Imágenes y Símbolos en la Poesía de Miguel Hernández

Los **símbolos** e **imágenes** empleados por Miguel Hernández en su poesía varían en intensidad y significado, reflejando las distintas etapas creativas y vitales del poeta:

Etapas Poéticas de Miguel Hernández

Primera Etapa (Etapa Oriolana)

La naturaleza se presenta como un objeto real, con un culto a lo material y a lo humilde.

Segunda Etapa (Etapa Amorosa-Existencial)

Los objetos se transforman en metáforas que expresan la pena amorosa o la amenaza existencial.

Tercera Etapa (Etapa Bélica)

Las imágenes y símbolos enaltecen el valor del pueblo leal a la República y el espíritu de la poesía en tiempos de guerra.

Cuarta Etapa (Etapa Carcelaria)

Los símbolos, que antes inspiraban valor y ánimo a los combatientes, ahora representan la pérdida: la ausencia de libertad, la falta del goce amoroso por su esposa e hijo, y la carencia de justicia y amor fraternal.

Aunque el uso de símbolos es constante a lo largo de su obra, en cada etapa predominan algunos:

• En la primera etapa, destaca ***la luna*** como máxima expresión de la naturaleza.
• En la segunda etapa, sobresalen ***el rayo*** (metáfora del amor y la existencia humana) y ***el toro*** (símbolo de la pena amorosa).
• En la tercera etapa, resaltan ***el viento*** (el valor épico de la Historia, esperanzadora o destruida, y la fuerza de la voz y la voluntad del pueblo) y ***la tierra*** (imagen de la naturaleza y del trabajo).
• En la última etapa, predominan ***la luz*** y ***la sombra*** (la alegría y la esperanza frente a lo trágico y funesto).

Obras de Jaime Gil de Biedma

La obra poética de Jaime Gil de Biedma, aunque no muy extensa, lo consolida como uno de los poetas más destacados de su generación (la generación de medio siglo, el grupo poético de los años 50, la promoción de los 60).

• ***Compañeros de viaje*** (1959) es su primer libro importante. El título alude a los camaradas de aventura política y retoma una expresión de Lenin para referirse a aquellos burgueses que apoyaban la Revolución. Además, «compagnons de voyage» proviene del célebre poema de Baudelaire «L’Albatros», donde esas aves representan a los poetas como ángeles caídos. La obra se centra en el paso del tiempo, la amistad, el recuerdo y el anhelo de preservar el pasado, y se estructura en tres bloques: «Ayer», «Por vivir aquí» y «La historia para todos». El poema «Vals del aniversario» se encuentra en el segundo bloque, «Por vivir aquí».

• ***Moralidades*** (1966). El poema «En el nombre de hoy» pertenece a este libro y funciona como prólogo del conjunto.

• ***Poemas póstumos*** (1968). La poesía de Gil de Biedma se caracteriza por un tono hedonista y vital, acompañado de una aguda conciencia del paso del tiempo, un tema recurrente en *Poemas póstumos*. Este poemario, esencialmente desengañado y amargo, refleja la toma de conciencia del poeta sobre la pérdida de su juventud: «Dejar huella quería y marcharme entre aplausos -envejecer, morir, eran tan sólo las dimensiones del teatro. Pero ha pasado el tiempo y la verdad desagradable asoma: envejecer, morir, es el único argumento de la obra.» Los poemas «Contra Gil de Biedma», «Amor más poderoso que la vida» e «Himno a la juventud», así como «No volveré a ser joven», pertenecen a este poemario.

• Los poemas de los tres libros, y otros, fueron recogidos con el título ***Las personas del verbo*** (1975, 1982).

Ensayos Literarios

• Cántico: el mundo y la poesía de Jorge Guillén (1960)
• Diario del artista seriamente enfermo (1974). Edición incompleta debido a la censura.
• Luis Cernuda (1977). Ensayo sobre la vida y obra del poeta sevillano.
• El pie de la letra. Ensayos 1955-1979 (1980)
• Retrato del artista en 1956 (1991), ampliación y versión definitiva de Diario del artista seriamente enfermo (1974), publicado un año después de la muerte de Gil de Biedma por su expresa voluntad.
• Jaime Gil de Biedma: conversaciones (2002)

La obra de Gil de Biedma ocupa un lugar privilegiado y, en cierto modo, aislado dentro de su década. Su poesía constituye un eslabón entre los poetas sociales (Otero, Celaya, Hierro, Nora) y los creadores más jóvenes de los sesenta. Al igual que los poetas de su promoción, la experiencia marca toda su poesía. Las huellas de los años vividos son filtradas por el recuerdo y verbalizadas en el poema. El propio Gil de Biedma se refiere a **dos temas recurrentes en su poesía**: «el paso del tiempo y yo». Biedma utiliza su biografía para criticar el mundo de su infancia a través de la ironía. Por eso conecta con los poetas sociales, pues se refiere a una realidad política y social, pero se diferencia en el uso del lenguaje, eliminando el populismo y la palabra fácil que lastran la obra de estos poetas, y en la actitud, mucho menos doctrinaria. Uno de los grandes temas de la poesía de Gil de Biedma es **el amor**, caracterizado en su vertiente erótica más audaz. Biedma rechaza los modos aceptados por la moral al uso y proclama la exaltación del amor en su faceta más sensual. Hay una aceptación franca de la sexualidad en respuesta al cinismo y la falsificación de los sentimientos de la sociedad. Esa concepción del amor supone una agresión a la doble moral burguesa. La obra de Gil de Biedma se caracteriza por su brevedad. Como poeta, desde la aparición en 1953 de *Según sentencia del tiempo*, da a conocer cinco libros más, muy breves: *Compañeros de viaje* (1959), *En favor de Venus* (1965), *Moralidades* (1966), *Colección particular* (1969) -en total 175 páginas- recogidos en su volumen final *Las personas del verbo* (1975). En 1968 publica *Poemas póstumos*, último libro publicado por Biedma, que significa un punto de inflexión en su obra. El poeta se enfrenta al paso del tiempo con amargura, escepticismo y pesimismo. El desengaño sustituye a la complacencia del mundo horaciano en el que se había situado el poeta. El título hace mención a la imposibilidad de reanudar el camino de la creación poética. A posteriori ha publicado un poema en la revista *Hora de España*, pero nada más. Pese a ello, por su calidad y perfección ha conseguido mantenerse como un punto de referencia tanto para poetas sociales como para los novísimos.