Generación del 27: La Vanguardia y la Tradición en la Poesía Española

Generación del 27

Con este término designamos a un grupo de autores, básicamente poetas, que renuevan la lírica española durante los años veinte y treinta del siglo pasado, fusionando las corrientes poéticas más tradicionales y clásicas con las más innovadoras y vanguardistas.

Integrantes de la Generación del 27:

  • Pedro Salinas
  • Jorge Guillén
  • Gerardo Diego
  • Rafael Alberti
  • Federico García Lorca
  • Luis Cernuda
  • Vicente Aleixandre
  • Dámaso Alonso
  • Emilio Prados
  • Manuel Altolaguirre

Durante un tiempo se discutió si forman o no un grupo o generación. Lo cierto es que tuvieron conciencia de grupo generacional y son incuestionables una serie de puntos en común:

  • Amigos, de edades parecidas, de familias burguesas, de cuidada formación intelectual.
  • Vinculados a la Residencia de Estudiantes u otras instituciones culturales.
  • Participación en el homenaje a Góngora en 1927.
  • Publicación en las mismas revistas (Revista de Occidente, La Gaceta Literaria, Mediodía…).
  • Todos son incluidos en Antología de la poesía española (1915-1931) publicada por Gerardo Diego, lo cual da fe de grupo.
  • Todos con unas mismas afinidades intelectuales y estéticas (tradición, poesía pura, vanguardismo…).

Se admiten indistintamente las denominaciones de Generación del 27 o grupo del 27.

Etapas Generación del 27:

Etapa de formación (hasta 1928)

Se interesan por la perfección técnica, los experimentalismos y la pureza formal y temática; predomina, pues, la deshumanización. Pero asimilan igualmente tanto las corrientes modernas como las tradicionales:

  • La lírica popular y tradicional
  • Los clásicos (Góngora en especial)
  • El neorromanticismo
  • El simbolismo posmodernista
  • La nueva poesía pura juanramoniana
  • Las primeras vanguardias (Futurismo, Cubismo, Ultraísmo, Creacionismo…)

Etapa de consolidación (desde 1928 hasta el estallido de la Guerra Civil en 1936)

Cada miembro de la generación logra su propia voz poética, a partir de las influencias asimiladas en la etapa anterior y fruto de crisis personales que acentúan las preocupaciones humanas. Se percibe un abandono del formalismo y una progresiva rehumanización, sobre todo manifiesta en la adopción del Surrealismo. Durante la guerra el compromiso político se acentúa y la poesía se convierte en un arma de combate más.

Etapa de disgregación (a partir de 1936)

Lorca es asesinado en la Guerra Civil; tras la contienda algunos se quedan en España, en el exilio interior (Dámaso Alonso, Aleixandre y Gerardo Diego) y los demás parten al exilio exterior. La poesía, más sencilla, se vuelve desgarradoramente humana y social, desarraigada y nostálgica (la patria y los amigos perdidos), incluso en Jorge Guillén (el más afín a la poesía pura). Algunos de estos poetas alcanzan en la posguerra su cima poética con textos angustiados y existenciales, como Hijos de la ira (1944) de Dámaso Alonso.

Características de la Generación del 27

A pesar de la fuerte personalidad literaria de los integrantes, podemos establecer una serie de características comunes que explican su renovación del lenguaje poético:

