Introducción: Definiendo la Literatura y su Estudio
¿Qué es la literatura? La literatura es una institución poco institucional y frágil. Las ciencias que estudian la literatura son muy numerosas: historia de la literatura, literatura comparada, teoría de la literatura…
¿Qué busca el teórico literario? La meta del teórico literario es encontrar la idea de literatura, es decir, la literalidad, la cualidad específica de la literatura. Esta idea de literatura ha ido cambiando a lo largo de la historia.
El Lenguaje Literario
El lenguaje usado en los textos/obras literarios se puede definir como una experiencia permanente para todos los humanos (sean sordos, ciegos…), ineludible, invasivo. Además, es un sistema de comunicación a través del cual las palabras mueren o evolucionan. Se dice que se conoce el mundo en tanto en cuanto conocemos el lenguaje y podemos referirnos a lo que conocemos. “Tenemos que dejar de pensar si nos negamos a hacerlo en la cárcel del lenguaje” (Nietzsche).
El lenguaje es una facultad de la lengua que nos permite soñar, imaginar, quebrar los límites de la experiencia. Es, por tanto, omnipresente, pero el lenguaje en sí mismo no es nada. El lenguaje es una práctica en tanto en cuanto hay un hablante que la utiliza. “El lenguaje no es capaz de imponer nada por sí mismo” (Lewis Carroll).
¿Facultad o Práctica?
Pero, ¿el lenguaje es una facultad o una práctica?
- El lenguaje es una facultad si entendemos que es consustancial a nuestra especie, es decir, es una capacidad transmitida genéticamente.
- En cambio, se entiende que el lenguaje es una práctica si se refiere a que cada persona habla un idioma distinto (según su uso, su esfuerzo, su educación). “El buen novelista (profesional del lenguaje) debe ser suficientemente flexible como para escuchar la polifonía” (Mijaíl Bajtín).
La polifonía a la que se refiere este sociolingüista es el fenómeno del plurilingüismo o poliglotismo social. Es decir, no hay dos hablantes que empleen una sola variedad lingüística, también llamadas registros lingüísticos. Además, el lenguaje, en tanto que es una experiencia, es una actividad. A través de él se transmite un mensaje al lector usando el lenguaje de los escritores, no condicionado por las gramáticas normativas (RAE…), sino por el uso que hacen los hablantes de la lengua.
El Lenguaje del Escritor
- La lengua usada por el escritor a la hora de escribir una obra literaria suele ser la lengua estándar de una comunidad, a la que añade imágenes (la blancura de sus perlas, refiriéndose a los dientes blancos). Esta nueva imagen dentro de la literatura puede conducir a que se convierta en un tópico si es usada por numerosos autores y, por tanto, conocida por el lector. Añade también capacidades sonoras y visuales (sonidos y colores) para poblar la obra de tintes que lo diferencian del lenguaje estándar normal.
- Como el lenguaje, la lengua de los escritores evoluciona (el lenguaje es como un ser vivo), perdiendo y ganando elementos continuamente, lo que nos lleva a la esencia del lenguaje: el cambio.
- La coexistencia entre lo nuevo (novedoso) y lo viejo (el tópico) provoca la creación de una obra llena de nuevos matices que la alejan del tópico trillado.
- La literatura presenta la realidad sin mentir, solamente mediante metáforas (o representaciones).
Ficción, Complejidad y Público
- La ficción literaria no tiene por qué ser verdad; simplemente es la descripción de la realidad del autor o incluso de sus personajes. Boccaccio (autor del Decamerón) defendió su literatura de críticas que afirmaban que su obra era mentira: “Afirmo que los poetas no son unos mentirosos. Las ficciones de los poetas no corresponden con ninguna clase de mentira porque no es intención suya engañar a nadie con la ficción”. La ficción es, por tanto, el resultado de una mente creadora que juega con las palabras y que se dedica a organizar todo un mundo lingüístico.
