Explorando ‘Nada’: Estilo, Personajes y Temas Clave de Carmen Laforet

Análisis del Estilo y Lenguaje en ‘Nada’

La característica principal del estilo de «Nada» es la naturalidad: los hechos se narran de modo directo, sencillo, sin retoricismos. Esta naturalidad se manifiesta especialmente en el realismo y coloquialismo de los diálogos y en el uso de registros diferentes por personajes diferentes.

En el fragmento, la madre de Ena se expresa con un lenguaje más elaborado que otros personajes, con frases largas y coherentes, aunque también emplea algún coloquialismo (la frase sin terminar «No deje usted a Ena…»).

Además, el narrador de la novela emplea el registro poético al narrar y describir, especialmente aquí a través de símiles literarios: «…sabiendo mi propio cuerpo preparado —como cargado de semillas—…»; «…la gente volvía a gritar a mi alrededor, como la ola…»; «…todo en mí era entonces ácido e incompleto como la esperanza…». Estos símiles impregnan la realidad narrada con la subjetividad de la protagonista («Mi alma crujía por dentro como un papel arrugado.»).

El Personaje de la Madre de Ena y su Importancia

Margarita, la madre de Ena, pertenece a la burguesía barcelonesa. Es una mujer refinada y se expresa como corresponde a ese grupo social, usando un lenguaje más elaborado que otros personajes. Aquí trata de usted a Andrea y emplea frases sintácticamente cuidadas y hasta alguna metáfora («No podrá nunca dejarse arrastrar por las mismas fiebres que a mí me han consumido…»).

Pero sobre todo interesa en la obra el papel que cumple como mujer. Margarita no ha alcanzado la felicidad ni en el amor conyugal con Luis, su marido, ni en la aventura romántica de juventud con el tío de Andrea, Román. En cambio, acaba de confesar a Andrea que es la maternidad la que le ayudó a realizarse y ser feliz. Esta idea influye mucho en Andrea: de todos los personajes femeninos de la obra (Angustias, Gloria, la propia Ena) es ella la que representa mejor el ideal femenino que busca Andrea («Cuando la madre de Ena terminó de hablar, mis pensamientos armonizaban enteramente con los suyos»).

El Tema de la Liberación Femenina en ‘Nada’

Andrea muestra en la obra ideas modernas sobre el papel de la mujer y rechaza diversos modelos de feminidad (el de Angustias, Gloria, incluso Ena) hasta que conversa con la madre de Ena, cuya idea de la realización femenina a través de la maternidad termina por convencerle.

El presente fragmento es importante porque en él Andrea experimenta la placentera sensación de resultar atractiva para Pons, un amigo que le colma de atenciones («El sentimiento de ser esperada y querida me hacía despertar mil instintos de mujer», «Tal vez el sentido de la vida para una mujer consiste únicamente en ser descubierta así, mirada de manera que ella misma se sienta irradiante de luz»). Andrea alimenta este «deseo de ser alabada, admirada, de sentirme como la Cenicienta del cuento, princesa por unas horas» en los días previos a la fiesta en casa de los Pons, pero este sueño se desvanece durante la fiesta, en la que él la deja sola y ella se siente descolocada y humillada. Así pues, el mito del amor romántico es rechazado en «Nada».

Crítica Social en ‘Nada’: El Ambiente Social

La acción de la novela «Nada» sucede en la Barcelona de los años 1939-40, recién terminada la Guerra Civil e instaurado el franquismo, pero este contexto histórico no tiene gran presencia en la novela. El grupo social en que se centra el fragmento es la burguesía barcelonesa, «un mundo alegre e inconsciente. Un mundo que giraba sobre el sólido pedestal del dinero».

Pons vive «en una casa espléndida al final de la calle Muntaner’, delante de la cual hay una hilera de coches, objeto de lujo en la época. Durante la fiesta, veremos a dos invitados que planean enriquecerse aprovechando la Guerra Mundial, y Andrea notará la barrera social que le separa de ese mundo.

Se aprecia, pues, una intención de crítica y denuncia, pero esta es poco marcada. A la autora le interesa más el drama individual de los personajes que la problemática social e histórica en la que viven.

