Prosa Medieval
Alfonso X el Sabio (1221-1284)
A la edad de 30 años, heredó el trono de Castilla y León. Fue un hombre dotado de gran energía y talento, con experiencia militar y diplomática, y muy ambicioso. Su padre, Fernando III el Santo, había logrado unir los reinos separados de Castilla y conquistar gran parte de España. Alfonso, al principio fue prudente y mesurado, pero luego arruinó su reino con algunos de sus objetivos, ya que pretendió ser emperador, lo que le supuso el rechazo de la nobleza y de su propia familia. La causa principal de su fracaso fue una disputa sucesoria, que provocó una rebelión encabezada por su propio hijo Sancho. Murió en 1284.
Paralela a su actividad política, nos encontramos con la cultural; fue muy importante la labor de la Escuela de Traductores de Toledo, que no continuó su hijo por sus enfrentamientos personales.
Obras:
- Prosa histórica: Crónica General y General Estoria: Ambas obras demuestran que el concepto histórico de la Edad Media no siempre coincide con la realidad.
- Prosa jurídica: Fuero real, El Setenario, Las Siete Partidas, El Especulum.
- Carácter científico: Tablas alfonsíes, Libros del saber de Astronomía (Libro de las cruces, Libro de los juicios de las estrellas y El Picatrix, tratan de la astrología), Lapidario (sobre piedras).
- De entretenimiento: Libro de ajedrez, dados y tablas.
- En verso, escribió su única obra individual, Las cantigas de Santa María.
El Cuento (repaso del género narrativo)
Es un relato breve que narra peripecias fantásticas protagonizadas por personajes planos y situados en un espacio y tiempo impreciso.
Por su origen: En su origen eran de tradición oral y su finalidad era divertir o enseñar. Por lo tanto, son rasgos característicos del cuento:
- La trama sencilla y condensada.
- La brevedad.
- La simplicidad en la caracterización de los personajes, suelen ser planos y se repiten: las brujas, héroes o damas, el ogro…
- Desenlace sorprendente y precipitado.
Hay cuentos anónimos, de autor conocido, para ser leídos, con finalidad estética.
En el siglo XIII, Alfonso X el Sabio, mandó traducir una colección Calila e Dimna (importante en la tradición oriental: cuentos hindúes, árabes o egipcios). Con ellos se pretendía prorrogar una sentencia (como en Las mil y una noches); responder a unas preguntas (El Libro de Patronio o Cuentos del Conde Lucanor) o amenizar un viaje (Cuentos de Canterbury); muchos pretenden enseñar, tienen un fin didáctico.
El cuento ha estado presente en todas las culturas desde sus orígenes, pero hasta aproximadamente el s. XIX no se valoraba como género independiente sino enmarcado en una trama (Las mil y una noches, Cuentos del conde Lucanor…).
En primer lugar, es imprescindible una distinción clara entre cuento popular y cuento literario. Por cuento popular se entiende aquel que pertenece al saber tradicional del pueblo, al folclore. Se transmite oralmente y suele ser anónimo. La finalidad de este tipo de cuento es la distracción, la evasión, la enseñanza y hacer partícipe al oyente de una parte de la cultura del pueblo. Se desarrolló especialmente durante la Edad Media.
El cuento literario, en cambio, tiene un autor, un aquí y ahora concretos. No hay tanto un propósito moralizante o didáctico, sino que se guía por la libertad de creación del autor. El auge de este tipo de cuentos se inició en el siglo XIX y ligado a la aparición de periódicos y revistas tras las colecciones elaboradas por autores como los hermanos Grimm, en Alemania; Perrault, en Francia; Hans Christian Andersen, en Dinamarca o Calleja en España.
Otra clasificación se puede establecer por su temática y tipo de personajes diferenciando cuentos realistas y cuentos maravillosos. (revisar)
En los siglos XIX y XX, hay que hacer referencia a los cuentos creados por los autores realistas de finales del siglo XIX (Galdós, Clarín, Valera, Emilia Pardo Bazán…) siguiendo los criterios del realismo y de comienzos del s. XX por autores del Modernismo, la Generación del 98, las Vanguardias o la Generación del 27 (Azorín, Unamuno, Pío Baroja, los hermanos Machado, Valle Inclán…). También es muy importante la tradición cuentística hispanoamericana (Rubén Darío, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Horacio Quiroga, Isabel Allende, Mario Benedetti…). En cuanto a la influencia extranjera es indiscutible la presencia de Hoffmann, Poe, Maupassant, Chéjov, Turguéniev, Hemingway, Lovecraft o Kafka.
Por su temática: Según el tema distinguimos: cuentos infantiles, fantásticos, policíacos, de humor…
Don Juan Manuel
Sobrino de Alfonso X el Sabio, se dedicó a las armas y a las letras. Su obra principal fue El libro de Patronio o Los cuentos del Conde Lucanor. Consta de 3 partes:
- 2 prólogos: en el 1º explica que su propósito es moralizar y en el 2º justifica que utiliza los cuentos para enseñar de forma más amena.
- Los 51 cuentos que siguen la misma estructura:
- El joven Conde Lucanor ante los distintos problemas que se le plantean en los gobiernos de sus estados, pide consejo a su ayo Patronio.
- El ayo Patronio le responde contándole un cuento del que se extrae una moraleja.
- El Conde lo aplica y le va bien.
- Don Juan Manuel resume la moraleja en un pareado.
- Se enlaza esta historia con la siguiente.
- 4 partes finales: las 3 primeras con sentencias y la última es una disertación sobre la religión, en estilo culto elevado.
Lo original es que Don Juan Manuel ha sabido intercalar los cuentos en su obra.