- No hay textos incomprensibles ni ininteligibles, aunque es cierto que alguna obra literaria necesita un conocimiento previo, como las Soledades de Góngora. La complejidad no es una característica del texto, sino de la situación lectora, es decir, una falta de complicidad entre el lector y el texto. Hay ocasiones en las que el propio autor busca crear un texto con cierta complejidad para que solo sea comprendido en su totalidad por una cierta élite de personas. Esta situación se dio durante los movimientos vanguardistas, en los cuales el lector necesita conocer previamente ciertas claves para entender el texto.
- La literatura se escribe para un público determinado (¿para quién escribo?), es decir, el tratamiento de una obra es acorde al público. James Joyce es la misma persona que escribe Finnegans Wake y Ulises (unas obras literarias hechas como algo más que un pasatiempo) que cuando escribe Retrato del artista adolescente o Dublineses (obras más convencionales y con tintes más tradicionalistas). Es la misma persona, pero es un escritor diferente, pues escribe para públicos completamente diferentes.
- El escritor tiene un compromiso con el lenguaje ineludible.
- El lector puede recibir mensajes equívocos, ya que el escritor puede manejar diferentes maneras de comunicarse con el lector. Los escritores tienden (o tienen que tender) a desechar el uso de frases hechas y clichés. “Hemos perdido nuestra relación con las palabras”.
Características del Discurso Elaborado
- Su intención no es meramente comunicativa, sino que está compuesta por varias intenciones (didáctica, divulgativa…).
- Presenta elementos insólitos (se refiere a poco usuales) e individuales.
- Requiere concentración, disciplina, esfuerzo, capacidad… por parte del emisor/autor.
- Su característica principal es que intenta acercar el lenguaje de la conciencia, para poder representar un mundo distinto, una situación…
- El autor necesita dejar de pensar en frases y pensar en palabras.
- Usar el lenguaje como una herramienta para comunicar algo al lector.
- La creación es una elección crucial y constante, ya que en literatura solo es relevante aquello que no es obligatorio.
- El lector debe interpretar estas elecciones como una apuesta deliberada, personal, consciente e intencionada.
- Significación = elección: Solo lo que no es obligatorio es significativo.
- Significar = significarse: Representar implica el posicionamiento del autor ante una situación u otra.
Problemas del Escritor: Adecuación y Propiedad
Los problemas que afronta el escritor son:
Adecuación de la obra de un escritor: ¿Qué quiere conseguir? ¿Cómo caracterizo a un personaje? ¿En qué momento histórico sitúo la historia?
Como lectores valoramos la precisión de las palabras dentro del libro. La adecuación también es muy importante dentro de los textos. Los escritores pueden tener problemas al no alcanzarla: problemas de propiedad.
Quiere decir que ahí te he dado con un argumento que te ha dejado bien aplastado.
La cuestión es saber quién manda, eso es todo.
Alicia a través del espejo, Lewis Carroll. El poder del lenguaje para crear y representar mundos o el lenguaje del poder como herramienta de las castas poderosas con el que ordenan el mundo según sus propios intereses.
La Propiedad del Lenguaje
¿A quién le corresponde decir si una palabra es propia o impropia? ¿Son las palabras entidades conscientes capaces de explicar por sí mismas lo que pretenden decir, de manera que a nosotros no nos queda otra que adaptarnos? O, por el contrario, como afirma Humpty Dumpty (personaje de Alicia a través del espejo): “Cuando yo uso una palabra significa exactamente lo que yo pretendo que signifique” (Lewis Carroll). ¿Son las palabras nuestras dueñas o somos nosotros sus dueños?
Las palabras son herramientas que transmiten conceptos (términos pedantes utilizados para referirnos a cierta clase de ideas). ¿Qué son los conceptos? Total, por una palabra. ¿Cruzada o guerra civil? (Cinco horas con Mario, Miguel Delibes).
La forma de nombrar las cosas es una manera de ver las cosas. Nadie accede a un conocimiento directo de la realidad, sino a través de estos conceptos colocados entre nosotros y la realidad. Contamina el acceso de los humanos a la realidad. Nos ayudan a categorizar la realidad: sentidos, sensaciones…
Ortega y Gasset: concepto árbol:
- Árbol: obstáculo para un paracaidista.
