Características generales de la literatura barroca
El Barroco se caracteriza por un nuevo estilo que busca sorprender, basándose en la dificultad como un reto a la inteligencia del lector. Dos de los estilos más importantes son el culteranismo y el conceptismo.
- Presencia del pesimismo y el desengaño, expresados a través de tópicos como el carpe diem, la fugacidad de las flores, las ruinas, los relojes, la nostalgia por un mundo mejor, el tema de la muerte y la idea del mundo como teatro o la vida como sueño.
- Actitud crítica, satírica y sarcástica, que permite la aparición de géneros como la picaresca y transforma temas como el amor, la mitología o el mundo al revés, relacionados con personajes como el borracho, el pícaro o el gracioso, que, al margen de la sociedad, la enjuician o modifican.
- Contraste, donde elementos contrarios conviven en el mismo autor o texto (Don Quijote y Sancho Panza, señores y criados, Cíclope y Ninfa).
- Incorporación de cultismos y retorcimiento expresivo (hipérbaton, juegos de palabras, acumulación de imágenes, metáforas, antítesis, paradojas).
Métrica y temática barroca
En la métrica barroca, se utilizan composiciones renacentistas de origen italiano, perfeccionando su uso e intensificando sus posibilidades, y se cultivan estrofas propias de la lírica popular, introduciéndolas también en el teatro. Los romances están firmados por autores conocidos y se denominan el Romancero nuevo. Tanto estrofas de origen culto como de origen popular se utilizan para tratar temas de todo tipo, mostrando una complicación formal que se consigue por la acumulación de elementos. El conceptismo y el culteranismo serán la expresión literaria del deseo de complicación, que frecuentemente oscurece el poema, como en los sonetos burlescos, letrillas amorosas de ideas elevadas o romances.
Los temas que se usan son los mismos que en el Renacimiento: amorosos, mitológicos, carpe diem, beatus ille, religiosos, patrióticos, pero con otra visión, la del desengaño, que tendrá actitudes y planteamientos pesimistas. El mismo poeta puede escribir un tema de manera más estilizada e idealista o puede rebajarlo para que resulte grotesco o paródico. Los contrastes que hay en un mismo autor o mismo texto se deben a que la intención del poeta barroco es causar asombro, buscando una artificiosidad que no sea una copia de la naturaleza. Por lo tanto, los temas tienen ideas que se contraponen, las figuras se retuercen y exageran, y los poemas se llenan de retórica, cultura, historia y mitología, dirigiendo a ingeniosas asociaciones.
Culteranismo y Conceptismo
Culteranismo
- Preocupación por la belleza formal.
- Tendencia a la idealización de la realidad.
- Ornamentación exuberante.
- Búsqueda del esplendor estilístico.
Lengua y literatura:
- Sintaxis latina (hipérbatos, encabalgamientos, perífrasis).
- Vocabulario (cultismos, voces coloristas y sonoras).
- Recursos semánticos (metáforas, metonimias, imágenes).
- Recursos fónicos (aliteraciones, paranomasias, palabras esdrújulas).
Conceptismo
- Preocupación por la expresión del contenido.
- Tiende a la sutileza y basa asociaciones ingeniosas de palabras o ideas.
- Ideal de laconismo y sentenciosidad.
Lengua y literatura concisa:
- Sintaxis (frases breves y sintéticas).
- Vocabulario (juega con los significados de las palabras y los dobles o triples sentidos).
- Recursos retóricos (antítesis, paradojas, hipérboles, juegos de palabras, elisiones).
La comedia española o la comedia nueva
La comedia sirve para denominar todas las obras teatrales representadas en corrales, que podían ser comedias, tragedias, tragicomedias o dramas. Los textos tenían una fórmula renovadora establecida por Lope de Vega y desarrollada por otros escritores, por ejemplo, Calderón de la Barca.
Lope la fijó en su Arte nuevo de hacer comedias por los siguientes postulados:
- Ruptura de las tres unidades clásicas: lugar, tiempo y acción. Sucede en varios lugares, en varios días y no se ciñe a una única acción. Dos acciones interrelacionadas protagonizadas por personajes de alto rango social una, y la otra por los criados.
- Mezcla de elementos trágicos y cómicos. Lope considera poco natural la separación.
- Reducción de cinco actos del teatro clásico a tres. Cada uno corresponde a cada una de las partes fundamentales: planteamiento, nudo y desenlace. Primer acto: asunto; segundo: desarrolla; tercero: concluye.
- ‘Decoro poético’: adaptación del modo de ser y el lenguaje a cada personaje por su carácter y condición social.
- Uso del verso como forma de expresión. Métrica variada para adecuarse a cada situación dramática.
- Inclusión de elementos líricos (cancioncillas populares, bailes y danzas que animaban y proporcionaban color y brillantez).
- Personajes forman una galería de figuras. Dos planos clásicos, señores y criados:
- Rey y poderoso: el noble provoca conflicto social.
- Caballero y villano: el honor es la ‘limpieza de sangre’ y vela por el honor de la dama. Si hay una afrenta, se venga y su misión es mantener el orden social.
- Galán y dama: pareja amorosa.
- Gracioso o ‘figura del donaire’: criado del galán y contrafigura. V. femenina: criada, confidente y acompaña a la dama. Varias funciones: permite el diálogo y la expresión de inquietudes del galán, le sirve de contrapunto cómico, mediador entre público y ficción y traduce momentos dramáticos más complejos.
- Asuntos proceden de varias fuentes: tradición, historia, religión, mitología y costumbres. Tratan varios temas, más importantes el amoroso (profusas quejas, riñas, celos y declaraciones, con final feliz) y la honra (privilegio heredado, asociado a la limpieza de sangre, se puede perder y es necesario recuperarla). También refleja la visión del mundo del hombre barroco, tradicionalismo católico, monarquía absoluta y sociedad jerarquizada: nobles y sus privilegios e ideales son el lugar superior.
