Locus Amoenus
- Espesa arboleda a cuya sombra crecen flores que impregnan con su aroma el paisaje.
- De una fuente cercana brota un arroyo de agua produciendo un manso ruido.
- Entre la brisa fresca y perfumada pasta tranquilamente el ganado.
- Los pájaros, con sus trinos, invitan al dulce sueño.
Recorrido Purificador
La práctica de la virtud, la dedicación al estudio y el trabajo intelectual en busca del conocimiento último de las cosas, el contacto directo con la naturaleza (aquí la fuente literaria hay que buscarla en Horacio). La expresión Beatus ille, con la que el autor latino inicia su conocida obra, cobró rápidamente gran auge (Égloga 2 de Garcilaso y Oda a la vida retirada de Fray Luis de León). La música, que según los pitagóricos purifica el espíritu. Todas estas realidades son destellos de las realidades supremas y absolutas: el bien, la verdad, la belleza y la armonía. De esta manera, cuando el hombre cultiva su espíritu, atisba esas realidades supremas que le hacen recordar (teoría platónica de la reminiscencia) su esencia última, su origen divino. Ese proceso de purificación ascética, que conduce a un apacible estado de quietud, propicia la elevación del espíritu hasta la contemplación de las ideas de bien, verdad, belleza y armonía que, según el neoplatonismo, se identifican con Dios.
Barroco: Cultura y Pensamiento
El ciudadano del Barroco se da cuenta del poco valor de las cosas que persigue el hombre y vuelve su mirada hacia Dios, hacia los valores eternos, y aspira como nunca a la inmortalidad, al tiempo que reflexiona sobre la fragilidad de la vida y la presencia de la muerte. El hombre barroco vive en una atmósfera de inseguridad y desasosiego. La visión del mundo está impregnada por la filosofía grecolatina, que postulaba el cambio incesante de la realidad y la armonización de contrarios, y por otra, una actitud de resignación y aceptación. Según predicaban los estoicos, para el hombre barroco el mundo es engañoso y la sabiduría consiste en desengañarse de él. Esto conlleva un ambiente de desilusión y pesimismo. Ante esto encontramos tres posturas:
- Evasión: contenidos heredados del Renacimiento y formas que buscan la belleza clásica.
- Rebeldía e inconformismo: visible en los tratados políticos y morales.
- Conformismo: se percibe en la mayor parte de las creaciones dramáticas.
Poesía Culta: Tendencias Estilísticas
- Conceptismo: es la complicación conceptual que condensa el pensamiento con gran sutileza e ingenio; para ello recurre a los más variados juegos de palabras, distorsiones gramaticales e imágenes atrevidas. Su figura más representativa es Francisco de Quevedo.
- Culteranismo: el conceptismo se orienta hacia un recargamiento ornamental. Rasgos: abundancia de un léxico colorista. Se incorporan numerosos cultismos. Acumulación de oraciones subordinadas, hipérbaton. Frecuentes alusiones mitológicas. Imágenes poéticas de gran vigor y plasticidad. Su máximo representante es Luis de Góngora.
Temas y Tendencias Poéticas
Perviven los temas y tópicos arraigados en la tradición petrarquista, así como el cultivo de la poesía religiosa. A la aguda conciencia de crisis de la época responde la atracción que despiertan determinados motivos de la literatura medieval, como el de la fugacidad de la vida o la amenaza constante de la muerte. Persiste el interés por la poesía heroica y cobra especial relevancia la poesía satírico-burlesca.
La Tradición Petrarquista
En lo que se refiere a los temas fundamentales, la poesía petrarquista se mostró fiel a su herencia poética. Amor: la divinización de la dama impulsa al poeta a adoptar una actitud de humilde sumisión y a proclamar sus perfecciones físicas y espirituales. Ante sus súplicas, aquellas responden con la indiferencia, lo que provoca en el amante un profundo sufrimiento. Los poetas barrocos recrean esta tradición de un modo muy especial:
- Góngora: aprovecha para exhibir sus excesos formalistas.
- Quevedo: asocia la pasión amorosa a la conciencia de la propia caducidad personal y, a la vez, eleva a la condición de sentimiento eterno que perdura más allá de la muerte.
- Lope de Vega: acomoda sus experiencias personales a los lugares comunes del petrarquismo.
Carpe Diem
En lo que difieren el Renacimiento y el Barroco es en la actitud del artista al recrear el tópico. El renacentista invita al goce moderado del amor. El espíritu desengañado del Barroco, en cambio, pone el énfasis, con angustia y dramatismo, en los estragos que el poder destructor del tiempo ocasiona en la juventud.
La Naturaleza
Tenemos aquí la complicación y el exceso formal de esta época. Son principios de un arte nuevo que ha de ser difícil y mimético. Aparece el tópico del menosprecio de corte y alabanza de aldea. Los poetas vuelven sus ojos a la naturaleza en busca de sosiego espiritual y de un ideal de vida alejado de las intrigas cortesanas.
La Mitología
Sigue ejerciendo una poderosa atracción sobre los poetas. Incrementada ahora por el hecho de que se concibe la obra literaria como un laborioso y complejo proceso de creación cuyo producto final solo puede ser degustado por una minoría exquisitamente culta.
Ejemplos: Fábula de Polifemo y Galatea (Góngora), Píramo y Tisbe (Góngora).