- Árbol: oportunidad para descansar en el desierto.
- Árbol: materia prima para un carpintero.
Según Stephen Ullmann, las palabras son deficientes porque no reflejan con rigor y completitud aquello que queremos transmitir. Las palabras no están a la altura de las circunstancias.
Por ello es necesario interpretar el concepto dentro del contexto en el que surge.
Orden y Ritmo en el Texto
Un texto es una secuencia de una serie de expresiones verbales ordenadas. Este orden lo pone el autor (mecanismos del lenguaje) o el lector con el ritmo de su respiración.
En el lenguaje hablado el orden se da por las pausas y las entonaciones de la voz. La música del lenguaje se pone al servicio del sentido (palabras y silencios).
En el lenguaje escrito las pausas se corresponden con marcas como punto (.) y coma (,) que fragmentan el texto, formando porciones de textos. También hay un ritmo en los textos escritos, entendiendo el ritmo como la sucesión articulada de sonidos (expresiones) y silencios.
3. La Ciencia Literaria
En el Siglo de las Luces (s. XVIII), la literatura era todo aquello que se transmite en lenguaje escrito relacionado con el saber (desde un manual de medicina o un código penal).
A finales del s. XVIII, el nacimiento de la Ilustración y el Romanticismo provocan una serie de cambios en el campo literario. La literatura se relaciona única y exclusivamente a todos aquellos textos escritos con una voluntad artística por parte de su autor. Este cambio es muy significativo: el corpus de textos literarios se ve reducido notablemente y todos los textos literarios se caracterizan por esa naturaleza artística.
En el Romanticismo (s. XIX) la literatura es un arte nacional, ya que refleja el aire nacionalista de un país (Volksgeist), el espíritu del pueblo. /De aquí surge la literatura como propaganda-proyección nacional/.
La historia de la literatura nace en este momento: se comienza a estudiar la historia de la literatura.
Después de esta tradición de pensamiento estético y poético que se remonta a la civilización griega en el mundo occidental, la conciencia reflexiva sobre la literatura (esencia, naturaleza…) comienza a formar parte de nuestra vida hace poco tiempo.
El Formalismo Ruso y la Reflexión sobre el Lenguaje
Pese a todo esto, la ciencia literaria se consolida con el Formalismo Ruso (a principios del s. XX), que consiste en la reflexión sobre la literatura en sí: en qué consiste, qué intenta.
- En 1915 se funda el Círculo Lingüístico de Moscú.
- En 1916 se funda la Sociedad para el Estudio del Lenguaje Poético (OPOYAZ).
Este movimiento está formado, entre muchos otros, por Roman Jakobson, Shklovski… Estudian la singularidad del lenguaje literario y lo estudian con unas metodologías diferentes a las usadas anteriormente. Empiezan a plantearse preguntas sobre la literatura en sí.
Los formalistas rusos se dan cuenta de que la literatura posee una serie de rasgos que la hacen diferente. Estos formalistas rusos le dan a la literatura la importancia que no se había concedido hasta el momento (antes la literatura se explicaba desde fuera, como un reflejo de la sociedad).
Michel Foucault: filósofo que reflexiona sobre la idea del lenguaje y la literatura. Este autor sitúa el momento en que a la literatura se le da el valor que merece en la poesía del poeta simbolista francés Mallarmé. Este filósofo dice que: reflexionar sobre la literatura implica reflexionar sobre el lenguaje, así como sobre la obra.
¿Qué es la literatura? Esta pregunta es en realidad la literatura en sí misma. Es decir, no hay una respuesta absoluta que zanje esta cuestión. No hay texto literario que no responda, a su manera, a esta pregunta, ya que todos responden a una visión de la literatura.
