Historia de la literatura española: narrativa y poesía del siglo XX

La crisis del 98 y sus dos generaciones literarias

La narrativa de finales del siglo XIX viene marcada por la crisis provocada por la Guerra de Cuba y Filipinas en 1898. Es un periodo conflictivo para España, en el que se produjeron actos terroristas, enfrentamientos sociales, guerras exteriores y dictaduras. Durante estos años cohabitarán dos generaciones de escritores.

La Generación del 98, preocupada fundamentalmente por el tema de España y su decadencia, además de por los temas existenciales (muerte, Dios, sentido de la existencia). Estos escritores crearán novelas de contenido en que la narración ocupa un segundo plano. Son frecuentes los diálogos, los saltos en el tiempo, las repeticiones o las digresiones. Destacan:

  • Pío Baroja, autor de El árbol de la Ciencia
  • Miguel de Unamuno, que escribió San Manuel Bueno, mártir
  • Azorín, el autor de La Voluntad

La Generación del 14 o Novecentismo representa una narrativa más intelectual y perfeccionista en la que destacan:

  • Ramón Pérez de Ayala (A.M.D.G)
  • Wenceslao Fernández Flórez (El bosque animado)

Las Vanguardias y su reflejo en España

La Vanguardia de comienzos del siglo XX supone una ruptura con todo el arte y la literatura anterior, fruto de las circunstancias agitadas, sobre todo por la Primera Guerra Mundial. Los vanguardistas propondrán obras artísticas que rompen con la imitación de la realidad, el romanticismo o el carácter racional del arte burgués y proponen novedades formales originales, atrevidas, divertidas y provocadoras.

Las Vanguardias se desarrollan alrededor de grupos de artistas de diversos campos (pintura, cine, poesía o teatro) que se conocen con el nombre de movimientos. Destacan en orden cronológico:

  • El Cubismo con su gusto por el caligrama
  • El Futurismo que exalta los avances tecnológicos
  • El Dadaísmo y su propuesta absurda
  • El Surrealismo que trae a la poesía el mundo de los sueños a través de imágenes oníricas

En España los excesos vanguardistas se moderan, de modo que rara vez los escritores caen en el absurdo. Es lo que sucede con:

  • El Ultraísmo de Guillermo de Torre y sus Hélices
  • La propuesta lúdica de las Greguerías de Ramón Gómez de la Serna
  • El Creacionismo de Gerardo Diego
  • La influencia del surrealismo en poetas del 27 como Lorca (Poeta en Nueva York) y Alberti (Sobre los ángeles)

La Generación del 27: poesía entre dos guerras

La Generación del 27 está formada fundamentalmente por un grupo de poetas. Se suele incluir entre otros a:

  • Pedro Salinas
  • Jorge Guillén
  • Vicente Aleixandre
  • Dámaso Alonso
  • Gerardo Diego
  • Rafael Alberti
  • Luis Cernuda
  • Federico García Lorca

Debe su nombre a la celebración del tricentenario de la muerte de Góngora en el Ateneo de Sevilla. Estos poetas verán marcadas sus vidas por la proclamación de la Segunda República y por la Guerra Civil, que supondrá la ruptura del grupo por la desaparición física de Lorca y el exilio de varios de sus integrantes.

Los escritores del 27 comienzan su producción muy influidos por la temática de la poesía pura y la deshumanización del arte, con el magisterio de Juan Ramón Jiménez. Pero con los años irá humanizándose, llenándose de preocupación social y acabará muchas veces comprometida políticamente a partir de la Guerra Civil y en el exilio. En cuanto al estilo son un grupo muy ecléctico, que pasa del lenguaje de la vanguardia al clasicismo neogongorino e incluye el cultivo de la poesía tradicional con formas como el romance.

  • Salinas será el poeta del amor en La voz a ti debida
  • Cernuda, el más romántico en Los placeres prohibidos
  • Tanto Lorca como Alberti cultivarán el surrealismo en Poeta en Nueva York y Sobre los ángeles
  • Gerardo Diego será el poeta del creacionismo en Manual de espumas
  • Dámaso Alonso (Hijos de la ira) y Vicente Aleixandre (Sombra del paraíso) permanecerán en España tras la Guerra Civil

La posguerra: exilio, censura y nuevas voces

La Guerra Civil supone una ruptura importante dentro de nuestra literatura. Son años de censura, hambre y exilio. Esto afecta a los escritores, también a los poetas que no encuentran el mejor contexto para la poesía (aunque no les afecta tanto la censura). Buen ejemplo de esto es la muerte de un heredero de la Generación del 27 como Miguel Hernández, el autor de Cancionero y romancero de ausencias, en la cárcel de Orihuela.

En los años 40, junto a una poesía afín al régimen franquista, de corte clásico y tema familiar (Luis Rosales o Leopoldo María Panero), se desarrolla una poesía existencial y de estilo surrealista a través de dos libros esenciales: Hijos de la Ira de Dámaso Alonso y Sombra del Paraíso de Vicente Aleixandre. Son dos de los poetas del 27 que no marchan al exilio y ejercen su magisterio sobre los jóvenes.

Finalmente, los años 50, observan el desarrollo de una poesía de carácter social, con un lenguaje muchas veces poco poético y una voluntad de movilización política contra la dictadura. En diferente medida pertenecen a esta poesía social autores como Gabriel Celaya (Cantos Íberos), Blas de Otero (Pido la paz y la palabra) y José Hierro (Cuanto sé de mí)

Tendencias poéticas desde los años 60

Desde los años 60 la poesía española ha estado marcada por tres tendencias principales:

  • La poesía de la experiencia (en tono de conversación cercana, lenguaje moderno y preocupaciones íntimas y personales)
  • La poesía cultural como la de los novísimos (compleja, bella, llena de referencias culturales)
  • Una poesía simbolista, más cercana a la poesía pura de Salinas o Guillén

Así, entre los poetas de la experiencia incluimos a dos generaciones:

  • La de los años 60 que incluye a autores como Jaime Gil de Biedma (Las personas del verbo) o Ángel González (Tratado de urbanismo)
  • La de los 80 o 90, llamada la nueva sentimentalidad en la que se cuenta a Luis García Montero (Habitaciones separadas) o Benjamín Prado

Entre los poetas novísimos destaca Pere Gimferrer, el autor de Arde el mar. Un periodo culturalista tiene también el autor de La caja de plata, Luis Alberto de Cuenca, sin embargo, luego su poesía estará marcada por el humor y lo cotidiano. Entre las últimas promociones destacan Ada Salas o Elvira Sastre.

La novela española de posguerra: Tremendismo y Realismo Social

Los años 40 y 50 vienen marcados en la novela por la censura. Es difícil publicar novelas y, algunos autores como Cela tendrán que hacerlo fuera de España. Podemos hablar de dos promociones fundamentales de novelistas:

En los años 40 destacarán los novelistas del tremendismo. Son relatos narrados en primera persona, marcados por el existencialismo y que se recrean en una visión pesimista del mundo. Las primeras novelas de Cela y Delibes se incluyen en este género, junto con Nada de Carmen Laforet.

  • Camilo José Cela publicará La familia de Pascual Duarte y más tarde la novela social La colmena.
  • Miguel Delibes escribirá La sombra del ciprés es alargada y un poco más tarde El camino.

En los años 50 aparece el realismo social, una novela de carácter objetivo y protagonista colectivo que presenta con intención de denuncia la realidad social de España. La obra cumbre de este periodo será El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio. Otros autores de este mismo periodo son Ignacio Aldecoa (El fulgor y la sangre) o Carmen Martín Gaite (Entre visillos)

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