LOS PERSONAJES EN LCBA
La casa de Bernarda Alba lleva como subtítulo: «Drama de mujeres en los pueblos de España». Solo mujeres intervienen en la obra que, además, representan la feminidad como el eje de la tragedia.Los personajes principales vienen dotados de nombres propios, mientras que los secundarios llevan nombres descriptivos.
-Bernarda:
significa “fuerza” y Alba hace referencia a la blancura. Representación hiperbólica de la autoridad (rasgo del que el espectador tiene noticia en primer lugar), las convenciones sociales, el concepto de “honra” y el orgullo de “casta”. Va vestida de negro, lleva un bastón en la mano (símbolo de la autoridad) y entra imponiendo silencio y limpieza (apariencias). En la sociedad tradicional, el poder se relaciona con el hombre y como Bernarda ha quedado viuda, asume este papel. Lo que pretende es salvaguardar la honra, según el código tradicional del honor que está íntimamente ligado al temor a la opinión pública o al «qué dirán» (de ahí su gran obsesión por las apariencias). En el aspecto sexual es donde se manifiesta mejor esta mentalidad (la concepción tradicional del papel de la mujer). La represión sexual a la que somete a sus hijas es el desencadenante del conflicto dramático. El autoritarismo de Bernarda raya en lo irracional, no en lo maquiavélico. La realidad se adecua a sus deseos, por eso en su lenguaje domina la modalidad imperativa. Es como si fuera ciega, como si tuviera una venda en los ojos y mantener el orden y la decencia fuera para ella una cuestión de vida o muerte (ceguera voluntariosa).
-LAS HIJAS
Ante la tiranía de Bernarda, las cinco hijas adoptan actitudes que van desde la sumisión o la resignación a la rebeldía, la reclusión y la ausencia de hombres. Entre ellas no hay amor.
Angustias (39 años). No es muy agraciada, su carácter es desabrido y egoísta y no goza de muy buena salud. Prometida con Pepe el Romano, debido a su envidiable fortuna, heredada de su padre. Sabe qué significa el matrimonio en su situación: salir de la casa de su madre: «Afortunadamente pronto voy a salir de este infierno». Es consciente de que es mejor ser rica que hermosa y es la única que se muestra tranquila ante el ambiente de tensión erótica, porque sabe que tiene un futuro por delante.
Magdalena (30 años). Era la hija preferida de su padre y es, por tanto, la que más ha sentido su muerte. Es la única que expresa en voz alta una de las verdades que pesan sobre la casa de Bernarda: «Nos pudrimos por el qué dirán». Es la primera que se atreve a decir que Pepe el Romano se casará con Angustias por dinero.
Amelia (27 años). Se muestra resignada, medrosa, tímida, sumisa y es la más cariñosa de todas.
Martirio (24 años). Martirizada por su físico (es jorobada) y porque Bernarda le negó la posibilidad de una relación con E. Humanes debido a su orgullo de casta. Es una mujer turbia y resentida, dominada por la pasión y los celos. Es ella quien anuncia la muerte de Pepe aun sabiendo que su madre ha errado el tiro, con lo que hace irónicamente más trágico el suicidio de Adela. Se enfrenta a ella por su pasión hacia Pepe: “Déjame que el pecho se me rompa como una granada de amargura. ¡Lo quiero!”. Es un personaje trágico y complejo, muy humano, quien en última instancia le da un sentido al suicidio de Adela en nombre del “Carpe Diem”: “Dichosa ella mil veces que lo pudo tener”.Adela (20 años). Es la única hija de Bernarda que se rebelará contra la tirana de Bernarda. Encarna la vida (el vestido verde que se pone en pleno luto y el abanico de flores son simbólicos), mientras que su madre encarna a la muerte. Se rebela contra el encierro: «¡Yo quiero salir!». Martirio se refiere a ella irónicamente como una “mulilla sin desbravar”; es la transgresión del orden de Bernarda: ahí el gesto simbólico de romperle el bastón a su madre. Está dispuesta a romper con el papel que se le ha asignado como mujer “decente” y ponerse del lado de las mujeres del exterior condenadas por su moralidad. La sexualidad desenfrenada es la fuerza de Adela y alcanza tal magnitud que la lleva a desear convertirse en la querida de Pepe el Romano. Es, con su suicidio, una verdadera heroína trágica.
Otros personajesLa Poncia (60 años). Es la criada de Bernarda, tiene su misma fortaleza y una mentalidad similar con respecto a los hombres. Es agresiva, de lengua afilada, autoritaria y cruel y odia a Bernarda de una forma contenida. La sirve por egoísmo, por necesidad. Da consejos tanto a Bernarda como a las hijas y hace advertencias acerca de los conflictos. A pesar de ello, no quiere a las hijas. Se rige por el código de la decencia y es tremendamente descarada al hablar de cuestiones sexuales: «Otra cosa le hacía polvo yo». Su lenguaje, desgarrado y cargado de sabiduría popular. Su principal misión en la obra es advertir a Bernarda de que algo ocurre en su casa.
Pepe el Romano:
(25 años). Personaje fuera de campo, pero omnipresente. Es el novio de Angustias, a quien pretende por interés económico, pero en realidad se siente atraído por Adela, con quien mantiene relaciones, y es el objeto de la oscura pasión de Martirio. Actúa como desencadenante del conflicto dramático. Simboliza al varón, el mundo exterior, el erotismo y para el espectador el personaje se tiñe de colores negativos: es interesado, cobarde y ruin, como lo demuestran sus actos.