Los poetas franceses simbolistas pusieron el lenguaje en primer plano, por lo que son los padres de la metaliteratura y la metapoesía. La poesía/literatura se hace con palabras/lenguaje (Mallarmé). A esta definición, los formalistas rusos matizaron que la literatura es un lenguaje liberado de la responsabilidad suprema de la información (en contra del lenguaje periodístico, por ejemplo), aunque siempre intenta comunicar al lector.
Características del Lenguaje Literario
El lenguaje literario, como sucede con otros lenguajes artísticos, se caracteriza porque se ha liberado de esa servidumbre de reflejar la realidad (la pintura abstracta se parece al Ulises de Joyce).
Está constituido por una serie de tópicos (lugares comunes, es decir, el canon del género), además de la explotación preferencial de unos mecanismos lingüísticos sobre otros (personajes, situaciones, momentos históricos). Estos últimos son los que aporta individualmente el autor, creando textos literarios dentro de un canon específico pero con una huella particular. Fue T.S. Eliot quien reflexionó sobre el valor de un escritor cuando escribe dentro de la tradición a la que pertenece, dándonos cuenta de los elementos comunes a esa tradición y los elementos novedosos que ayudan a continuar y aportar elementos singulares a la tradición. Los autores aúnan en sus obras lo tradicional a la novedad. El lenguaje literario está sometido a cambios, como el lenguaje; por lo tanto, no podemos hablar de la literatura como algo absoluto, sino de algo parcial.
La literariedad (proveniente de la palabra literaturnost) es la cualidad de la literatura, lo específico y especial de la literatura. Valor estético. Todos ellos llaman la atención sobre la importancia del lenguaje (y más del lenguaje literario). Nacen con el Formalismo Ruso. En literatura solo es relevante lo que no es obligatorio. Sin lectores no hay literatura. Existe la escritura, pero la literatura es una comunicación entre el escritor y el lector. En la literatura, el lenguaje es, además de una herramienta, el protagonista de la literatura.
4. ¿De qué se ocupa la literatura?
De acontecimientos imaginarios, aunque estos se presentan con elementos tomados de la realidad (reales). Aunque no siempre la literatura se alimenta de la imaginación o de la fantasía (por ejemplo, en la novela histórica el alimento principal es la realidad histórica). Los elementos tomados de la realidad son las palabras (elementos lingüísticos), con las que el escritor “atrapa” la realidad o intenta cifrar en un código especial (en principio secreto) ese universo de ficción que tan solo él ha sido capaz de captar. Ese enciframiento es descifrado por el lector.
Escritor cifra — Lector descifra.
Ese universo de ficción es lo que Aristóteles denominaba fábula y es el primer ingrediente de la literatura (desde el punto de vista cronológico, ya que este universo de ficción existe antes de la escritura del texto) y el constituyente esencial de la literatura.
5. El valor de la literatura
- Semántico: relacionado con el significado.
- Formal: relacionado con las expresiones lingüísticas (expresividad, presentación…).
Solo hay literatura cuando los dos valores aparecen conjuntamente, porque el denominador común de ambos valores se encuentra en la intención.
La intención semántica se refiere al suceder de los acontecimientos ficticios. La intención formal se refleja en la expresión estética.
No confundir la literatura con la emoción poética.
- Literatura: construcción objetiva de un proceso verbal.
- Emoción poética: actitud individual de la interpretación de la literatura (desde el punto de vista del escritor, esta emoción se da durante la creación de la literatura).
Emoción inicial: escritor. Emoción posterior: lector.
La literatura es una actividad que se construye con el lenguaje. Por lo tanto, es un acto lingüístico que se sustenta en el logos, en la lengua.
Corriente estilística: Dámaso Alonso, Amado Alonso, Leo Spitzer.
“El lenguaje no está acabado de hacer, porque constantemente está ganando y perdiendo elementos”. La vitalidad lingüística se muestra en la aparición de nuevos conceptos y en la pérdida de otros muchos. A diferencia de lo que ocurre en otros lenguajes condicionados en un momento y en un tiempo concreto, el lenguaje literario es utópico y ucrónico, es decir, cualquier espacio y cualquier tiempo puede ser el suyo propio (el lenguaje funciona en cualquier tiempo y en cualquier espacio), frente al resto de los lenguajes que actúan condicionados en un tiempo y en un espacio.
