Biografía
Miguel de Unamuno (1864-1936) Nació en Bilbao y estudió Filosofía y Letras en Madrid. Ocupó la cátedra de Griego en la Universidad de Salamanca, de la que fue rector en 1901. Sufrió destierro en Fuerteventura y Francia por problemas con la Dictadura de Primo de Rivera. Fue diputado por la República. Murió en Salamanca. Unamuno está considerado como uno de los intelectuales más brillantes y profundos de nuestra cultura.
Pío Baroja (1872-1956)
Biografía
Pío Baroja y Nesi nació en San Sebastián. Estudió Medicina en Madrid, aunque terminó la carrera en Valencia. Llegó a Madrid para regentar la panadería de un familiar y en esta ciudad se dedicó por entero a la literatura, donde terminaría sus días. Fue elegido miembro de la Real Academia en 1934. Pío Baroja, por Federico Echevarría.
Obra
Pío Baroja es uno de los novelistas más importantes del 98. Su producción literaria está constituida casi exclusivamente por novelas. Consciente de la trascendencia y complejidad de sus obras, el mismo Baroja las clasificó basándose en un criterio cronológico:
Antes de 1912
Etapa prolífica y variada, la crítica considera que Baroja escribe en estos años sus mejores obras: Camino de perfección (1902) y El árbol de la ciencia (1911). En ellas, a través de sus dos protagonistas –Fernando Osorio y Andrés Hurtado–, construye arquetípicas etopeyas (descripción de las costumbres y rasgos morales de un individuo). También es la época de La lucha por la vida (trilogía), Zalacaín el aventurero (1909) o Las inquietudes de Shanti Andía (1911). Esta última pasa por ser una de sus obras más interesantes. Por su año de publicación, es reconocida como ejemplo de tránsito entre las dos épocas.
Después de 1912
Escribe desde ese año novelas de diferentes estilos y temática, entre las que señalamos la serie titulada Memorias de un hombre de acción, compuesta por veintidós obras. La obra de Baroja también puede agruparse temáticamente en ciclos o trilogías:
- Tierra vasca: La casa de Aizgorri, El mayorazgo de Labraz; Zalacaín, el aventurero.
- La vida fantástica: Aventuras, inventos y mixtificaciones de Silvestre Paradox; Camino de perfección; Paradox, rey.
- La lucha por la vida: La busca; Mala hierba; Aurora roja.
Estilo
Baroja consideraba la novela como un género abierto que admitía gran cantidad de técnicas diferentes. En cualquier caso, una característica común de las obras barojianas es que carecen de acción. Son, en cambio, novelas de personaje. En ellas, todo queda condicionado a un protagonista en torno a cuya biografía y evolución hacia un fracaso anunciado se construye todo lo demás. Los demás personajes, que a menudo se diluyen en el argumento, no son más que adornos estéticos. Su estilo es preciso, sencillo y sobrio. La sencillez aparente de su pluma, que en ocasiones puede resultar grosera, encierra, como sucede a veces, una medida elaboración. Es un virtuoso de la descripción impresionista y del diálogo, así como del manejo de un humor especialmente amargo. Abundan las frases cortas con escasa subordinación y el estilo conversacional. No empleó nunca demasiadas figuras retóricas. Con todo, debemos indicar que su influencia ha sido decisiva en escritores posteriores de la talla de Camilo José Cela o Luis Martín Santos.
José Martínez Ruiz, «Azorín»
Obra
La voluntad, Los pueblos, Castilla. Su estilo se caracteriza por la pureza y la exactitud, por la precisión, y por la frase breve y contundente, de marcado carácter impresionista.
Ramón M.ª del Valle-Inclán
Obra
Aunque nos centraremos en su obra dramática, Valle-Inclán se adentra también en la novela. Las Sonatas están consideradas como la mejor aportación del Modernismo en prosa. Son las memorias del marqués de Bradomín, un don Juan feo, católico y sentimental. Tirano Banderas (1926) es una novela de madurez, inspirada en la tiranía de los dictadores hispanoamericanos de la época.
Ciclo del mito
Constituido por obras como Divinas palabras (1920) o la trilogía Comedias bárbaras, caracterizadas por un espacio gallego primitivo e intemporal, donde las pasiones humanas y las fuerzas irracionales están sometidas a un proceso de mitificación.
Ciclo de la farsa
Ciclo del esperpento
En este caso, el mecanismo no es la mitificación sino todo lo contrario. La obra que abre el ciclo esperpéntico, Luces de bohemia (1920), gira en torno al último viaje de un «héroe trágico», el poeta Max Estrella, por un mundo indigno, injusto y vacío, como su compañero don Latino de Híspalis. Viaje aterrador y desgarrado por quince espacios madrileños que nada tienen de míticos o gloriosos. Max no tiene otras armas para denunciar y luchar contra la realidad cobarde y deshumanizada que proponer el suicidio, la muerte. Paralelamente, Valle-Inclán se sirve de una estética deformante para reflejar la realidad. Todo vale –hasta la misma muerte– para violentar al público. Sin duda, el ciclo del esperpento no es más que el final de un largo y fructífero camino de innovaciones que situó al teatro español en la vanguardia dramática europea pese a su escaso éxito comercial.