea 1) y la metáfora hiperbólica (líneas 28, 47 y 48).

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