6. “Literalización y desliteralización”
Un texto no escrito con voluntad literaria, es decir, sin intención artística, alcanza esa categoría de literario y al revés. Los límites de lo literario no son solo lingüísticos, ni siquiera estéticos; son históricos y culturales. Por ello, la necesidad de algunos autores (Tyniánov, Mukarovský) que entendieron la literatura como una construcción literaria dinámica (es decir, se adapta). La literatura está en constante relación (por parte de los autores) de carácter universal. Esta relación es entre la tradición y la originalidad, la forma y el contenido, la ficción y la realidad, emisor y receptor.
¿Es posible definir la literatura a través de unos rasgos que la singularicen de otros tipos de lenguaje? Lo literario es aquello que una comunidad de lectores (en función de diversos factores) definan con ese nombre. (Di Girolamo y Eagleton – corriente: Teoría de la Recepción).
“La literatura es un arte de ficción”. Esta afirmación tiene dos lecturas:
- Apuesta por la ficción, no es un reflejo de la realidad.
- Presenta a la realidad.
El arte, según Aristóteles, es imitación (mímesis) de la naturaleza. La literatura es una realidad secundaria (necesita una realidad previa). Tuvo mucho apoyo durante muchos siglos (prácticamente hasta el Romanticismo).
Verdad y mentira, real y ficción
Los hechos más increíbles pueden resultar verosímiles y los más reales pueden resultar inverosímiles. Estos conceptos dejan de ser antónimos desde el Romanticismo. El autor intenta ser realista, aunque no se refleje en los textos literarios (véase el vanguardismo). La literatura es un discurso ideológico que, a su modo, habla de la historia; a través de la escritura literaria la realidad se transciende por su capacidad para transformar la historia. Es muy difícil separar los problemas de la historia, de la ciencia, de los problemas que afectan a la propia escritura literaria. La distinción entre verdad y mentira, realidad y ficción suele ser muy engañosa y ridícula (¿hay fronteras entre la realidad y la ficción, entre la verdad y la mentira?).
7. La no instrumentalización de la literatura
La idea de que la literatura no tiene un carácter instrumental, sino que es entendida como un puro acto verbal. Esta concepción de lo literario desvinculado de la utilidad (del beneficio inmediato) se ha ido incorporando a todas las ciencias desde el Romanticismo hasta nuestros días. Esto provoca una mayor autonomía en el objeto artístico y valora los textos literarios como objetos estéticos, al margen de lo que intentan transmitir. La literatura no es una herramienta al servicio de la comunicación, ni de la realidad.
“La literatura es la expresión por la expresión” (el arte por el arte) – Novalis, Himnos a la noche.
Desarrollada, sobre todo, por las corrientes de los formalistas: la literatura por ella misma.
“Solo puede ser bello aquello que no sirve para nada” – Kant.
Horacio: autores de literatura prodesse (educar) o delectare (deleitar).
“Poetry is memorable speech” – Auden.
La literatura empieza y acaba siendo lenguaje, ya que nuestra vida es lenguaje. Pensamos con lenguaje, es decir, el mismo pensamiento es lenguaje. ¿Podemos pensar en algo que no se traduzca al lenguaje? No se puede nombrar aquello que no se puede conocer. El lenguaje es una “cárcel”: nos impone vivir entre sus límites y nos enseña la única manera de pensar.
¿Por qué un texto ha llegado a ser literario? Los lectores no entran a valorar los textos literarios, sino que son los “expertos” quienes deciden qué texto es literario y cuál no. La esencia de lo literario empieza a ser reflexionada en la Grecia clásica, de la mano de Platón y Aristóteles; es decir, la reflexión sobre la literatura es muy anterior a nuestro tiempo, y aun así hoy no hemos llegado a establecer una definición de literatura completa. El estudioso de la literatura hace frente a sus creencias (políticas, económicas, religiosas…) y esto afecta a su delimitación del campo de estudio de la literatura. Una idea presente en la literatura de Platón y Aristóteles: “La literatura es una imitación de la naturaleza”. Esta definición es la básica de la que parten las demás definiciones.
