Explorando la Nueva Historia Cultural: Enfoques, Teorías y Representantes Clave

La nueva historia cultural. La historia de la cultura se concibió como el estudio de las “manifestaciones del espíritu humano” a lo largo del tiempo. Tras la década de los 30 del siglo XX crecieron los intentos por escribir una historia social de la cultura, encabezados por marxistas como Georg Lukács o su discípulo Arnold Hauser, o por los marxistas culturalistas que desarrollaron sus trabajos tras la Segunda Guerra Mundial. Es entonces cuando comienza a estudiarse la llamada “cultura popular”, por parte de autores como Thompson. En el desarrollo de la llamada “nueva historia cultural” ha tenido una enorme ascendencia la Antropología. Entre los autores más influyentes destaca Clifford Geertz, máximo representante de la llamada antropología simbólica, y su técnica de la “descripción densa”. La cultura, según la define Geertz en su famoso libro La interpretación de las culturas, es: “un sistema de concepciones heredadas y expresadas en formas simbólicas por medio del cual los hombres comunican, perpetúan y desarrollan su conocimiento y sus actitudes frente a la vida”. El papel de los antropólogos es intentar interpretar los símbolos clave de cada cultura. Geertz sostenía que para estudiar la cultura desde un punto de vista antropológico es imposible aplicar una ley o una teoría determinada. La única manera de estudiar las conductas humanas es dentro del contexto cultural al cual pertenecen, a través de la observación del investigador. Las manifestaciones de cada cultura, según Geertz, deben ser estudiadas “capa por capa”, desde la más externa, aquella en donde los símbolos culturales se manifiestan de manera más clara, hasta la capa más profunda, donde se encuentra la matriz de estos símbolos cuyo significado es preciso hallar. El análisis de la cultura desde la antropología consistiría en una ciencia interpretativa en busca de significaciones”.

Objetivos y Características de la Nueva Historia Cultural

El ámbito de la “nueva historia cultural” es amplio. Su objetivo central es la interpretación de la realidad social construida por los sujetos a través de sus prácticas culturales, discursos, acciones simbólicas y representaciones. La cultura es considerada como un sistema de símbolos y significados, que deben ser descifrados por el historiador. Ahora se pretende realizar una historia cultural de la sociedad, donde lo cultural es central por sí mismo.

El “retorno al sujeto”: frente a la historia analítica y cuantitativa de las estructuras y de los procesos sociales, interesa la historia de lo singular. No existen instituciones o culturas atemporales, ahistóricas. Siempre deben ser estudiadas a la luz de un tiempo y un espacio determinados. Siempre hay que situar los textos, los gestos, las imágenes… en su contexto. Apuesta por el estilo narrativo. Interés en los procesos de construcción de la identidad colectiva, en los grupos sociales y las dinámicas del poder y dominación.

Representantes Destacados

Entre los representantes más destacados de la nueva historia cultural cabe mencionar al francés Chartier o al británico Burke. Chartier se ha especializado en la historia de la cultura escrita en la Europa moderna, tratando de entender cómo los hombres y mujeres del pasado construyeron el sentido de los textos que leyeron o escucharon. Burke especializado en una nueva forma de historia cultural que destacara los préstamos más que las hegemonías. Entre su enorme producción destacan La cultura popular en la Europa moderna, El Renacimiento italiano: cultura y sociedad en Italia, etc. Su obra se caracteriza por intentar abarcar de manera total y coherente la cultura europea. Burke incide en la diversidad y pluralidad de las formas culturales y en sus dinámicas de encuentro y desencuentro, tanto en el seno de las propias sociedades europeas como en los procesos de contacto con otros mundos y culturas. Por ejemplo, al estudiar la cultura popular en la Europa moderna, Burke plantea que existieron distintas tradiciones culturales.

Tradiciones Culturales Según Burke

La “gran tradición” cultural era el sistema de prácticas, significados y valores en el cual se movían los miembros de la elite minoritaria, caracterizada por la práctica de la lectura y la escritura, y el uso del latín. Escuelas y universidades eran sus lugares de conservación y transmisión. Por su parte, la “pequeña tradición”, era fundamentalmente oral y visual, y se transmitía en las prácticas de la vida cotidiana, a través de mecanismos informales como fiestas, espectáculos, imágenes religiosas, etc.; en lugares públicos y abiertos, como plazas, iglesias, tabernas…

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