GEN 98. Cont
Ensayo
Los miembros de la Generación del 98 muestran en sus ensayos una preocupación común por el presente y el porvenir de España, desde un inicial radicalismo crítico y regeneracionista hasta posteriores posiciones más moderadas en las que predomina el propósito de exaltar el paisaje autóctono, sobre todo el de Castilla.
Ángel Ganivet
Se considera precursor del grupo. En el Ideárium español afirma que España siempre ha derrochado sus energías en empresas fuera de sus fronteras, por lo que la regeneración exige que las fuerzas se concentren en el interior. Ve en la abulia, el individualismo y el espíritu indisciplinado las causas del atraso cultural de España.
Ramiro de Maeztu evoluciona desde el socialismo de su juventud al conservadurismo de su madurez:
el regeneracionismo de Hacia otra España – la pereza y la desidia son las causas del desastre nacional- y de Don Quijote, don Juan y la Celestina – por su egoísmo, son símbolos de la decadencia nacional-, queda sustituido por la exaltación de los principios más tradicionales, identificando lo hispánico con el catolicismo, en Defensa de la hispanidad.
José Martínez Ruiz, «Azorín»
Su obra consiste en una recopilación de artículos sobre el paisaje de España, la crítica literaria y la reflexión política. En Los pueblos, La ruta de don Quijote o Castilla, intenta captar al alma castellana en el paisaje y en los pequeños detalles de la vida. En sus artículos políticos y literarios evoluciona desde el anarquismo inicial (Anarquistas literarios) hasta el tono mesurado de su madurez ( Clásicos y modernos, Al margen de los clásicos).
Pío Baroja
Ensayos y memorias son El tablado de Arlequín, Nuevo tablado de Arlequín, y Juventud, egolatría, en los que expone su punto de vista político y social, se autodefine como liberal radical, individualista y anarquista, rechaza cualquier dogma político y se manifiesta escéptico con el sistema democrático, pues considera que la razón no está en la mayoría, sino en los más inteligentes. En Las horas solitarias, Notas de un aprendiz de psicólogo habla de su estética: rechaza la retórica vacía y defiende la espontaneidad y la libertad creadora frente a las ataduras de los preceptos.
Unamuno
Miguel e Unamuno, tal vez el mejor ensayista de la generación, aborda en sus escritos dos temas obsesivos:
el problema de España y la angustia existencial.
El primer tema está presente en sus ensayos: En torno al casticismo ataca el falso casticismo paralizante y defiende la necesidad de europeización. Pero estas ideas entraron pronto en crisis y en Vida de don Quijote y Sancho, interpreta la obra de Cervantes en la que defiende la actitud quijotesca ante la vida y defiende la necesidad de españolizar Europa. Por tierras de Portugal y España y Andanzas y visiones españolas muestran el ser de España en el paisaje.
De su conflicto existencial y religioso tratan los ensayos Del sentimiento trágico de la vida en el que se plantea la lucha entre la razón y la fe y La agonía del cristianismo, en el que mantiene que la verdadera religión ha de debatirse en la duda, pues, la palabra agonía está tomada en su sentido etimológico de lucha.
Poesía:
conviven la poesía preocupada por la estética y la que recoge preocupaciones sociales o existenciales.
Unamuno
Su obra poética supuso el rechazo del preciosismo modernita. Se caracteriza por la fuerza de sus ideas y la profundidad de sus sentimientos.
Trata temas existenciales: Dios, tiempo, la muerte, el dolor, la nostalgia de España desde el destierro, el paisaje de Castilla….Entre sus libros de poemas destacan: Poesías, Rosario de sonetos líricos, El Cristo de Velázquez, Romancero del destierro y Cancionero.
Antonio Machado (1875-1939).
Nació en Sevilla y estudió en Madrid en la Institución Libre de Enseñanza. Conoció a Rubén Darío en París. Fue catedrático de Francés en Soria, ciudad en la que conoció a Leonor, joven de dieciséis años con la que se casó en 1909. Tres años después, murió Leonor y Machado se trasladó a Andalucía. Con la llegada de la Guerra Civil, tomó partido por Alianza Republicana y en 1939 tuvo que exiliase. Falleció en Colliure (Francia)
Su primer libro de poemas, Soledades (1903), puede encuadrarse dentro del Modernismo. Algunos rasgos de esta obra son: –
Los temas como la angustia por el paso del tiempo, la muerte, el sueño y el recuerdo.
