Explorando el Romanticismo Español: Poesía, Narrativa y Teatro

Poesía del Romanticismo

La poesía del Romanticismo busca la expresión subjetiva y la creación, persigue profundizar en el interior de cada individuo. También, defiende la libertad formal y enfoca el amor, la naturaleza y la intimidad del poeta desde una perspectiva apasionada, atormentada y rebelde. Los poetas más representativos del Romanticismo español son Espronceda, Bécquer y Rosalía de Castro.

José de Espronceda

Es el poeta de la libertad, tema predominante en su obra. Un buen ejemplo es la Canción del pirata; también lo es su obra el Canto a Teresa, composición dedicada a su amada. José alcanza una gran trascendencia a través de la poesía narrativa, subgénero en el que destaca El estudiante de Salamanca.

Esta composición de casi dos mil versos conjuga diferentes rasgos del Romanticismo: la libertad formal se manifiesta en la polimetría y en la mezcla de géneros. Pero es en el contenido donde se nos ofrece un buen ejemplo de esa corriente romántica, porque el protagonista es un seductor temerario pero muy atractivo. Esta característica del personaje nos da una imagen del héroe romántico que encontraremos también en otros personajes conocidos en la literatura.

Gustavo Adolfo Bécquer

Se le considera un poeta posromántico. Su obra se desarrolla en la segunda mitad del siglo XIX y tiene una concepción de la creación literaria que podría ser el umbral de la lírica moderna: la poesía no refleja la realidad, sino que es una realidad en sí misma. Encontraremos este concepto en el primer tercio del siglo XX.

Su obra se caracteriza por una métrica y un estilo sencillo, sus versos están llenos de símbolos y tienen un ritmo que contribuye a la expresividad. Es una poesía intimista y reflexiva, y sus temas predominantes son el amor, la muerte y la metaliteratura, los tres temas que definen su Libro de los gorriones, que es un conjunto de poemas publicados de forma póstuma por varios amigos suyos.

Rosalía de Castro

Esta poetisa es una figura muy importante en el Romanticismo español. También se dedicó a la narración, pero su importancia se debe a estas cuatro obras:

  • Cantares gallegos y Follas novas (obras escritas en gallego)
  • La flor y En las orillas del Sar (obras escritas en español)

Su trayectoria poética evoluciona desde la ternura, emoción y nostalgia por su tierra gallega hasta el desengaño y la reflexión sobre el transcurrir de la vida. Su obra acude con frecuencia a la poesía tradicional y presenta los espacios naturales descritos como reflejo del sentir del creador, lo cual es una característica importante del Romanticismo.

Narrativa del Romanticismo

La narrativa del Romanticismo se divide en dos tendencias:

Prosa no narrativa: Periodismo y Costumbrismo

Busca sus temas en la realidad a través del periodismo y el costumbrismo.

Periodismo

Experimentó un gran desarrollo en el siglo XIX. Tanto escritores como intelectuales utilizaron la prensa para publicar artículos de opinión sobre sus impresiones y críticas sobre la sociedad de la época.

Costumbrismo

Recogía los tipos y ambientes propios de la época como cuadros pintorescos y castizos, que se presentaban a veces de forma idealizada y otras de forma crítica.

Prosa de ficción: Relatos fantásticos

Se centra en la fantasía y se evade de la realidad. En esta categoría tuvieron éxito los relatos ambientados en épocas pasadas y legendarias, historias llenas de misterio.

Figuras destacadas en la Prosa Romántica

Mariano José de Larra (Prosa no narrativa)

En la prosa periodística, Mariano José de Larra es un hito imprescindible. Sus artículos son ingeniosos y mordaces y se clasifican en tres diferentes apartados: literarios, políticos y de costumbres.

En los artículos literarios, Larra se dedicó a la crítica teatral y aportó una visión moderna sobre aspectos variopintos. En los artículos políticos, defendió posiciones liberales y contrarias al absolutismo monárquico. Los artículos de costumbres son los que más interesan al lector por la sorprendente vigencia de su crítica y sus ideas; ridiculizó y criticó ciertos vicios presentes en todas las clases sociales, como la envidia, la hipocresía, la ignorancia o la vanidad.

Gustavo Adolfo Bécquer (Prosa de ficción)

Bécquer, figura clave en la poesía lírica romántica, fue también autor de relatos de corte fantástico: Las Leyendas, situadas siempre en tiempos antiguos y escenarios misteriosos. La Edad Media es su época favorita para estas narraciones, y sus personajes son gallardos y valientes caballeros y damas hermosas pero también caprichosas, que comprometen la voluntad de sus amadores.

Teatro del Romanticismo

Las tendencias teatrales del Neoclasicismo no habían tenido mucho éxito en el público del siglo XVIII. Sin embargo, con la llegada del Romanticismo se produce en los planteamientos dramáticos un cambio que resulta más atractivo para el público. Así arranca el drama romántico, en el que destacamos a dos autores: Ángel de Saavedra y José Zorrilla.

Ángel de Saavedra (Duque de Rivas)

Es el autor de Don Álvaro o la fuerza del sino, drama que mezcla prosa y verso en una acción dramática trepidante. Es una historia de amor entre el protagonista y doña Leonor, pero la familia de ella pone obstáculos en la relación. Don Álvaro tiene un misterioso origen, un carácter rebelde y valiente, y su amor es incondicional, como todo héroe romántico.

José Zorrilla

Escribió una gran obra de nuestra literatura, Don Juan Tenorio, donde el autor recrea un mito que ya había sido tratado por autores de épocas anteriores. José nos presenta a un Don Juan caracterizado como héroe romántico: temerario, criminal y rebelde, que intenta redimirse de sus errores al descubrir el amor real con doña Inés.

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