Rasgos Comunes
La Generación del 27 fue un conjunto de poetas que buscaron nuevos caminos para la lírica, más allá del modernismo de la generación anterior. Hay notas comunes que los definen como grupo:
- La reivindicación de Luis de Góngora como gran poeta innovador del lenguaje.
- La admiración por Bécquer y por Juan Ramón Jiménez, este último considerado el maestro de una nueva poesía.
- El gusto por la innovación, que triunfaba en todas las artes con las llamadas vanguardias.
- Las experiencias comunes, como la convivencia en la Residencia de Estudiantes de Madrid o las conferencias en el Ateneo de Sevilla en el homenaje a Góngora.
Tendencias Poéticas
La personalidad de cada uno de sus miembros, su afán de experimentación y la gran variedad de temas y estilos, dieron lugar a tres tendencias poéticas:
- Poesía deshumanizada: popular, pura o vanguardista.
- Poesía humanizada: ya sea de corte surrealista o existencial.
- Poesía testimonial: que aborda los problemas sociales y políticos.
Poesía Deshumanizada
Los escritores del 27 empiezan cultivando una poesía alegre, evasiva, sin el sentimentalismo del Romanticismo. La literatura se concibe como un juego de palabras que no tiene que reflejar la realidad de la vida y persigue la belleza.
- Unos componen una poesía neopopular inspirada en la lírica tradicional de los antiguos cancioneros.
- Otros siguen la estela de la poesía pura de Juan Ramón Jiménez.
- Otros gustan de las innovaciones de la poesía vanguardista europea: dadaísmo, futurismo, ultraísmo.
Poesía Neopopular: Federico García Lorca
Algunos poetas del 27 comenzaron componiendo cancioneros o romanceros inspirados en la poesía popular de la Edad Media o del Siglo de Oro. Cultivadores de esta corriente poética fueron Rafael Alberti, con Marinero en tierra, y Federico García Lorca.
García Lorca es una figura clave en su generación por su personalidad y la calidad de su obra poética y teatral. Títulos claves en el teatro español como La casa de Bernarda Alba y La zapatera prodigiosa, junto con su trágico asesinato, lo convirtieron en un mito. Empezó cultivando una poesía neopopular; ahondando en el Romancero gitano, Lorca eleva el símbolo de la alegría de vivir, la libertad y el destino del ser humano. Una de las mejores expresiones del surrealismo en España.
Poesía Pura: Pedro Salinas
Juan Ramón Jiménez opta por una poesía desnuda, conceptual, en la que la reflexión se sobrepone al sentimiento, no para contarlo, sino para ahondar en él por medio de un lenguaje sobrio. Exponentes de esta poesía pura fueron Jorge Guillén, con Cántico, y Pedro Salinas.
Poesía Vanguardista: Gerardo Diego
Algunos poetas, siguiendo las corrientes renovadoras europeas, apuestan por una lírica alejada de la realidad, optimista y desenfadada. Cantan lo actual, lo moderno, lo intrascendente, con metáforas brillantes de carácter irracional y con atrevidas innovaciones formales. El poeta representativo de esta corriente es el santanderino Gerardo Diego, con libros como Imagen o Manual de espumas. Escribió otras obras de raíz clásica sobre temas tan variados como el amor, el paisaje, la música, los toros o la religión: La suerte o la muerte, Versos divinos.
Poesía Humanizada
Los componentes de la Generación del 27 abandonan la poesía deshumanizada y vuelven los ojos a los eternos problemas del hombre. Explican este giro dos circunstancias: la aparición del surrealismo y la crisis existencial.
Poesía Surrealista: Rafael Alberti
El surrealismo es el movimiento artístico que más ha revolucionado el arte en el siglo XX. Pretende sacar a flote el subconsciente de la persona. Para ello utilizan, en literatura, la metáfora irracional. Compusieron poesía surrealista Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, García Lorca y Rafael Alberti.
Rafael Alberti ha sabido dar cabida en su poesía al sufrimiento del pueblo y a su dolorosa experiencia de exiliado. Su poesía tiene la sencillez de la lírica tradicional y el atrevimiento de las vanguardias. En Sobre los ángeles se confiesa habitado por seres maléficos que representan los tormentos de su alma en crisis. En Retornos de lo vivo lejano evoca con nostalgia la patria perdida.
Poesía Existencial: Dámaso Alonso
Algunos poetas del 27, en especial después de la guerra, utilizan la poesía para transmitir su angustia y su protesta por los problemas que acosan al individuo. Cultivaron esta poesía existencial Pedro Salinas, Luis Cernuda y Jorge Guillén, entre los exiliados, y Vicente Aleixandre y Dámaso Alonso, quienes permanecieron en España.
Dámaso Alonso fue un prestigioso profesor y lingüista que supo aunar el rigor del intelectual con la sensibilidad del artista. Su libro Hijos de la ira es un ejemplo de esta tendencia.
Poesía Testimonial
Muchos miembros de la Generación del 27 dieron testimonio en su poesía de la grave situación social y política, tomaron partido por la República durante la Guerra Civil y cantaron a la patria lejana durante el destierro posterior.
Poesía Social y Política: Miguel Hernández
Poetas como Rafael Alberti o Miguel Hernández deciden denunciar con sus versos la injusticia, la opresión, el hambre y los horrores de la guerra. Miguel Hernández, cercano a la Generación del 27, tiene como temas centrales de su producción la vida, el amor y la muerte, presentes en obras como El rayo que no cesa y Viento del pueblo.
Poesía del Destierro
La guerra y la dictadura posterior rompieron los vínculos que unían a los poetas del 27 entre sí y con su país. García Lorca murió asesinado; Miguel Hernández, en la cárcel; Salinas, Guillén, Cernuda y Alberti tuvieron que marchar al exilio.
La poesía de los desterrados se tiñe de rabia por sentirse vencidos, de amargura por la pérdida de la patria, los amigos y la lengua, y del recuerdo nostálgico de lo que abandonaron. Así ocurre con Las nubes de Luis Cernuda.