-Los símbolos, como el camino, que representa la vida y el paso del tiempo; los sueños, que expresan lo más profundo de la conciencia; el agua que corre, representada por la fuente, que ilustra la monotonía de la vida. Simboliza la vida cuando brota, la fugacidad cuando corre, y la muerte cuando está quieta.
– El diálogo del poeta consigo mismo y con el paisaje; habla con el otro (desdoblamiento de su propia personalidad), o dialoga con la fuente, con la tarde de primavera, con la noche…
-Lenguaje poético y métrica modernista (versos endecasílabos y heptasílabos, silva arromanzada ( versos de 5 y 7 que riman a gusto del poeta)
Soledades, galerías y otros poemas (1907) enlaza con el libro anterior pero incorpora novedades. En «Soledades» ha suprimido los aspectos formales del Modernismo. Los poemas incluidos en «Galerías» se caracterizan por su simbolismo, en ellos el poeta indaga en sí mismo y en sus sentimientos y en «Otros poemas » comienza ya a mirar al mundo exterior. Aparece un poema descriptivo: » A orillas del Duero», que representa el punto de partida de una nueva etapa en su poesía.
Campos de Castilla (1912-1917), es la obra en la que más se acerca el autor a las preocupaciones noventayochistas. Predominan los poemas sobre tierras castellanas y andaluzas. Muchos de ellos se refieren a Soria, el lugar donde había sido profesor de Instituto y donde había vivido con su esposa, Leonor (A José María Palacio). Los temas son patrióticos, referidos al pasado glorioso de España, al presente mísero o al futuro esperanzador (Una España joven). Otro tema importante es el paisaje, que Machado muestra con una objetividad y un realismo sorprendente, pero a la vez con un componente subjetivo ya que proyecta sus propios sentimientos sobre este paisaje (melancolía, soledad, muerte..). Mediante el paisaje representa el alma española y muy concretamente el alma de Castilla que simboliza a España. El tercer gran tema de su obra son los enigmas del hombre: la fe, Dios, la muerte, el más allá.
A Campos de Castilla pertenecen también los «Elogios”.
poemas de homenaje a distintos autores que proponen una vía de progreso ( Francisco Giner de los Ríos, Ortega y Gasset, Unamuno…) y los «Proverbios y cantares», en los que expone sus reflexiones más filosóficas sobre el hombre, la vida, el amor, Dios, el tiempo o España. La obra incluye también el extenso romance «La tierra de Alvargonzález»,sobre el tema de la envidia. Más tarde publicó Nuevas canciones, Canciones a Guiomar, Poesías de la guerra–
En las que sobresale El crimen fue en Granada, desgarradora elegía a Lorca- y Juan deMairena, una serie de reflexiones y diálogos entre dos personajes acerca de diferentes cuestiones (literatura, educación, filosofía…)
Teatro
Durante las primeras décadas del s. XX se cultiva en España:
-El teatro en verso, vinculado al Modernismo y que se desarrollará en dos formas: el drama rural y el drama histórico. Este tipo de teatro, ignora la realidad social y política del país y busca en el pasado los ideales nacionales. Sus representantes son Eduardo Marquina, autor de Las hijas del Cid y En Flandes se ha puesto el sol;
Francisco Villaespesa, con su obra Doña María de
Padilla y los hermanos Machado, con Juan de Manara, y La Lola se va a los puertos.
