El Sueño y el Recuerdo en la Obra de Machado

Antonio Machado se interesa por el sueño debido a la posibilidad que ofrece para adquirir un conocimiento más exacto del tiempo y también porque permite conocer el mundo y a sí mismo. Se trata del sueño de soñar despierto con la propia vida, por lo que muchas veces es un término equivalente al recuerdo.

El hombre puede revivir su existencia, convertir el presente en pasado, actualizar su vida anterior. Evoca toda su vida:

• Niñez: limosnas y naranjos del palacio de las Dueñas (“frutos de oro” de los limoneros, símbolo de ilusiones irrealizadas).
• En «Soledades, Galerías y Otros Poemas»: los sueños son espejos donde se refleja la propia vida; el hombre intenta revelar el secreto de su yo más íntimo. Las galerías del alma representan partes que el poeta ignora de sí mismo.
• En «Campos de Castilla»: no solo sueña el poeta, sino también las cosas y la naturaleza sobre la que se proyecta su espíritu, su paisaje interior. Se identificó con la tierra de Castilla.

El sueño le sirve a Machado para escapar del dolor de la vida, de la amargura de “vivir consumiendo el tiempo” y de no conocer ni alcanzar las esencias. Era una forma provisional de conocimiento y se refugiaba en él como paraíso intemporal.

El Amor en la Poesía de Machado

El amor no aparece claramente en los poemas porque se relaciona con el tiempo, la melancolía… Afirma que hay tres momentos clave en las relaciones amorosas:

• Nacimiento del amor.
• Instante en que se centra ese sentimiento en una persona concreta.
• Fracaso que se produce cuando se comprenden las dificultades que encierra en sí mismo el amor, porque el objeto erótico es inaccesible.

Le interesa la mujer como simple proyección subjetiva. Para llegar a amarla es necesario olvidarla. Recuerdo de un olvido voluntario.

La mujer presenta tres tratamientos diferentes que corresponden a tres momentos distintos de su trayectoria poética:

• Mujer abstracta: en «Soledades», no es real, es un deseo que nunca llega. Símbolo de la angustia y soledad.
• Mujer concreta: Leonor. En «Campos de Castilla», donde aparecen poemas inspirados en la enfermedad de Leonor y su muerte. “A un olmo seco”: milagro de que se salve, “algunas hojas verdes” que le han salido al olmo “carcomido y viejo”. El viaje a Baeza junto con la labor depuradora del olvido hace posible el recuerdo de la amada. “Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería”, como un acto de aceptación estoica y religiosa de su soledad. “A José María Palacio”: recordatorio de su ausencia.
• «Nuevas Canciones»: Guiomar, con la que mantuvo Machado una relación sentimental en los últimos años. Aparecen las únicas notas eróticas de Machado de forma literaria; Guiomar es como una diosa, él es su trovador.

El Paisaje como Reflejo del Alma

El paisaje es un tema esencial en la obra. Paisajes que encauzan sentimientos, o visión puramente objetiva, o paisaje como reflexión.

• Identifica el paisaje como el alma del poeta, como reflejo de su mundo interior. Entra en diálogo con el mundo y consigo mismo, junto con el paisaje que describe. En «Campos de Soria», el poeta enumera con emoción elementos del paisaje: “colinas plateadas, / grises alcores, cárdenas roquedas / por donde traza el Duero…”. Al trasladarse a Baeza, estos paisajes seguirán viviendo en la memoria unidos al recuerdo de Leonor.
• En algún poema de «Soledades» y de «Campos de Castilla» predomina la visión objetiva del lenguaje. “Orillas del Duero”.
• Paisaje como reflexión. Como imagen del pasado histórico. “A orillas del Duero” es un claro ejemplo de cómo el poeta fusiona la descripción y el pensamiento en torno al pasado y al presente de nuestro país: “Castilla miserable, ayer dominadora, / envuelta en sus andrajos desprecia cuanto ignora”.

La Visión de España en la Poesía de Machado

El tema de España es tratado desde distintas perspectivas:

• Visión negativa de Castilla (símbolo de España), de su paisaje, de su historia, de sus gentes; marcada por la violencia, la envidia, la soberbia: “La tierra de Álvaro González” o “El dios ibero”. Las gentes que habitan en esas tierras son personajes negativos: el loco, el criminal…
• La visión negativa se transforma en comprensión cuando descubre el paisaje de Castilla y lo llega a amar: “Orillas del Duero” o “Campos de Soria”.
• Esperanza en el futuro y las nuevas generaciones: “Ya hay un español que quiere / y a vivir empieza”.

El Componente Autobiográfico en la Poesía de Machado

En numerosos poemas evoca su infancia, su juventud, sus amores, incluso sus experiencias de la vida cotidiana. Pero no sólo aparece la biografía externa sino también la espiritual. De este modo, su poesía puede considerarse un diario de su propia alma, una vida hecha verso.

En «Soledades» y «Nuevas Canciones» aparece el tema de la infancia con intensidad, que desaparece en «Campos de Castilla» menos en “Retrato”, que abre el libro.