Inicios de siglo. El Modernismo
A finales del siglo XIX, los gustos estéticos se ven modificados debido a un cambio de mentalidad artística, que recupera principios del Romanticismo como la originalidad o la libertad creadora.
En España, al principio, se llamó Modernistas a todos los escritores que tenían impulsos estéticos y artísticos innovadores. Posteriormente, se reservó este término para quienes se preocupaban especialmente por la estética y adoptaban una postura escapista y de evasión de la realidad cotidiana; y se reservó el término de Generación del 98 para los que adoptaban una actitud de reflexión y de crítica ante la situación política, social y económica de España; pretendían con sus obras calar en la conciencia de sus conciudadanos e influir en la realidad social española.
El Modernismo se inspira en dos movimientos del siglo XIX: el Parnasianismo (tendencia formalista, partidaria del arte por el arte) y el Simbolismo (intimista, pretende encontrar la realidad que se esconde tras las apariencias a través de un nuevo lenguaje sugerente basado en símbolos).
Los temas básicos del Modernismo son la soledad, el escapismo (en el tiempo –Edad Media– o en el espacio –mundo oriental–), el cosmopolitismo, el amor y el erotismo. Formalmente, la nueva estética se caracteriza por el afán de innovación (muy notable en el terreno de la métrica), la originalidad, y la búsqueda de la perfección formal.
Los temas básicos de la Generación del 98 son: por un lado, el tema de España, centrado en las tierras de España que recorren y describen (sobre todo el paisaje cuya belleza descubren); y la historia de España, lo que Unamuno llamó la “intrahistoria” . Ven en Castilla (antimercantil, austera y espiritual) el alma de España.
Y por otro lado, las preocupaciones existenciales: se interrogan sobre el sentido de la existencia humana, el paso del tiempo, la muerte.
Rubén Darío y Manuel Machado son los principales representantes del Modernismo de corte parnasiano. El poeta nicaragüense evoluciona desde una estética parnasiana en Azul o Prosas profanas hacia temas más graves y trascendentes en Cantos de vida y esperanza.
Antonio Machado será el principal poeta del Modernismo simbolista, aunque después evoluciona hacia temas noventayochistas. Su primera obra, reflexiona acerca del paso del tiempo y la muerte, dos temas constantes en el poeta sevillano. En su segunda obra, Campos de Castilla, junto a los anteriores, aparece el tema de España además de una serie de poemas dedicados a su mujer, Leonor, antes y después de su temprana muerte.
Juan Ramón Jiménez se inicia en la estética modernista (Arias tristes, Sonetos espirituales)
, para ir fraguando a lo largo de su vida un estilo esencial y propio. El poeta moguereño entiende la escritura como una búsqueda constante de la belleza y de la perfección, de ahí que rescriba permanentemente su obra. Por otra parte, concibe la poesía como una forma de conocimiento, esto es, como un medio para analizar y entender la realidad. El deseo de eternidad es otro de sus temas constantes.
Diario de un poeta recién casado o Dios deseado y deseante son algunas de sus obras fundamentales.
Vanguardia y Generación del 27
Desde principios del siglo, los movimientos de Vanguardia comienzan a revolucionar el panorama artístico occidental. Futurismo, Cubismo, Expresionismo, Dadaísmo o Surrealismo, más los hispánicos Creacionismo y Ultraísmo, traerán formas transgresoras y rupturistas.
En España, no obstante, las Vanguardias serán un movimiento efímero cuyo máximo representante y creador es Ramón Gómez de la Serna y en el que se produce una ruptura con toda la literatura anterior siendo, a su vez, el punto de partida para autores como Rafael Alberti o Federico García Lorca.
Por otra parte, hay que reseñar la importancia que desempeñó para el vanguardismo español la obra teórica de Ortega y Gasset, con libros como La rebelión de las masas y revistas como Revista de Occidente
GENERACIÓN DEL 27
Esta generación está constituida por un grueso grupo de diez poetas que tienen en común la admiración por Góngora y la creación de una poesía que mezcla lo intelectual con lo sentimental, consiguiendo un perfecto equilibrio. Estos autores consiguen enfrentar la pureza estética con la autenticidad humana, lo minoritario con lo mayoritario, lo universal con lo español, etc., todo ello asentado sobre una gran renovación métrica caracterizada por la importancia que se le da al ritmo y a los recursos métricos tradicionales. Entre los integrantes del grupo encontramos a: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre.
