La Generación del 27: Un Brillante Legado Literario
La Generación del 27 se denomina a una serie de poetas que, pese a asimilar la rica tradición literaria española e imbuidos por las nuevas corrientes, conformaron la más brillante promoción de la literatura española. Un grupo compacto y variado, al que la situación política del país disgregó, pero que gracias a la poderosa individualidad de sus componentes continuó su legado. Formado por escritores que publican sus obras más representativas entre 1920 y 1935, como Luis Cernuda, Rafael Alberti y Federico García Lorca.
El nombre de Generación del 27 surge a raíz de la celebración del tercer centenario de la muerte de Góngora. Aunque no cumple todos los requisitos de Petersen, sí existen coincidencias:
- Nacimiento en fechas similares.
- Formación, ideología, forma de vida.
- Relaciones personales entre sus miembros: todos eran amigos y compartieron experiencias vitales similares. Se les ha llamado la generación de la amistad. La Residencia de Estudiantes, fundada en Madrid, fue un lugar clave. Allí residieron Lorca, Dalí o Buñuel.
- Suceso generacional: centenario de la muerte de Góngora.
- Identificación con un “guía”: en la primera etapa tomarán como modelo a Juan Ramón Jiménez; a partir de 1928 a Antonio Machado y Pablo Neruda.
- Existencia de un lenguaje generacional.
- Antecedentes comunes: comparten influencias de las vanguardias y lo popular.
- Afinidades estéticas: tendencia al equilibrio entre lo intelectual y lo sentimental, entre la pureza estética y la autenticidad humana, entre la inspiración y la técnica. Asimismo, se muestran a medio camino entre lo minoritario y la “inmensa mayoría”.
Rasgos Comunes de la Generación del 27
- Mezcla de tradición y modernidad: pasión por la literatura clásica española, tanto culta como popular, como se observa en el romancero de Lorca y Gerardo Diego, y el cancionero de Alberti.
- Cultivo intenso de la imagen y la metáfora: Crean un vocabulario poético brillante y sugerente que separa la realidad cotidiana de la literaria.
- Variedad de temas: En sus obras encontramos tanto temas vanguardistas, relacionados con la técnica, lo moderno y lo intelectualizado, como temas tradicionales, más humanos.
Temas Propios de la Generación del 27
- El amor: heredan la visión romántica del amor como entrega total. Abundan los poemas en que el paraíso se encierra en una habitación donde triunfa el ser humano, desnudo y elemental.
- La naturaleza: predomina una naturaleza cercana a la ciudad. Los poetas del 27 son contempladores del mundo cotidiano, y a menudo enfrentan la deshumanización de las ciudades a la visión bucólica y panteísta de un mundo natural plagado de seres indefensos (Poeta en Nueva York, de Lorca).
- El tiempo perdido: Es frecuente la nostalgia por el paraíso perdido: geográfico (por el exilio) o temporal (la infancia o la juventud perdidas).
- La plenitud: el goce de lo presente, de lo instantáneo. Exaltan el orden y la armonía del universo.
- La soledad y la incomunicación: que conllevan la angustia del hombre que no encuentra sentido a su vida. Es más frecuente en la última etapa del grupo, cuando, acabada la guerra, se plantean los contenidos filosóficos fundamentales para el ser humano.
- La muerte: ni visión estoica de la muerte, ni aceptación serena. Se enfrentan a ella como una bestia invencible y con temor. Es, sin duda, García Lorca el poeta de la lucha diaria y cotidiana con la muerte.
- La preocupación religiosa.
Temas Nuevos Introducidos por la Generación del 27
- Lo intrascendente: el arte como juego gozoso que rompe la monotonía prosaica de lo cotidiano. Cualquier cosa puede convertirse en materia poética: las máquinas, los nuevos inventos técnicos, como el cine, fascinan a los jóvenes de los años veinte. Hemos de señalar la influencia de vanguardias como el futurismo, que exaltaba la belleza de la técnica frente al concepto de belleza tradicional.
- La ciudad: insisten en el tema de la comodidad de los nuevos tiempos, los inventos y los transportes. Para ellos ciudad significa progreso (se toma Nueva York como modelo) o complejidad social (Moscú). Con todo, la admiración por las grandes urbes se torna en dolor al comprobar el contraste entre la evolución económica y tecnológica y el sufrimiento de los más desvalidos, como ya hemos comentado.
- El compromiso: tras la Guerra Civil, la mayor parte de ellos toma conciencia de su situación en el mundo, ante la muerte y el dolor. Una generación que en su nacimiento es tachada de deshumanizada se convierte, con el paso del tiempo y con las circunstancias, en testimonio de resistencia y solidaridad.
Evolución como Grupo Poético (3 Etapas)
- Primera etapa: abarca los primeros años veinte, bajo la influencia de las vanguardias y de la poesía pura de Juan Ramón. Se pretende conseguir la belleza total del poema; la depuración del lenguaje, la experimentación.
- Segunda etapa: a partir de 1928, las circunstancias históricas de España (final de la dictadura de Primo de Rivera, crisis económica del 29, instauración de la República, etc.) llevan a la mayoría de los autores a intervenir directamente en política. Cansados de las aventuras formalistas, se inicia en ellos un proceso de rehumanización, en parte debido a la influencia del surrealismo, pasando a primer término los eternos sentimientos del hombre: el amor, las frustraciones, la libertad, los sueños, la angustia existencial… y elaboran imágenes insólitas (Poeta en Nueva York).
- Tercera etapa: después de la Guerra Civil, el grupo se dispersa. Algunos poetas han muerto (García Lorca); otros permanecen en España (Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre y Gerardo Diego), tutelando a las nuevas generaciones de poetas y evolucionando, en algunos casos, hacia lo que se llamará después la poesía desarraigada; otros se exilian (Rafael Alberti, Luis Cernuda, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Manuel Altolaguirre, Emilio Prados) y reflejan en sus obras la nostalgia de una tierra perdida y lejana. Todos coinciden en retomar los temas humanos, ahora agudizados por el sufrimiento de la guerra y sus consecuencias inmediatas (exilio, censura y miseria).
Rafael Alberti (1902-1999)
Nacido en Puerto de Santa María, Cádiz, vivió en Madrid desde los quince años hasta su exilio en Argentina e Italia al acabar la guerra, y regresó a España en 1977. Pintor y poeta, su obra en verso se caracteriza por las tonalidades cromáticas y por el perfecto manejo del ritmo y la musicalidad enraizados en la tradición española, así como del verso libre en su poesía más cercana al surrealismo.
Su obra se inicia con formas populares en Marinero en tierra (1925), sorprendente en su madurez y belleza. Una segunda etapa se abre con Cal y canto (1927), de caracteres ultraístas, y culmina con Sobre los ángeles (1929), libro surrealista donde, con motivo de una profunda crisis personal, ideológica y religiosa, el poeta muestra la lucha dialéctica de su interior a través de imágenes oníricas. En un tercer momento el poeta humaniza más sus versos, acordes con el momento histórico y político del paso de la República a la Guerra Civil, destacamos Entre el clavel y la espada (1941).