  • El equilibrio perfecto entre la vanguardia y la tradición, la deshumanización y la humanización, lo intelectual y lo sentimental, lo popular, lo universal y lo autóctono, lo urbano y lo rural, lo abstracto y lo concreto, lo hermético y lo transparente.
  • La perfecta síntesis de distintas corrientes poéticas tradicionales e innovadoras:
    • El gusto por la lírica popular y tradicional (canciones andaluzas, lírica tradicional medieval, la de Gil Vicente…) supone la recuperación y renovación de formas como el romance, el zéjel, los villancicos, cancioncillas líricas… Este neopopularismo convive con el gusto por lo culto, como en Alberti y Lorca.
    • El clasicismo se refleja en el deseo de perfección formal (uso de metros y estrofas clásicas) y en la influencia de los clásicos (Manrique, Garcilaso, Fray Luis, San Juan de la Cruz, Quevedo, Lope de Vega y, en especial, Góngora, por su técnica metafórica que crea una realidad poética sustentada puramente en valores estéticos.
    • De la tradición inmediata reciben la influencia del Neorromanticismo becqueriano y del Simbolismo posmodernista. Admiraron a los autores de la generación de fin de siglo: Unamuno, Rubén Darío, los hermanos Machado… Por otra parte, conocieron y tradujeron a muchos poetas extranjeros de la época: Mallarmé, Apollinaire, Valéry, Bretón…
    • La poesía pura de J. R. Jiménez y Paul Valéry se convierte en referente inicial para una poesía que, sin embargo, nunca supedita totalmente lo sentimental a lo intelectual. Se percibirá en la evolución del 27 una tendencia progresiva a la rehumanización. Guillén y Salinas son los poetas más constantes en la pureza poética.
    • De las vanguardias adoptan el desdén por la sensiblería, el sentimentalismo y lo anecdótico humano; el atrevimiento formal (libertad métrica) y temático (el mundo moderno), el humor… Pero reelaboran las innovaciones para que la poesía no sea un mero juego intrascendente, sino una forma de trascendencia a través de la obra perfecta y universal.
    • El Surrealismo. A diferencia del francés, la Generación del 27 lo entiende no como un fin en sí mismo, sino como un medio de expresión idóneo para sobreponerse a la realidad y a sus convencionalismos, y en algunos casos (Lorca, Alberti, Cernuda) para superar sus propias crisis personales.
    • Tenían como maestro a J. R. Jiménez, quien los apoyó y cuya poesía pura fue modelo para el grupo; a Ortega y Gasset, cuya Revista de Occidente sirvió de medio propagador del movimiento.
    • Estilísticamente, fundamentan la creación poética en la asociación de elementos inéditos, incluso ilógicos (léxico poético y no poético, metáforas sorprendentes, imágenes visionarias), cuya técnica han aprendido de Góngora, de la imagen creacionista y surrealista. En métrica usan tanto los metros tradicionales cultos y populares (sonetos, décimas, romances…) como las formas innovadoras: el verso libre, el versículo, la disposición tipográfica…
    • Variedad de temas. Los tradicionales: la muerte, la libertad, el amor (como instinto natural opuesto a los convencionalismos morales y sociales), la naturaleza (real o como paraíso perdido), lo social, etc. También temas vinculados al mundo moderno (el progreso, lo urbano, el cine, los deportes…). El arte y la literatura también se convierten en tema artístico. El tema religioso es secundario, salvo en Gerardo Diego y Dámaso Alonso.

Autores y Obras

Pedro Salinas

Su estilo sigue las pautas de la poesía pura, sin exceso de sentimentalismo. Recursos conceptistas: paradoja, juegos de palabras. Metros cortos.

Obras: Presagios, La voz a ti debida, Confianza.

Jorge Guillén

Máximo exponente de la poesía pura en el 27. Poesía intelectual. Estilo muy elaborado, depuración de lo superfluo. Métrica clásica: décimas y sonetos.

Obras: Cántico, Clamor y Homenaje.

Gerardo Diego

Alterna o sintetiza distintas corrientes y estilos poéticos. Fusión de lo culto y popular, clásico y vanguardista.

Obras: Fábula de Equis y Zeda, El romancero de la novia, Ángeles de Compostela.

Rafael Alberti

Variedad de temas y formas, estilos y tendencias. Temas fundamentales: el compromiso social y los paraísos perdidos.

Obras: Marinero en tierra, Cal y canto, Un fantasma recorre Europa, Coplas de Juan Panadero.

Federico García Lorca

Su obra refleja pasión por la vida, por el amor, por la libertad en conflicto con el destino trágico. El resultado de esta confrontación es la frustración, soledad o muerte. Su poesía tiende a ser dramática.

Obras: Poema del cante jondo, Romancero gitano, Poeta en Nueva York, Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.

Luis Cernuda

El poeta más íntimo del 27. Su obra plantea el conflicto entre la realidad y el deseo. Lenguaje natural; rechaza el artificio.

Obras: Perfil del aire, Donde habite el olvido, Las nubes, Como quien espera el alba.

Vicente Aleixandre

Gran influencia en su obra del Surrealismo, sobre todo en el uso de imágenes visionarias; verso libre y versículo.

Obras: Ámbito (poesía pura), Retratos con nombre, Diálogos del conocimiento.

Dámaso Alonso

Pasó por períodos largos de inactividad. No sintió como propia la poesía deshumanizada.

Obras: El viento y el verso, Hijos de la ira (poesía existencial), Hombre y Dios.

Emilio Prados

Poesía en búsqueda de la armonía entre el hombre y el cosmos.

Obras: Cuerpo perseguido, Destino fiel, Jardín cerrado.

Manuel Altolaguirre

Obra vital y humana; también muy musical.

Obras: Poema del agua, Ejemplo, Romancero de la guerra civil, Poemas de América.

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