Rafael Alberti: Nació en el Puerto de Santa María (Cádiz), y marchó a Madrid con su familia siendo muy joven. En la capital se inicia en sus dos pasiones artísticas: la pintura y la literatura. Su obra lírica pasa por estas etapas:
- Comienza con una poesía inspirada en las composiciones tradicionales y populares. El tema recurrente es la nostalgia del mar, asociada a la felicidad infantil perdida. La obra más destacada es *Marinero en tierra*.
- Con *Cal y canto* realiza un homenaje a Luis de Góngora: compone sonetos y tercetos encadenados, retuerce la sintaxis y emplea un vocabulario selecto y ornamental.
- Alberti se ve influido por el surrealismo: metáforas irracionales, verso libre, asociaciones ilógicas de palabras y provocación. El tema principal es la angustia y el dolor provocado por un mundo que no comprende. El periodo se inicia con uno de sus principales libros, *Sobre los ángeles*.
- *Con el poeta en la calle*: aparecen los temas políticos: poemas combativos, lenguaje claro y directo y compromiso del escritor con la revolución proletaria.
- En la poesía del exilio se advierten dos tendencias diferentes: una más personal que toca temas como la nostalgia de España perdida y su pasión por la pintura; y otra de índole política que continúa la etapa anterior.
Luis Cernuda: Su obra va muy ligada a su biografía; su carácter especial hacía que se apartara del grupo del 27. Compaginó la creación artística con la crítica literaria y la enseñanza de la literatura en distintas universidades europeas y americanas.
La obra poética de Luis Cernuda mantiene una gran unidad temática, pues puede resumirse en un único asunto: la angustia producida por la frustración de los deseos del individuo. Con este tema central se vinculan los motivos temáticos de sus poemas: el amor, la soledad, el deseo de diferencia, el tiempo y los lugares perdidos. La uniformidad de contenido explica que el poeta reuniese toda su obra anterior a 1939 bajo el título único de *La realidad y el deseo*.
Pese a la gran unidad de contenido, pueden señalarse en su trayectoria literaria tres periodos marcados por el cambio de estilo:
- La poesía de juventud (1927-1928).
- El periodo surrealista (1929-1939).
- La poesía del exilio (1940-1963).
Literatura en Prosa: Los novelistas del Novecentismo y las Vanguardias continúan el camino de alejamiento del Realismo decimonónico iniciado por los autores del 98. Se pueden distinguir tres tipos de novela:
- Novela intelectual: reflexión sobre la acción de los personajes.
- Novela lírica: atención al lenguaje.
- Novela de humor: es utilizada como herramienta para ejercer la crítica y motivar la reflexión. Destaca Ramón Gómez de Serna.
Ramón Gómez de la Serna: Fue uno de los referentes de la creación literaria española. Fundó la revista *Prometeo* con la intención de informar sobre las propuestas vanguardistas europeas y abrirse a la colaboración de los jóvenes escritores españoles. También la tertulia que mantuvo en el madrileño café Pombo estuvo abierta al intercambio de diferentes experiencias creadoras.
Destacó como periodista cultural y ensayista; también cultivó el teatro, la lírica y la narrativa. Sus novelas y teatros se caracterizaron por la presencia del humor y la observación de la realidad cotidiana. Entre sus obras destaca la novela *El torero Caracho*, visión grotesca del mundo taurino, y el libro de memorias *Automoribundia*, donde retrata el ambiente cultural de las primeras décadas del siglo.
Inventó la greguería, género definido por el autor como la suma del humor y la metáfora.
Ramón Pérez de Ayala
Aunque su obra se incluye dentro de la novela intelectual novecentista, su trayectoria literaria pasa por tres fases:
- Novelas autobiográficas (1907-1913): esta fase se compone de cuatro novelas que reflejan la crisis espiritual del hombre contemporáneo. A través de ellas asistimos a la evolución de un mismo protagonista desde que toma conciencia de la angustia (*Tinieblas en las cumbres*) hasta que busca una salida en el amor y la creación artística.
- Novelas poemáticas de la vida española (1913-1921): se centran en la degradación de la vida moderna. Se interesa por asuntos como la educación, la corrupción y el caciquismo (*Luz de domingo*), y por la violencia social.
- Novelas sobre temas universales (1921-1962): el autor abandona el interés por la angustia individual y los conflictos sociales para hacer una reflexión más general. La necesidad de comunicación es el tema de *Belarmino y Polonio*, mientras que los otros relatos se centran en el amor y sus consecuencias.