Homonimia y Paronimia
Homonimia
Las palabras homónimas comparten el mismo significante por pura casualidad; es decir, a lo largo de su evolución histórica, dos palabras distintas han coincidido en su forma: un mismo significante con distinto significado. Con frecuencia, los homónimos pertenecen a categorías gramaticales diferentes. En el diccionario, las palabras homónimas aparecen en entradas diferentes, cada una con su significado.
Ejemplo:
- Llama (del latín flamma): ‘masa gaseosa en combustión’.
- Llama (voz quechua): ‘mamífero rumiante’.
Existen dos tipos de palabras homónimas:
- Homógrafas: la identidad de significantes se da también en la escritura (se escriben y se pronuncian igual). Ejemplo: vino (‘bebida alcohólica’) / vino (‘verbo venir’).
- Homófonas: la identidad de significantes es solo fónica y se distinguen en la escritura (se pronuncian igual, pero se escriben diferente). Ejemplo: rebelar (‘oponerse a algo’) / revelar (‘descubrir o manifestar algo’).
Diferencias Clave: Palabras Polisémicas vs. Palabras Homónimas
Palabras Polisémicas | Palabras Homónimas |
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Paronimia
Las palabras parónimas son las que se pronuncian de forma parecida, pero tienen significados distintos. Ejemplo: actitud (‘comportamiento o estado de ánimo’) / aptitud (‘capacidad para llevar a cabo una tarea’).
Hiperonimia e Hiponimia
Algunas palabras establecen entre sí relaciones de jerarquía. Son los hiperónimos y los hipónimos. Los hiperónimos son palabras de mayor extensión cuyo significado engloba a otras que reciben el nombre de hipónimos.
HIPERÓNIMOS | HIPÓNIMOS |
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Día (relación lineal o de sucesión) | Lunes, martes, miércoles… |
Alimentos (relación de inclusión) | Carne, pescado, verdura… |
Flores (relación de inclusión) | Rosa, clavel, gardenia… |
Los hipónimos de una palabra constituyen su campo semántico. Un campo semántico es el conjunto de palabras de la misma categoría gramatical que comparten un significado común. A su vez, cada una tiene un significado propio que las diferencia de las demás. Por ejemplo, las palabras coche, camión, moto y furgoneta se refieren a vehículos de transporte (significado común) y cada una de ellas tiene sus características particulares (significado propio).
Denotación y Connotación
Un signo (la luz verde de un semáforo, una bandera…) es una realidad física, perceptible por los sentidos, que remite a un concepto o imagen mental. Las palabras son signos en los que podemos distinguir tres elementos:
- El significado: la idea, concepto o representación mental que se asocia a una palabra.
- El significante: dimensión física de una palabra; es decir, la sucesión de sonidos que escuchamos en la lengua oral, o la secuencia de grafías que leemos en la escrita.
- El referente: hecho u objeto al que remite una palabra.
Así, si durante una comida dices: “Acércame la jarra, por favor”, el significante de la palabra jarra es la secuencia de sonidos que escucha tu interlocutor; el significado es la noción de jarra (vasija de barro, porcelana, loza, cristal, etc., con cuello y boca anchos y una o dos asas) y el referente es el objeto concreto que la persona con la que estás comiendo te acercará (esa jarra y no otra).
La semántica ha acuñado los términos de denotación y connotación para completar y matizar el concepto de significado. Al aproximarnos al valor semántico de las palabras, descubrimos en ellas dos clases de valores que pueden dar lugar a diversos planos de significación: valor denotativo y valor connotativo. El valor denotativo de una palabra, es el valor indicativo de dicha palabra; así, por ejemplo, la palabra perro hace referencia a un animal de la familia canina; es decir, es el significado de una palabra según se anota en el diccionario. Pero esta misma palabra, “perro/a”, cuando se aplica a una persona, adquiere un valor connotativo negativo de “una persona mala”. Es decir, asociamos el valor denotativo con el sentido explícito de las palabras, y el valor connotativo con un sentido sugerido, figurado, simbólico. A veces las connotaciones pueden llegar a desplazar o anular por completo la denotación de la palabra; así, la palabra puerco, que en principio designa denotativamente al cerdo como animal, apenas se usa hoy en día en este sentido, sino más bien como sinónimo enfáticamente despectivo de sucio.