La Casa de Bernarda Alba: Libertad vs. Autoritarismo

1. Temas principales y secundarios

a. Conflicto principal:

El conflicto central de La Casa de Bernarda Alba es el choque entre la moral autoritaria y convencional de Bernarda y el deseo de libertad de personajes como María Josefa y Adela.

b. Diferencias de género y marginación femenina:

Lorca denuncia la marginación de la mujer en su época, mostrando dos modelos femeninos:

  • Moral relajada: Personajes como Paca la Roseta, que viven al margen y son condenadas, pero envidiadas por su libertad.
  • Honra y decencia: Mujeres sometidas a normas sociales y convenciones, con restricciones impuestas por su clase social.

Lorca destaca las diferencias en el trato, trabajo y derechos legales entre hombres y mujeres, con la mujer sometida al hombre en las relaciones sentimentales.

c. Mujer y tragedia:

El drama de las mujeres en la obra radica en la falta de amor y el temor a la soledad. Bernarda impide su felicidad, llevando a la búsqueda del hombre como fuente de felicidad, aunque esto implique sumisión. María Josefa denuncia esta situación, pero es ignorada. El deseo desencadena pasiones, conflictos y tragedias.

  • Angustias: Sueña con una boda feliz.
  • Martirio: Sufre por el amor no correspondido.
  • Adela: Mantiene una relación con Pepe el Romano.

El amor se presenta desde distintos puntos de vista a través de las vivencias de los personajes.

d. La honra:

Bernarda se rige por una honra rígida y convencional, exagerada y que lleva al linchamiento de la hija de la Librada.

e. La hipocresía:

La hipocresía enmascara la realidad, simbolizada en la obsesión de Bernarda por la limpieza. Su comportamiento está marcado por el “qué dirán”, influyendo en las demás (oculta a su madre). Martirio también es hipócrita, mientras que otras hijas se quejan de la presión social.

f. Injusticia social y clasismo:

La obra presenta una jerarquía social aceptada y no cuestionada. Las relaciones están marcadas por la crueldad, la mezquindad y la sumisión. Bernarda y Angustias ocupan la posición más alta, seguidas de las hijas, Poncia, la criada, y finalmente la mendiga. Lorca resalta la injusticia y crueldad de estas relaciones.

g. Odio y envidia:

Las relaciones están dominadas por el odio y la envidia, causados por la desigualdad, la falta de libertad y el deseo de felicidad. Bernarda es odiada por su rigidez y orgullo, mientras que las hijas son dominadas por el odio debido a su situación.

2. Realidad y poesía

Lorca entremezcla la realidad prosaica con la poesía sublime, poetizando la realidad mediante exageraciones, metáforas y un doble plano estructural (representado y simbólico).

Hay notas realistas en el escenario, costumbres (luto), vida diaria y lenguaje. El primer acto presenta más realismo que el tercero, donde predominan los elementos fantásticos y poéticos.

El escenario es simbólico (dentro/fuera), con la evolución del blanco relacionada con el conflicto. La estructura es cíclica, mostrando la visión de Lorca de la realidad: la muerte lo inunda todo.

Los personajes también son simbólicos: sus nombres, vestimenta y comportamiento. Bernarda es exagerada, Adela no es una mujer típica, y ni siquiera Poncia representa el habla andaluza. La obra se convierte en lenguaje poético, con versos en cuatro ocasiones.

La obra carece de acción visible, desarrollándose en un plano invisible. Lorca pretendía reflejar la vida de las mujeres españolas, pero la poeticidad se desbordó.

3. Enfrentamiento entre moral autoritaria y deseo de libertad

La Casa de Bernarda Alba, escrita en 1936, condensa las obsesiones de Lorca. El marco cerrado, el luto y la prohibición acentúan el conflicto entre la moral autoritaria y convencional de Bernarda y el deseo de libertad de María Josefa y Adela.

El conflicto central se desarrolla entre dos actitudes vitales: la dominada por las apariencias y la que proclama la libertad individual. Temas secundarios incluyen la búsqueda del varón, el amor sensual, la hipocresía, el odio, la envidia, la injusticia social, la marginación de la mujer y la honra.

Bernarda impone su moral para dominar a sus hijas, mientras que otras buscan la libertad. El autoritarismo de Bernarda se manifiesta desde el principio, creando un ansia de libertad y pasión incontrolable en sus hijas. Solo María Josefa y Adela se rebelan.

El autoritarismo de Bernarda se basa en una visión clásica del mundo y el “qué dirán”. Su comportamiento busca salvar las apariencias familiares, imponiendo normas y sometiendo a todas las mujeres de la casa.

El deseo de libertad de Adela es más fuerte que su temor a Bernarda. Su rebeldía se manifiesta desde el principio. El enfrentamiento culmina con Adela rompiendo el bastón de Bernarda, símbolo de autoridad.

Las salidas al conflicto son la locura de María Josefa y el suicidio de Adela, un último acto de rebelión que cierra el camino a la libertad para sus hermanas. Las palabras finales de Bernarda cierran el círculo, consolidando el mundo contra la verdad y la muerte.

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