El Romanticismo: prosa, teatro y poesía
La prosa
El Romanticismo se considera un periodo de transición. En los primeros años del siglo XIX se asientan las bases que propician el desarrollo de la novela realista. Surge la prosa periodística, con Larra, y la novela por entregas y el folletín de escaso valor literario. Dos géneros destacan: la novela histórica (ambientada en un pasado idealizado con historias apasionadas de apariencia romántica) y el cuadro de costumbres (énfasis en lo pintoresco y peculiar de un ambiente con personajes característicos). Larra da una nueva dimensión al ampliar los temas a la política, la sociedad, la literatura y las artes en general con un punto de vista crítico e irónico y a la vez humorístico.
El teatro
El rasgo principal es la defensa de la libertad creadora, rompiendo con la preceptiva neoclásica y prescindiendo del didactismo, con preferencia por el género de la tragedia romántica y el drama de tema amoroso. Aparece la figura del héroe romántico, caracterizado por el apasionamiento, el desprecio de la realidad y el ansia frustrada de libertad. Escritores importantes: Francisco Martínez de la Rosa, Juan Eugenio Hartzenbusch, Antonio García Gutiérrez, Duque de Rivas y José Zorrilla, autor de Don Juan Tenorio, ‘drama fantástico-religioso en dos partes’ con cuatro y tres actos con títulos propios.
La poesía
Es el género más adecuado para la expresión romántica de sentimientos, caracterizada por la exaltación de la subjetividad e intimidad, con un tono y expresión vehemente y grandilocuente. Importante desarrollo de la poesía narrativa, donde destaca Espronceda. El género dominante es la poesía lírica, que se prolonga temáticamente con el Romanticismo tardío, en la segunda mitad del siglo, con marcadas diferencias formales con la anterior, por influencia alemana y la lírica popular. Escritores: Rosalía de Castro y Gustavo Adolfo Bécquer. Este último, junto a Machado y Juan Ramón Jiménez, son los principales responsables de la renovación lírica española.
El Realismo y el Naturalismo
El Realismo es un movimiento artístico y cultural que se desarrolla en Europa en la segunda mitad del siglo XIX, en el auge de la segunda Revolución Industrial, la expansión de las clases burguesas y el capitalismo, y el conflicto creciente con ideologías marxistas y anarquistas. En la filosofía, aparece el positivismo, el evolucionismo y el auge del método científico y el experimentalismo. El arte es una forma de acercamiento a la realidad. En la literatura, la novela es el género realista por excelencia. Se observa la realidad y se da una descripción exacta del medio y los personajes, buscando siempre la mayor objetividad posible. El estilo es sobrio y sencillo, alejándose de las exageraciones románticas y reflejando el habla coloquial. Es frecuente la crítica social en los aspectos más sórdidos de la realidad.
Naturalismo
El Naturalismo se desarrolla en Francia por Emile Zola, quien traslada los principios a su extremo más radical, convirtiendo la literatura en ciencia. Es importante el determinismo del componente biológico y el medio en el que se desenvuelven los individuos. Presenta a los personajes y aspectos más degradados de la sociedad. En España, la novela realista empieza en el costumbrismo romántico con Cecilia Bölh de Faber y Pedro Antonio de Alarcón. A partir de 1870, el realismo se divide en dos tendencias:
Conservadora-tradicionalista
José María de Pereda (Peñas arriba o Sotileza) describía el paisaje rural de Santander. Emilia Pardo Bazán polemizó con Zola por la posibilidad del Naturalismo católico en la novela española (La cuestión palpitante) y pretendía ser representante (Los pazos de Ulloa).
Liberal-progresista
Representada tímidamente por Juan Valera, con novelas protagonizadas por mujeres (Juanita la Larga o Pepita Jiménez), se radicaliza progresivamente con dos grandes novelistas: Benito Pérez Galdós y Leopoldo Alas. Influenciados por el naturalismo, no fueron fieles seguidores, pero utilizaron la técnica y los planteamientos.
Galdós y Clarín
Galdós
Su obra es muy rica y variada. Escribió 46 novelas en las que pretende reconstruir, a modo de novelas, la historia del siglo XIX español. El resto de su obra narrativa se clasifica en tres etapas:
- Novelas de tesis: Defensa ideológica de los principios liberales (Gloria, Doña Perfecta).
- Novelas españolas contemporáneas: Años 80. Ambicioso fresco de la vida madrileña en los años de la Restauración, con múltiples personajes y análisis minuciosos de las clases medias-bajas y sus peculiaridades (La de Bringas, Fortunata y Jacinta…).
- Novelas espirituales: Años 90. Se centra en el problema del individuo más que en el retrato social (Misericordia, Tristana).
Leopoldo Alas
Utilizó desde pronto un seudónimo periodístico, Clarín, para sus obras. Ha escrito magníficos cuentos (Pipá, Adiós Cordera). Destaca su extensa novela La Regenta, que retrata la vida miserable y reprimida de una ciudad de provincias, Vetusta, y la derrota de los anhelos de libertad de sus protagonistas, sobre todo del personaje femenino que le da título a la novela.
La novela naturalista no tuvo aceptación en España hasta el siglo XX. La Condesa de Pardo Bazán contribuyó a difundirlo, pero sus novelas eran de naturalismo superficial, mostrando personajes de psicología conflictiva por las duras condiciones de vida. El teatro realista estaba muy ligado a los espectadores. El primer Premio Nobel español fue José Echegaray, político e ingeniero con un teatro en verso muy retórico. En poesía destacó Ramón de Campoamor con su poesía antirretórica.