8. ¿Dónde empieza y dónde acaba la literatura?
Esta pregunta no se puede contestar, ya que cada uno tiene una noción diferente del mismo concepto. La literatura aparece como una noción aceptada por todos los hablantes, en la que está todo previamente definido y en la que no se pueden hacer cambios aparentemente importantes.
¿Y cuál es la diferencia entre un texto literario y no literario? La literatura se resiste a la delimitación: sus límites son elásticos, sus fronteras no están dibujadas y por ello dentro de la literatura hay obras con diferente modelo (biografía, poesía, novela, teatro, drama, ensayo), pero aun con todo desconocemos el nexo de unión entre las obras que la componen.
Rasgos del Texto Literario
- Un texto literario es, como cualquier acto comunicativo, un acto comunicativo establecido entre un emisor (autor) y un receptor (lector). Pero no hemos avanzado nada (es el mismo acto comunicativo que hacemos al leer un manual de instrucciones, una conversación). Se pretende compartir un mensaje, a través de un determinado canal y con un código cifrado conocido por el autor y el receptor.
- Los otros textos no literarios se caracterizan por las restricciones semánticas (Senabre), es decir, los hablantes no se permiten determinados registros ni determinadas expresiones más familiarizadas con el lenguaje literario (como: infausto auto, melancólica col, adormecida mecedora). Es decir, el lenguaje literario se caracteriza por la transgresión idiomática, es decir, la ruptura del código lingüístico: presenta el mundo descompuesto y desde otro punto de vista, con mucha más originalidad. Presenta el mundo con imágenes y con un vínculo de unión entre esa imagen y la realidad que permita al lector interpretar y comprender el texto. La ruptura del código no puede ser absoluta, ya que no habría posibilidad de reconstrucción del texto por parte del lector.
- Un texto literario es la organización de una serie de ideas. No hay caos en los textos; los autores siguen un orden de ideas.
- Los textos literarios están formados por varias capas que el lector tiene que ir descifrando, haciendo un esfuerzo por ir más allá de los significados léxicos y realizar una labor de traducción (de un registro a otro), innecesaria en la labor cotidiana.
- Según Senabre: El texto literario se caracteriza por una unidireccionalidad (del autor al lector y no al revés), una recepción diferida (el texto se recibe más tarde de su escritura) y una inmodificabilidad (el texto no se puede modificar por el autor). Esto es cierto si comparamos una novela con un diálogo, pero también es cierto en otro tipo de textos, como un manual o un artículo. En el caso de los textos literarios podemos hablar de un desinterés hacia la información.
La literatura es el dominio de la ficción, aunque esta se alimente de la realidad. Además, la literatura es el resultado de un acto comunicativo, es decir, un acto literario.
Al tratarse de un acto comunicativo, el lector (receptor) también tiene posibilidad de decidir si un texto es literario o no, pero esto no quiere decir que todas las lecturas y críticas de los lectores sean correctas.
9. La literatura como acto comunicativo
La literatura entendida como un acto comunicativo ha sufrido diferentes cambios con el paso del tiempo.
- En la crítica preformalista (anterior al Formalismo Ruso), parten del autor como elemento fundamental de la comunicación.
- Con el surgimiento del Formalismo Ruso, se pasa el protagonismo al texto, como una obra de arte aislada.
- En los años 50, con la Estética de la Recepción, se reivindica la importancia del lector. A esta corriente literaria pertenecen autores como Gadamer (Verdad y método), Iser, Jauss (Experiencia estética y hermenéutica literaria) y Umberto Eco (El nombre de la rosa, El péndulo de Foucault, Opera aperta).
- En los años 90, el mismo Eco habló de “Interpretación y sobreinterpretación”. En este ensayo pone de manifiesto que no todo vale en la literatura, porque si no, nada tendría importancia.