Según Dámaso Alonso y Luis Cernuda, se diferencian tres etapas:
•1.-
Hasta l927
•Tanteos iniciales con notoria presencia de tonos becquerianos, rechazo del Modernismo e influjos vanguardistas. Juan Ramón les conduce hacia una poesía pura (metáfora), que origina un arte deshumanizado contrarrestado con una poesía popular (Marinero en tierra, de Alberti o Libro de poemas, de Lorca).
•2
.- Desde 1927 hasta la Guerra Civil
•En 1927 se marca la cima y el descenso de los ideales estéticos. Se puede hablar de una comunicación más íntima y cordial con el mundo y con el lector, como es el caso del Romancero gitano de Lorca. Con la aparición del Surrealismo, pasan a primer término los eternos sentimientos del hombre (amor, ansia de plenitud, problemas existenciales). Es una época de poesía humana y apasionada. Se introducen acentos sociales y políticos. Destacan libros como Sobre los ángeles (Alberti), Poeta en Nueva York (Lorca) y Los placeres prohibidos y Donde habite el olvido (Cernuda).
•3
.- Época de la posguerra
•Tras la Guerra civil y la muerte de Lorca, (salvo Aleixandre, Dámaso Alonso y Gerardo Diego), el grupo se exilia y cada uno sigue un rumbo poético sin abandonar los caminos de la poesía humana. Se aprecia una poesía con carácter testimonial, mostrando la nostalgia por la patria perdida y el desarraigo. La concesión en l977 del Premio Nobel de Literatura a Vicente Aleixandre es la confirmación de la plenitud poética de un grupo que ha dado una nueva Edad de Oro a la lírica española.
Nos centraremos en los autores andaluces del grupo del 27:
Vicente Aleixandre. Nacido en Sevilla y criado en Málaga, fue premio Nobel en 1977. Sus temas son variados: el amor como impulso erótico que lleva a la destrucción; la naturaleza como fuente de vida. Posee una primera etapa de corte surrealista con imágenes oníricas e irracionales, versolibrismo; el poeta se funde con la naturaleza. Pertenecen a esta etapa libros como Espadas como labios, Sombra del paraíso y La destrucción o el amor.
Su segunda etapa supone un abandono del surrealismo y la naturaleza para centrarse en el hombre. De esta etapa son los libros Historia del corazón y Poemas para la consumación.
Federico García Lorca. Sus primeros libros suponen una fusión de lo tradicional con la vanguardia y la poesía pura. Destaca Poema del cante jondo y Romancero gitano;
Son piezas de tema andaluz con elementos oníricos y mezcla de tradición y surrealismo.
Más tarde compone Poeta en Nueva York, obra plenamente surrealista donde nos habla de personajes marginados a través de versos libres y una estética vanguardista.
Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías y los Sonetos del amor oscuro son las últimas obras del granadino, donde aúna amor, erotismo, angustia y trascendencia.
Rafael Alberti. El gaditano se inicia en la estética neopopularista con métrica tradicional Marinero en tierra, El alba del alhelí.
Le sigue una etapa gongorina (Cal y canto)
Y una etapa surrealista:
Sobre los ángeles es un libro único en la producción de Alberti y constituye una de las cumbres españolas del surrealismo de filiación europea.
Con la llegada de la República y la Guerra, Alberti hace poesía más comprometida social y políticamente. Son libros de esta época Un fantasma recorre Europa,
De un momento a otro, Capital de la gloria.
En el exilio no deja de escribir:
Entre el clavel y la espada
Roma, peligro para caminantes
Retornos de lo vivo lejano
Luis Cernuda. El sevillano es el poeta del amor por excelencia. Perfil del aire es su primer libro, con poesía pura. Escribe a continuación libros surrealistas como Un río, un amor;
Los placeres prohibidos;
Donde habite el olvido
Sus grandes obras son La realidad y el deseo y Ocnos.
El primero es el título de su poesía completa: soledad, angustia, deseo de belleza absoluta; aspira a llegar a la comunicación mediante el amor. Su poesía del exilio en México está, entre otros, en los libros titulados Con las horas contadas, Desolación de la quimera.
Por las características de su poética (renuncia a la rima, a los ritmos marcados, al lenguaje ortodoxamente poético) es, quizás, el poeta del 27 que más ha influido en las generaciones posteriores.