Generación del 98: Características, Autores y Obras Clave

La Generación del 98: Contexto y Miembros

Miembros Principales

A la Generación del 98 pertenecen autores como Miguel de Unamuno, Azorín, Pío Baroja y Ramiro de Maeztu. Además, se incluye tradicionalmente a Ramón María del Valle-Inclán y a Antonio Machado, aunque estos siguen una evolución ideológica y estética distinta. En los escritos noventayochistas se pueden advertir dos posturas ideológicas: una primera etapa de juventud, luchadora y revolucionaria, y una segunda de madurez, más idealista.

Concepto de Generación Literaria

Una generación literaria es un conjunto de escritores próximos por su edad, con problemas e inquietudes similares. El concepto de generación abarca a todos los escritores de un período determinado.

Características de la Generación del 98

  • La diferencia de edad entre sus miembros no puede sobrepasar los quince años.
  • Poseen una formación intelectual semejante.
  • Es necesaria la presencia de un líder y guía intelectual del grupo.
  • Los miembros establecen entre sí estrechas relaciones personales (convivencia, amistad, tertulias).
  • Han de vivir un acontecimiento generacional: un hecho de relevancia histórica que los marque y una.
  • Al tratarse de una generación literaria, es imprescindible la existencia de unos rasgos comunes en temas y estilo, opuestos a los de la generación anterior.

La Narrativa a Principios del Siglo XX: La Novela Noventayochista

Se observaba en todos ellos sentimientos similares: angustia, obsesión existencial por el paso del tiempo y por la muerte, y preocupación por el presente y futuro de España. El tema de España y la preocupación existencial están en la base de esta narrativa.

El Tema de España

A finales del siglo XIX se consuma la decadencia internacional de España. La independencia de Cuba y Filipinas supone que nuestro país deja de ser una gran potencia. El antiguo imperio español se ha perdido. Este hecho provocó que los autores de la Generación del 98 se pregunten sobre las causas de la decadencia y la necesidad de regenerar el país. Así, las reflexiones en torno al tema de España son muy frecuentes en las obras del momento.

La Preocupación Existencial

Los protagonistas de estas novelas suelen reflejar un trasfondo filosófico de raíz existencial. Son seres invadidos por una angustia que les llevará a plantearse problemas religiosos. Unamuno vive una tragedia íntima y literariamente muy fructífera: la lucha entre la razón y la necesidad de creer, entre Dios y la nada.

Miguel de Unamuno: Obra y Pensamiento

Miguel de Unamuno cultivó casi todos los géneros, desde el ensayo hasta la novela, sin descuidar la lírica o el teatro.

Ensayos

En ellos reflexiona principalmente en torno a dos temas:

El Sentido de la Vida y el Más Allá

Del sentimiento trágico de la vida (1913). Trata en estas obras el problema de Dios, el sentido agónico de la existencia, la inmortalidad, etc., con un marcado tono existencialista.

El escritor vasco no cree en el progreso o en la técnica, ya que no sirven para desentrañar el único misterio que interesa al hombre: la existencia de Dios o del más allá. La razón, incapaz de proporcionar felicidad, solo arroja angustia sobre el hombre. Así, se plantea un conflicto irresoluble entre razón y fe: ¿realmente hay algo tras la muerte? Y aparece Dios: un Dios deseado pero indemostrable. La razón nos niega la esperanza, pero el corazón la busca con vehemencia. Más que creer, Unamuno quiere creer.

La Preocupación por España

Vida de Don Quijote y Sancho (1905). Unamuno evoluciona desde un deseo de reforma y modernización del país (europeizar España) a una postura contraria, en la que acabará proclamando la necesidad de españolizar Europa, ya que el progreso no sirve para alcanzar la única verdad que interesa al ser humano: ¿existe Dios? Proclama la necesidad de exportar la espiritualidad española.

Novelas (Nivolas)

En sus novelas se desarrollan los mismos temas ya citados. Dado que al autor le interesa, sobre todo, el conflicto interno de sus personajes, las novelas carecen, en gran medida, de planteamiento y desenlace.

Las novelas de Unamuno se parecen muy poco a las de su época. La crítica del momento negó el carácter novelesco de algunas de estas obras. Por ello, Unamuno las llamó nivolas.

Podemos clasificar su producción en tres momentos:

  • Hasta 1897, año de su crisis religiosa más grave, que le supuso la pérdida de la fe y el inicio de sus conflictos religiosos y existenciales. Escribe entonces Paz en la guerra (1897), su primera novela y en la que desarrolla el concepto de intrahistoria, ideado por Unamuno para referirse a los acontecimientos cotidianos y anónimos.
  • De 1897 a 1914. Es una época de obsesión por el tema religioso. Los temas fundamentales son la angustia, la lucha entre la razón y la fe, y la preocupación por la inmortalidad. Escribe por entonces Amor y pedagogía (1902).
  • De 1914 a 1936. Es la etapa de sus principales novelas: Niebla (1914), La tía Tula (1921) y San Manuel Bueno, mártir (1933).

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