Trayectoria Poética del Grupo del 27: Etapas de su Evolución
1ª Etapa: Hasta 1928: Purismo y Vanguardia
Se va configurando la apertura hacia la innovación, la fusión de vanguardismo y popularismo, la alternancia de erudición y creación. Entre los tanteos iniciales, se nota la presencia de tonos bequerianos. Pronto se deja sentir el influjo de las primeras vanguardias: Ultraísmo y Creacionismo. El gran instrumento de este arte «puro» es la metáfora. Pero no se debe exagerar tal deshumanización. Lo humano había entrado por múltiples puertas (Bécquer). Influjo esencial fue el de la lírica popular. A su vez, la sed de perfección formal lleva hacia los clásicos. La huella clasicista caracteriza un momento de la evolución del grupo.
En resumen, el lenguaje poético de esta primera etapa se caracteriza por ser un lenguaje deshumanizado, desprovisto de sentimiento. Se busca la perfección formal y un cierto hermetismo, propiciado por el uso de la imagen visionaria. Destaca la influencia clásica del estilo gongoriano.
2ª Etapa: De 1928 a la Guerra Civil: Humanización Poética
Con Góngora se inicia el proceso de rehumanización. Eso coincide con la irrupción del Surrealismo, también radicalmente opuesto a la «poesía pura». Comienza una época de poesía trascendente, humana, apasionada. En la forma se produce una liberación de los corsés vanguardistas.
3ª Etapa: Después de la Guerra Civil: Compromiso, Desarraigo, Exilio
Tras la Guerra Civil, el grupo se disgrega trágicamente. Cada cual sigue su rumbo. En el exilio, Guillén iniciará con Clamor, un nuevo ciclo poético, atento al dolor humano. En España, la poesía deriva hacia un humanismo angustiado, de tonos existenciales, cuya más intensa muestra es Hijos de la ira. Poco después, Vicente Aleixandre comienza a escribir Historias del corazón.
Características Generales del Novecentismo
Como características generales deben tenerse en cuenta las siguientes:
- Influjo directo de los Vanguardismos, especialmente del Ultraísmo de 1920, con su arte intelectual, antirromántico, poesía pura, estilo lúdico y optimismo; y del Surrealismo con su mensaje de rehumanización y con sus anhelos de liberación.
- Influjo del Novecentismo de Ortega y Gasset con su arte deshumanizado.
- Influjo del arte minoritario de Góngora, con su código especial de lenguaje poético, en el léxico y en la sintaxis.
- Cultivo especial de la metáfora como instrumento fundamental del arte puro.
- Cultivo de la lírica popular a través de los clásicos.
- Afán de perfección formal, de cuidado riguroso del poético.
- Predominan 3 temas:
- El paisaje urbano.
- La naturaleza y el amor.
- El compromiso.
- Tendencia general al equilibrio, lo ecléctico y la síntesis, en muy diferentes facetas:
- Equilibrio entre lo intelectual y lo sentimental.
- Equilibrio entre espontaneidad y técnica.
- Equilibrio entre purismo y humanización.
- Equilibrio entre lo culto y lo popular.
- Equilibrio entre lo español y lo universal.
- Equilibrio entre lo moderno y la tradición.
Contexto Histórico, Cultural y Literario
Hacia los años veinte, los autores del 98 son los maestros reconocidos de la literatura española y se enfrentan a los hechos desde historias personales anteriores; los del grupo del 27 son más jóvenes, prácticamente han nacido con el siglo, y no arrastran la decepción noventayochista de una España colonial. La I Guerra Mundial los coge aún muy jóvenes.
Al comenzar la década de 1920, el ambiente intelectual de Europa y de España está marcado por el intelectualismo y purismo de las vanguardias. En los años veinte se iniciaron importantísimos hechos históricos. Se produce el surgimiento del comunismo y la proliferación de partidos comunistas por toda Europa. Por otro lado, surgió un fenómeno contrario al comunismo: el fascismo que se inicia en Italia con Mussolini y que influye en España en el golpe militar de Primo de Rivera. Estos dos fenómenos enfrentados -el comunismo y el fascismo- tuvieron su raíz en el desprestigio y debilitamiento de los sistemas democráticos europeos. Así, los felices años veinte se tornan sombríos con el «crack» de la Bolsa de Nueva York.
En el panorama literario pervive la Generación del 98 con el prestigio de sus autores consagrados, la figura del maestro Rubén Darío preside el horizonte poético como un referente obligado. Mucha mayor afinidad con la renovación artística de los años veinte tuvo el Novecentismo de Ortega y Gasset. Ortega y Gasset defiende el principio del arte intelectual y abstracto, el arte antirromántico, el arte lúdico y el arte optimista. Destaca el Ultraísmo como precursor de la Generación del 27. Entre las aportaciones del Ultraísmo se pueden citar:
- El purismo en el arte.
- El cultivo especial de la imagen y de la metáfora.
- El antirromanticismo.
La irrupción del surrealismo desvió la trayectoria del 27. Tuvo inmediata repercusión en España y fue el que más directamente influyó en los autores del 27, y el que desvió la ruta de la Generación del 27 desviándola hacia la rehumanización y la literatura comprometida.