Narrador y Tiempo Narrativo en ‘Nada’

La novela «Nada» está narrada en primera persona por el personaje de Andrea, lo que ofrece al lector un punto de vista subjetivo («Me ponía el traje de baño para hacer esta tarea que me repugnaba») e incompleto (en este momento de la obra las actividades de Ena son un misterio para ella). Andrea es la protagonista de la obra, por lo que este narrador debería ser un narrador-protagonista, pero su papel de observadora pasiva la convierte más bien en narrador-testigo. Aquí, por ejemplo, son Jaime y Ena los que protagonizan una historia de amor.

El tiempo narrativo es lineal, con analepsis o flash back: «Era el mismo traje de baño azul que me había servido en el pueblo para entrar en el río el verano anterior». La obra está narrada por una Andrea adulta que recuerda los hechos de su juventud («tal como entonces con mis dieciocho años lo concebía yo»), por lo que podemos hablar de dos Andreas.

El Personaje de Ena y su Importancia

Ena es la íntima amiga de Andrea, y también su contrapunto positivo: independiente, moderna, hermosa, triunfadora, fuerte. Por ello representa en la primera parte de la obra, por un lado, un apoyo en su búsqueda de la felicidad y en su huida de la calle Aribau; por otro, un ideal en su deseo de liberación femenina. Sin embargo, en la segunda parte, a la que pertenece el fragmento, hay un distanciamiento entre ambas, ya que Ena la aparta de su vida cuando le interesa relacionarse con Román («A veces tenía ganas de llorar como si fuese a mí y no a Jaime a quien ella hubiese burlado y traicionado»). Sociológicamente pertenece a la burguesía barcelonesa adinerada, y por el contraste entre su bienestar y la miseria de la casa de la calle Aribau o del barrio chino hay en la novela una visión de crítica social.

Rasgos del Existencialismo Literario

Los personajes propios del existencialismo literario, especialmente el protagonista, suelen ser seres marginados, desarraigados, inadaptados. Tal es el caso de Andrea, cuya vida gris se plasma en este fragmento, en que se ve obligada a limpiar el cuarto de baño mientras recuerda días más felices en la playa. En esta segunda parte de la novela se va alejando de su familia de la calle Aribau, en la que no logra integrarse.

Más que narrar una historia externa, a la novelista existencial le interesa el mundo interior del protagonista, sus estados de ánimo, sus reflexiones. La búsqueda de la felicidad de Andrea, que es uno de los temas principales de la obra, no llega a lograrse finalmente. Ahora Andrea reflexiona sobre su desengaño de Ena, quien se ha alejado de ella para acercarse a Román, y su conclusión es que «me era imposible creer en la belleza y la verdad de los sentimientos humanos». Esto es característico de la novela existencial, cuyos sentimientos dominantes son el pesimismo existencial, el dolor, la frustración, la soledad, la angustia, el malestar por el mundo que rodea al personaje.

Género Textual: Columna de Opinión

Dentro del ámbito de uso periodístico, el texto pertenece al género de la columna de opinión, es decir, un artículo firmado donde un autor (en este caso «x») manifiesta su opinión personal sobre un hecho de actualidad (en este caso,…). La columna de opinión explica la tipología expositiva-argumentativa mediante argumentos de (ej…) de (ej…). Como es propio de la columna, desarrolla la función expresiva del lenguaje (1ª pers. sing., léxico valorativo (su opinión sobre algo)): Usa la 1 persona (ej…) y el léxico valorativo (ej…). También desarrolla la función apelativa (1 pers. plu. que influye en el emisor y receptor). En cuanto a su estilo admite gran libertad que se manifiesta en la mezcla de registros con palabras formales (ej…) y otras coloquiales (ej…). También se manifiesta en la función poética (ej: figuras retóricas).

Registro Lingüístico

Como es propio de los artículos de opinión, el texto «X» emplea el registro lingüístico estándar, que es mezcla del registro formal o culto y el coloquial. El primero es el dominante y se manifiesta en la corrección ortográfica y gramatical y en la coherencia y complejidad sintáctica (ej…). En cuanto al vocabulario, emplea términos de nivel culto (ej…). También muestra precisión léxica con empleo de sinónimos (ej…), además del uso de tecnicismos (ej…).

El registro coloquial se emplea para acercarse al nivel del lector y se manifiesta en el empleo abundante de vocabulario informal (ej…), las frases hechas (ej…), la oración interrogativa y exclamativa (ej…), el uso de nosotros que incluye al emisor y al receptor (ej…), diminutivos y aumentativos (ej…), interjecciones (ej…).

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