Crisis Social en la España de Principios del Siglo XX
El lento proceso de la industrialización en España trajo consigo fuertes movimientos migratorios hacia los centros industriales. Ciudades como Bilbao vieron duplicada su población. Este despegue industrial también impulsó el surgimiento de movimientos obreros que adquirieron una fuerza considerable. El proletariado urbano y rural sufrió las consecuencias de una persistente crisis agrícola. Los intentos de los gobiernos republicanos por mejorar la situación del campo se vieron frustrados por las agitaciones campesinas y los frecuentes enfrentamientos con la Guardia Civil. Toda esta tensión social y los intentos de reforma fueron echados por tierra con el estallido de la Guerra Civil en 1936, tras la cual el campo español regresó a su estado lamentable anterior.
Contexto Histórico (1914-1936)
El período de entreguerras (1914-1936) fue una época de profundos cambios políticos y sociales, así como de efervescencia en los fenómenos artísticos en Europa y España. Los hitos principales de este período en España son:
- Crisis de la Restauración: A principios del siglo XX, el sistema de la Restauración Borbónica entraba en crisis, mientras que ideologías como el socialismo y el anarquismo ganaban influencia, aunque todavía eran relativamente débiles en comparación con otros países europeos.
- Primera Guerra Mundial (1914-1918): Aunque España no participó directamente en el conflicto, la neutralidad trajo consecuencias económicas complejas, incluyendo un enriquecimiento inicial seguido de un empeoramiento de las condiciones de vida para la mayoría y un agudo sentimiento de crisis social y política.
- Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930): En 1923, el general Miguel Primo de Rivera dio un golpe de Estado, instaurando una dictadura que duró hasta 1930. Este período se caracterizó por protestas, revueltas, represión y censura. La creciente oposición forzó finalmente su dimisión.
- Segunda República (1931-1936/1939): El 14 de abril de 1931 se proclamó la II República en Éibar, extendiéndose rápidamente por todo el país. Fue un período de intensas reformas y también de gran inestabilidad política y social que desembocaría en la Guerra Civil.
El Teatro de Federico García Lorca
Federico García Lorca comienza su aventura teatral en los años 20. Su obra se caracteriza por una singular integración de la tradición popular y culta española con las corrientes de vanguardia europeas, dentro inicialmente de una estética cercana al Modernismo.
En este camino de búsqueda y experimentación, Lorca evoluciona constantemente. Escribe desde farsas hasta obras vanguardistas de difícil representación, consideradas demasiado nuevas para el público convencional de la época. Finalmente, en una época tan politizada como los años previos a la Guerra Civil, escribe sus grandes tragedias y sus últimos dramas.
Un tema recurrente atraviesa toda su producción teatral: el deseo de lo imposible y el trágico conflicto entre el deseo y la realidad. Lorca busca siempre una forma de expresión adecuada e innovadora, utilizando para ello múltiples géneros y registros.
Etapas y Obras Principales
Primeras Obras: Inicios Modernistas
En sus comienzos, Lorca escribe teatro de corte modernista, empleando el verso y con abundancia de elementos líricos.
- El maleficio de la mariposa (1920): Trata sobre un amor imposible en el mundo de los insectos.
- Mariana Pineda (1925): Es un drama histórico basado en la figura de la heroína liberal granadina.
Las Farsas
En la década de los 20, Lorca rompe parcialmente con el Modernismo y empieza a escribir farsas, tanto para guiñol como para actores:
- Tragicomedia de don Cristóbal y la señá Rosita
- La zapatera prodigiosa
- Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín
Comedias Imposibles: Teatro Vanguardista
En la década de los 30, el planteamiento de su teatro se vuelve radicalmente nuevo con las llamadas «comedias imposibles». Se trata de obras en las que se anulan las convenciones del teatro realista, explorando el subconsciente y lo onírico. El propio autor las consideraba irrepresentables en su momento.
- El público
- Así que pasen cinco años
- Comedia sin título (inacabada)
Las Tragedias Andaluzas
A partir de 1932, Lorca, sin abandonar del todo la experimentación, crea sus famosas tragedias rurales, que le darían gran éxito de público:
- Bodas de sangre (1933)
- Yerma (1934)
Estas obras se sitúan en una Andalucía mítica, en un ambiente rural donde las pasiones humanas (amor, celos, honor, muerte, esterilidad) se manifiestan con gran tensión dramática y una extraordinaria fuerza poética.
Los Dramas
Se trata de obras en las que se reincorporan las realidades inmediatas de la sociedad española de la época, con una clara intención crítica. Ambas pertenecen a lo que se conoce como drama burgués.
- Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores (1935)
- La casa de Bernarda Alba (1936)
En sus últimas obras (tragedias y dramas), la mujer ocupa un papel central. Nadie como ella para simbolizar el ansia de libertad en una sociedad patriarcal y machista. Las protagonistas femeninas de Lorca suelen estar marcadas por un destino trágico, por la imposibilidad de lograr sus deseos, y sus pasiones se verán condenadas al olvido, la frustración o el rechazo social.
Claves Dramáticas en La casa de Bernarda Alba
El Espacio
La acción transcurre íntegramente en un espacio cerrado: la casa de Bernarda. Este encierro es propicio para crear situaciones límite y atmósferas opresivas. Es el mundo del luto y el silencio impuesto. Se alude a la casa con metáforas como «convento», «presidio» o «infierno». La presencia asfixiante del calor refuerza esta sensación. Frente a la casa, se intuye el mundo exterior, del que llegan ecos de vida, pasiones elementales y un erotismo desatado (representado por Pepe el Romano y los segadores), que contrasta violentamente con la represión interior.
El Tiempo
Se distinguen dos dimensiones temporales:
- Tiempo externo: Se precisa con exactitud la hora del día en que suceden los acontecimientos clave: el primer acto transcurre a las doce del mediodía, el segundo acto a las tres de la tarde, y el tercer acto durante la noche. Las campanas doblan recurrentemente, marcando un tiempo ritual y fúnebre. Sin embargo, la acción dramática no transcurre necesariamente en una única jornada.
- Tiempo interno o dramático: El tiempo externo apenas avanza en acontecimientos significativos, lo que sirve para reflejar la monotonía asfixiante de las vidas de estas mujeres, que carecen de esperanza. Las hijas de Bernarda son condenadas a ocho años de enclaustramiento por el luto. En ese proceso interno del tiempo, contemplamos la evolución psicológica desde una tenue esperanza inicial (especialmente en Adela y Martirio) hasta la absoluta negación y tragedia final.