1. Autor, Obra y Contexto
El poema pertenece a Miguel Hernández, poeta nacido en Orihuela en 1910. Aunque cronológicamente se le ha encuadrado en la generación del 36 (1936-1941), su obra lo acerca más a la generación anterior, siendo considerado el «genial epígono» de la generación del 27, según Dámaso Alonso. Su obra, compuesta por cinco libros y numerosos poemas sueltos, muestra una evolución desde una poesía hermética y culterana hasta un intimismo marcado por sus circunstancias personales y sociales.
El rayo que no cesa
Este poemario, publicado en enero de 1936, marca un cambio en la trayectoria poética de Miguel Hernández. Se aleja de los «ismos», el gongorismo y el neocatolicismo, y se reencuentra, gracias a nuevas experiencias amorosas, con autores como Quevedo, Fray Luis de León, Neruda (Residencia en la tierra) y, especialmente, Vicente Aleixandre (La destrucción o el amor).
Viento del pueblo
Publicado en el verano de 1937, junto con El hombre acecha, conforma los libros de guerra de Miguel Hernández. Refleja la convicción del poeta como intérprete del sentir colectivo, cuya misión es ser «viento del pueblo». Encontramos poemas elegíacos, de exaltación heroica, sarcásticos, beligerantes y, sobre todo, de tono social, que representan al Miguel Hernández más auténtico.
2. Argumento, Temas y Personajes
El rayo que no cesa (1936)
Representa una catarsis amorosa del poeta, un torbellino de pasiones turbulentas resultado de experiencias de rechazo relacionadas con tres amores: Josefina Manresa, Maruja Mallo y María Cegarra.
El tema del amor, presente en este poema y que podemos identificar en versos como (… relacionándolo con la aparición de símbolos en tabla), se manifiesta como una expresión que involucra cuerpo y alma, tanto en lo sentimental como en lo sexual. El poeta busca la correspondencia de la amada, convencido de que solo su amor puede salvarlo. La falta de reciprocidad provoca la pena hernandiana, fruto de la frustración amorosa y la contención del deseo erótico.
El amor en Hernández es el destino trágico del hombre, vinculado al tema de la muerte, como se aprecia en versos como (… relacionándolo con la aparición de símbolos en tabla). Al mismo tiempo, es un impulso vital que busca la vida y la consecución del amor (versos…).
El tema de la muerte aparece vinculado al amor por su imposibilidad de disfrute. Sin embargo, este tema no será tan central y explícito hasta la Elegía a Ramón Sijé, cuyos versos se llenan de rabia, dolor y heridas, como se aprecia en versos como (… relaciona con los símbolos rayo, hachazo, tormenta, rayos, hachas, catástrofe, esta vez desprovistos de su sentido amoroso).
Viento del pueblo (1937)
Poesía combativa y exaltada que condena al burgués y defiende al pueblo oprimido, dando voz a sus inquietudes. Es una poesía profética que busca propagar emociones y avivar vidas para que triunfen los obreros y campesinos, simbólicamente representados por leones, toros y águilas que se liberan del yugo opresor (justifica con texto).
El pueblo es el tema central, un pueblo en el que el poeta se ha disuelto y al que cede su voz para cantar su dignidad forjada en el sufrimiento de la injusticia e incitarlo al combate. Este tema se evidencia en versos como (… relacionándolo con la aparición de símbolos en tabla).
El tema de la muerte, constante en la obra del poeta, se presenta aquí como una realidad desoladora, llena de odio y rencor, como se aprecia en versos como (… relacionándolo con la aparición de símbolos en tabla) (plantilla para todos los poemas).
El amor se entiende en su sentido más trascendente, como procreación y futuro, justificable en versos como (… relacionándolo con la aparición de símbolos en tabla) (solo para Canción del esposo soldado).
El amor en este poemario se entiende en sentido fraternal, como amor al pueblo, tal como se aprecia en versos como (… relacionándolo con la aparición de símbolos en tabla) (todos los poemas menos Esposo soldado).
3. Características Formales
El rayo que no cesa (1936)
El yo lírico hernandiano expresa en este soneto/poema en cuartetas/silva/elegía un estallido de pasión amorosa en un neorromanticismo que recuerda a los cancioneros petrarquistas (amada como galardón inaccesible), con la pena de amor envuelta en un lenguaje expresionista-surrealista por lo sensorial e insólito de sus imágenes y símbolos. Esto señala la influencia formal de Vicente Aleixandre (generación del 27) y, a nivel temático, de Garcilaso, Quevedo o Pablo Neruda.
Su amor es fuente de poesía, expresando sus más íntimos sentimientos, deseos y agonías, en lo que se ha llamado «desgarrón afectivo», con un estallido de pasión cegadora y fulminante, como el rayo que da título al libro, torturadora y aniquiladora como otros símbolos del poemario: cuchillo, espada, guadaña, puñales o sangre. Los símbolos e imágenes que aparecen en la composición poética (… relacionándolo con la aparición de símbolos en tabla) justifican los rasgos de estilo señalados.
Viento del pueblo (1937)
El yo lírico hernandiano se funde en este romance/elegía/poema en serventesios de pie quebrado en un «nosotros». Vemos a un escritor profundamente enraizado en el pueblo, que se hace eco de las inquietudes populares con una marcada tonalidad épico-lírica, plasmando la experiencia de la guerra.
Con este poemario, Miguel Hernández supera su etapa retoricista en favor de una poesía combativa y exaltada, inscrita en la poesía impura y la rehumanización del arte. Da cabida a lo humano, con un lenguaje más sencillo y cercano al pueblo, como demuestra el empleo del romance y del octosílabo/serventesios de pie quebrado (justificar con ejemplos del poema), unido al lenguaje simbolista (justificar con ejemplos del poema extraídos de la tabla).
Elegía a Ramón Sijé
Al igual que en El rayo que no cesa (1936), se representa una catarsis amorosa, un cúmulo de pasiones turbulentas resultado de experiencias de rechazo. El tema de la muerte, vinculado al amor por su imposibilidad de disfrute, se vuelve central y explícito en esta elegía, cuyos versos se llenan de rabia, dolor y heridas, como se aprecia en versos como (… relaciona con los símbolos rayo, hachazo, tormenta, rayos, hachas, catástrofe, esta vez desprovistos de su sentido amoroso).