Literatura del Siglo XVIII: Neoclasicismo
El Siglo XVIII es el Siglo de las Luces, un siglo entusiasta y optimista que se empeñó en la reconstrucción intelectual de Europa. Este pensamiento se refleja en la literatura neoclasicista, caracterizada por La defensa de lo racional frente a lo sentimental, intenta romper con todos los postulados de la literatura anterior, defensa de unidades clásicas y fin docente del arte. Tiene tres etapas: la lucha contra el Barroco, donde se critica lo irracionales. En el neoclasicismo se acepta los principios estéticos fijados por el clasicismo francés, en teatro se impone la regla de las tres unidades. Prerromanticismo surge en las últimas décadas del siglo, se opone al Neoclasicismo y rehabilita la acción del sentimiento en el arte por el influjo inglés.
Prosa. Prosa ensayística periodística
Se encuentra íntimamente ligada a la actividad periodística que fue el mejor medio para hacer llegar las nuevas ideas al pueblo.
Prosa ensayística del catolicismo ilustrado. Destacan: El Padre Feijoo
En su obra intenta combinar el pensamiento religioso con el nuevo espíritu científico. Su obra más representativa “Teatro
Crítico” en la cual se tratan todo tipo de temas. El Padre Sarmiento
Su obra más importante es el saber de los niños, donde trata el tema de que la educación es la base para el avance de una sociedad.
Literatura normativa
Destaca Ignacio de Luzán.
Publicó obras de muy diversa índole pero es recordado por su “Poética” con la cual quiso introducir las reglas clásicas en el Siglo XVIII, eran las formas que se consideraban correctas.
Prosa satírica – didáctica José Cadalso
Hace una crítica a la España de su tiempo. Su obra más representativa “Cartas Marruecas” donde ofrece la realidad desde tres visiones distintas.
Gaspar Melchor de Jovellanos
Su obra más importante es “Memoria para el arreglo de la policía de espectáculos y diversiones publicas”.
Prosa de ficción
Destacan José Francisco de Isla (obra más importante Zotes, donde critica la mala educación de los clérigos)y Diego de Torres Villarroel (discípulo de Quevedo, obra: Visiones y visitas de Torres con Don Francisco de Quevedo por la Corte, donde nos acerca a las costumbres de la época).
Teatro Podemos establecer dos grandes apartados: teatro popular y neoclásico
El teatro popularse da durante todo el siglo, es un teatro posterior al Barroco, que conserva la espectacularidad, los personajes y el enredo. Encontramos dos vertientes: la reposición de obras barrocas y la creación de nuevas piezas de peor calidad pero que obtienen gran éxito. Dentro del teatro popular encontramos un teatro de espectáculo con grandiosas puestas en escena y un teatro de enredo. Aparece la figura del bandolero, mezcla de pícaro y galán, será muy aplaudida en Europa. Dentro de este grupo hay que citar “Convidado de piedra”de Antonio Zamora, un paso intermedio entre la obra de Tirso y la que escribirá Zorrilla.
Teatro neoclásico, sigue las normas de Luzán y comprende tragedias y comedias. En la tragedia destacan:
Moratín en el género de tragedias como “Lucrecia” o “Guzmán el Bueno”.
Ayala que nos dejó “Numancia destruída”. YHuerta con la tragedia de mayor interés del siglo “Raquel”.Dentro de la comedia destaca Leandro Fernández de Moratín con “El sí de las niñas”, obra con finalidad didáctica que transmite los ideales de la filosofía de Rousseau de libertad y felicidad. También Iriarte con sus piezas “El señorito mimado y “La señorita malcriada. “En la literatura queda reflejada pues, la intención del cambiar el mundo, con espíritu racional que quedo principalmente reflejada a través del ensayo y del teatro.
Literatura del Siglo XIX: Romanticismo
El Romanticismo surge como reacción frente al Neoclasicismo, que predicaba una rígida interpretación de las normas e imitaba la literatura clásica. Se caracteriza por la exaltación del valor de lo individual y lo subjetivo exhibiendo los sentimientos, rechazo de las reglas, sentimiento de insatisfacción, predominio de escenarios sombríos y tenebrosos, temas relacionados con la muerte,evasión en el espacio y en el tiempo. En España fue un movimiento tardío con respecto a Europa, el paso del Neoclasicismo al Romanticismo no se produjo bruscamente, sino que pasó por un periodo de prerromanticismo.
Prosa ROMántica
Dentro de la prosa ROMántica distinguimos: prosa ensayística y prosa de ficción.
Prosa ensayística
Las circunstancias políticas de este siglo no favorecieron a la prensa, obstaculizada por la censura. A pesar de ello será el medio más eficaz para transmitir ideas.
Mariano José de Larra es considerado como el perfecto ejemplo de ROMántico español. Une sus obras y su vida, marcada por desengaños y frustraciones. Publicó numerosos ensayos satíricos bajo seudónimos como “El pobrecito hablador”. Tras sufrir fracasos amorosos y políticos se suicida pegándose un tiro. Sobresalen sus artículos de crítica literaria, políticos y de costumbres. También escribíó drama y novela histórica.
Prosa imaginativa. Gustavo Adolfo Bécquer con sus “Leyendas” representa la culminación de la prosa de ficción ROMántica en España. Muestra situaciones misteriosas y sobrenaturales y todas sus obras concluyen con una “moraleja”. A través de ellas, ambientadas en una época muy distante a la del autor, denuncia la sociedad de su época
Poesía ROMántica
En la poesía el Romanticismo es aplicado mucho más tarde que en la prosa o el teatro. A pesar de ser el género que más expresa el sentimiento ROMántico.
José de Espronceda es el poeta que mejor representa el modelo de poeta rebelde. Dentro de la poesía lírica destacan “Dos de Mayo” y “La canción del pirata”. Son frecuentes los personajes marginales. En la poesía narrativa destaca “El estudiante de Salamanca”.
José Zorrilla fue un poeta de gran éxito en su tiempo. Dentro de su actividad lírica destaca por sus “Leyendas”, poemas narrativos de inspiración histórica.
Bécquer:
su poesía es expresión del sentimiento amoroso, según él “suprema ley del universo”. Su obra “Rimas” se caracteriza por su sencillez claridad e inmediatez, que lo encuadran en el posromanticismo.
Teatro ROMántico
El teatro ROMántico aparece en España con algunos años de retraso. Caracterizado por su ruptura con el neoclásico y resucitación de formas del Siglo de Oro. Los personajes ROMánticos persiguen la felicidad pero tienen un destino trágico.
Duque de Rivas:
triunfa con “Don Álvaro o la fuerza del sino”, obra que reúne todas las carácterísticas del teatro ROMántico.
José Zorrilla:
su obra más famosa “Don Juan Tenorio” presenta una versión de “El burlador de Sevilla” de Tirso, pero al contrario que en esta, Doña Inés será el ángel salvador de Don Juan. El Romanticismo es la reacción al Neoclasicismo, así como la exageración del sentimiento, reflejado en la crisis social del momento.