-El Teatro de humor:
Se siguen representando con gran éxito los saínetes de Carlos Arniches (Flor de barrio) y los hermanos Álvarez Quintero (El ojito derecho y El genio alegre), que idealizan la sociedad madrileña y andaluza respectivamente. Los protagonistas son tipos y reflejan las virtudes y defectos típicos de ambas regiones. Arniches inicia después un teatro en el que mezcla lo trágico y lo cómico. (La señorita de Trevélez, Los caciques), línea que continuarán más tarde Jardiel Poncela con un humor intelectual (Eloísa está debajo de un almendro, Cuatro corazones con freno y marcha atrás) y Miguel Mihura, precursor del teatro del absurdo ( Tres sombreros de copa)
– La « alta comedia»:
el teatro inicial de Jacinto Benavente (El nido ajeno, Señora Ama o La malquerida)
participa de la renovación modernista al romper con la tradición melodramática del S. XIX , pero pronto cede al éxito y será el representante más destacado de la «alta comedia» . Su objetivo es entretener al público y realizar una sátira suave de la burguesía (Gente conocida, Rosas de otoño, La mariposa que voló sobre el mar)
. En su obra maestra, Los intereses creados, introduce personajes de la comedia del arte italiana (Colombina, Arlequín, Polichinela), enfrenta el amor verdadero a los intereses económicos.
Entre los autores modernistas y del 98 renovadores se encuentran:
Miguel de Unamuno:
Sus dramas al igual que sus novelas y poemas, tratan de modo simbólico el conflicto existencial y carecen de ornamentación escénica y acotaciones precisas para poder profundizar en la caracterización psicológica de los personajes.
La palabra actúa desprovista de cualquier adorno expresivo. En su producción destacan: Fedra, El otro, El hermano Juan, Sombras de sueño.
José Martínez Ruiz, Azorín:
Muestra su obsesión por el paso del tiempo, Le da gran importancia a la palabra. Entre sus obras teatrales destaca: Lo invisible, Angelita.
Jacinto Grau, quiere renovar el teatro de su tiempo, al que acusa de comercial (El señor de Pigmalión). Más tarde sigue técnicas expresionistas y simbólicas (El caballero Varona, La señora guapa, La casa del diablo).
Y, por encima de todos, Ramón María del Valle-Inclán, genial innovador del teatro español, rechazó el realismo burgués del teatro anterior.
Francisco Ruiz Ramón divide su producción en ciclo mítico, ciclo de la farsa y ciclo del esperpento.
El ciclo mítico está constituido por Comedias bárbaras, El embrujado y Divinas palabras. Las Comedias bárbaras -Aguila de blasón, Romance de lobos y Cara de plata- se sitúan en una Galicia arcaica y supersticiosa, con personajes faltos de moral y sacrilegos.
El ciclo de la farsa está constituido por Farsa infantil de la cabeza del dragón, La marquesa Rosalinda, Farsa italiana de la enamorada del rey y Farsa y licencia de la reina castiza. En esta etapa desmitifica la sociedad tradicional con un lenguaje cada vez más esperpéntico.
Ciclo del esperpento:
El esperpento sigue la tradición española representada por Quevedo y Goya. Es una estética deformadora que resalta lo grotesco. A través del esperpento el autor hace una crítica ácida de la España de la época y sus instituciones. Para ello, utiliza la deformación caricaturesca de la realidad y de los personajes, que son tratados como marionetas, mediante procedimientos de animalización y cosificación, mezcla la forma refinada y hasta pedante con las expresiones más vulgares o la jerga más oscura y castiza, el habla de la taberna, de la delincuencia o del prostíbulo. Asimismo, es magistral el uso de la ironía y la sátira. A este ciclo pertenecen Luces de bohemia, en la que teoriza sobre este nuevo género y hace una crítica social y política de la España del momento. Después escribe Martes de carnaval, integrado por Los cuernos de don Friolera, Las galas del difunto y La hija del capitán.
Conclusión:
La generación del 98 conserva aspectos modernistas como la renovación del lenguaje, la descripción impresionista, la evocación nostálgica y la idealización del paisaje, reacciona contra el «estilo vulgar» del Realismo y recoge , en unos casos, el legado temático e ideológico del Naturalismo (Baroja), en otros, la enorme carga intelectual y existencialista del pensamiento alemán (Unamuno)y, en otros las formas de una nueva sensibilidad basada en la precisión lingüísticas o las evocaciones nostálgicas del Romanticismo (Azorín).