Época

Fiódor Dostoievski es el representante máximo del realismo psicológico ruso, una corriente literaria que surgió en Rusia cuando la estética realista se encontraba en su máximo esplendor. Retrato de la sociedad de la época, trataba del alma humana. Dostoievski sitúa a sus personajes ante situaciones extremas para poder sondear sus conflictos internos. Por ello y por su capacidad de ‘sufrir’ con sus personajes, es considerado precursor del existencialismo que recorrería toda la literatura del S.XX.

El Realismo literario alcanza su apogeo entre los años 1850 y 1870. Los escritores realistas deciden retratar la realidad objetivamente. El Realismo prefirió la narrativa como medio más adecuado para responder a las necesidades de conocimiento de la sociedad.

El Realismo presenta las siguientes características:

• El tiempo de los hechos narrados es generalmente contemporáneo a la novela.
• Los escritores realistas otorgan gran importancia al medio ambiente, ya que consideran que el ser humano está influido por el medio donde vive.
• Los personajes suelen estar marcados por los problemas de la vida cotidiana: Suelen aparecer personajes tipo que, al mismo tiempo que son individuos particulares, ejemplifican estratos de la sociedad.
• El novelista tiende a presentarse como narrador omnisciente.
• El novelista trata de utilizar un lenguaje utilitario. Con el lenguaje se pretende reproducir los aspectos particulares del habla de cada personaje.

Las novelas realistas rusas prestan atención a los problemas sociales, y reflejan la psicología de personajes dominados por pasiones, animados por grandes ideales y oprimidos por un medio social que no los comprende.

Producción Literaria

En 1846 publica su primera novela, Pobres gentes, que logra un éxito considerable. Tras los duros avatares de su encarcelamiento y su contacto con los hombres del presidio, descubrió en la religión la única fuerza capaz de superar las desdichas humanas. En este estado anímico, Dostoievski reanudó su actividad literaria en San Petersburgo. Allí escribió sus principales y más conocidas novelas, casi todas con planteamientos de tesis. Así, Las memorias del subsuelo (1864) es la denuncia de la soledad del hombre de la nueva civilización urbana; Crimen y castigo (1866), su obra magna, describe mediante un análisis psicológico penetrante, la evolución interna de un asesino, un pobre estudiante, que mata a una vieja usurera. El idiota (1868) plantea problemas de carácter ético presentando a un personaje quijotesco; Los demonios (1871) deja bien sentado que el egoísmo y el ateísmo conducen a la inmoralidad y al despotismo; Los hermanos Karamazov (1879-1880), rescata la figura de su padre, tirano y alcohólico, para mostrar las preocupaciones que había tenido desde joven.

El Jugador

El jugador, novela meditada por Dostoievski y escrita en sólo un mes. Alexei, el protagonista, está enamorado de Polina. La catástrofe se produce cuando la abuela del general pierde su fortuna en el casino en pocas horas y todos ven alejarse sus esperanzas de heredar. La pasión por el juego se extiende a toda la familia del general y de la suerte de la abuela en la ruleta depende el destino de casi todos. Narrada en primera persona, el autor refleja elementos autobiográficos, pues es muy conocido que el escritor ruso también sentía una irrefrenable pasión por el juego, que le condujo a contraer elevadas deudas y le obligó a abandonar su país, por miedo a la cárcel. También el amor frustrado del autor por Polina Suslova se proyecta en el personaje Alexei Ivanovich, por la que protagonista de la novela, enamorado de una mujer llamada Polina por la que se deja llevar en la ruleta.

La obra arroja una penetrante mirada sobre las interioridades del carácter ruso, contrapuesto al francés y al alemán. Aparecen frecuentes comentarios sobre la psicología de los diversos pueblos o naciones: la fogosidad de los rusos, el aburrimiento de los franceses… Dostoievski no realiza un juicio moral sobre los personajes. Los describe y los comprende.

El general vive por encima de sus posibilidades. La abuela pierde su fortuna en la ruleta. Alexei busca en el juego un rápido enriquecimiento para conquistar a Polina. Los tres personajes son profundamente fatalistas y piensan en un golpe de fortuna para salvar sus vidas. Pero las cosas se tuercen y los tres pierden sus esperanzas de ver realizados sus sueños. Aunque Alexei al principio juraba no jugar para conseguir a Polina, después terminó enfrentándose a la ruleta.

Su mayor aporte es el haber colocado al narrador dentro de la obra, dejando la postura externa de quien relata una historia ajena, como era usual en el realismo. Estamos ante una novela ágil, en la que se reflejan la avaricia por el dinero, la ludopatía y la obsesión por el amor. El relato está escrito con muchas prisas y aparece desordenado y casi improvisado. Los personajes no tienen la profundidad y la tensión que algunas situaciones requieren, salvo la abuela, que por la fuerza de su personalidad se convierte en el centro de la novela en los capítulos en que aparece.

Se deduce de esta novela la convicción de Dostoievski de que las clases sociales son inamovibles, el carácter personal no se puede cambiar, los individuos están determinados por los acontecimientos y el azar juega un papel esencial en la vida humana. Dostoievski, que saca de su propio dolor la fuente de su inspiración literaria.