Exploración de las Literaturas Peninsulares: Catalana, Gallega y Vasca

Las Literaturas de Otras Lenguas Peninsulares

Las literaturas catalana, gallega y vasca han tenido un menor desarrollo que la castellana. Solo la literatura portuguesa, con autores de talla universal como Luís de Camões y José Saramago (Premio Nobel), lo ha conseguido.

El resto de las literaturas ibéricas, que forman parte de la corona española, debido a factores históricos, culturales y políticos, han tenido un bajo desarrollo. En la Edad Media, la hegemonía del castellano y su literatura fue muy influyente en toda Europa y América. En el Siglo de Oro, esto restringió la evolución de otras literaturas de España hasta el siglo XIX.

El Romanticismo, en su interés por lo nacional y autóctono de los pueblos, recupera y fomenta la creación de obras en catalán, gallego y vasco.

Después de la Guerra Civil, la dictadura impidió, por motivos políticos, la publicación de obras en otras lenguas distintas al español. A partir de 1975, desde los gobiernos autonómicos se impulsa decididamente las obras literarias escritas en estas lenguas cooficiales con el español en las comunidades autónomas.

La Literatura Catalana

Está marcada por la poesía provenzal. Los trovadores catalanes utilizaban tópicos provenzales al margen del amor cortés.

En la segunda mitad del siglo XIII, la lengua catalana se muestra asentada y madura en el mallorquín Ramon Llull, con más de 200 libros de géneros diferentes (astronomía, poesía, teología…). También escribió en latín para tratados de filosofía y ciencia.

En los siglos XIV y XV, la influencia italiana cobra fuerza, como se aprecia en obras del valenciano Jordi de Sant Jordi. En la lírica catalana encontramos a Ausiàs March, que abandona la lengua de los trovadores e influirá en la poesía castellana del Siglo de Oro.

En la prosa del XV aparece una nueva novela catalana, con el valenciano Joanot Martorell y su Tirant lo Blanc, de caballerías y con tendencias a la verosimilitud.

En 1830, con la ideología del Romanticismo y su interés por lo autóctono y tradicional, el historiador Jacinto Verdaguer consolida el catalán como lengua literaria.

En Joan Maragall encontramos un intimismo y presencia de la naturaleza.

Eugeni d’Ors propone el novecentismo, que supone una ruptura con las formas del siglo anterior.

En 1920, Josep Pla, agudo e irónico, comenzará a publicar. La Guerra Civil prohibió y censuró la cultura catalana, lo que supuso el exilio para muchos escritores, como Pere Gimferrer, poeta personalista, preciosista y exquisito.

La Literatura Gallega

Las primeras manifestaciones del gallego están conocidas en verso, formando parte de lo que se llama lírica galaico-portuguesa, poesía culta conservada en canciones. En el siglo XV, el gallego se reduce al ámbito familiar, creándose la expresión literaria oral. En el siglo XVIII hay un profundo cambio, que recupera la expresión literaria: el Rexurdimento, un resurgimiento de la literatura gallega por el interés romántico por la cultura regional.

La lírica galaico-portuguesa aparece por el territorio que abarca Portugal y Galicia. Es una lengua culta que se hablaba en la época. Fue utilizada en las cortes portuguesas y castellanas. Encontramos cuatro tipos de composiciones que se utilizaban:

  • Cantigas de amigo: Son de carácter femenino; una mujer sufre por la ausencia del enamorado.
  • Cantigas de amor: El poeta habla a su amada, con influencia de la poesía trovadoresca del siglo XII, el amor cortés, léxico provenzal…
  • Cantigas de burla: De carácter satírico, encontramos el escarnio y el maldecir.
  • Cantigas religiosas: Cantigas de Santa María.

Rexurdimento (1863-90): Se conocen obras de Rosalía de Castro, activadora de este movimiento gallego literario. La represión intelectual, el aislamiento y la pobreza hicieron este resurgimiento de la lengua gallega. Nace la poesía de denuncia social, costumbrismo que busca raíces gallegas.

En el siglo XX, se produce el arranque de las manifestaciones literarias como poesía de vanguardia.

Comienza con cosas modernistas y de temática celta y se vuelve a los cancioneros medievales.

La guerra y la posguerra tienen una fuerte repercusión para la literatura gallega. La censura es muy rígida con las literaturas peninsulares no castellanas. Esto hace que los escritores gallegos no escriban y se exilien. En los años 50 va recuperando su antigua posición. En el exilio destaca una corriente de poesía cultivada por Luis Seoane, pasando del existencialismo a la inquietud social. Con la publicación de Longa noite de pedra, de Celso Emilio Ferreiro, poeta más representativo de la lírica gallega del siglo XX.

La narrativa es un género importante en la literatura gallega actual, con escritores tan destacados como Carlos Casares o Manuel Rivas.

La Literatura Vasca

Por diversas razones, la literatura vasca ha experimentado un desarrollo muy particular frente a la de lenguas próximas. Una manifestación representativa de la literatura vasca es el bertsolarismo, que desarrolla una rica poesía oral.

Los bertsolaris eran cantores errantes que recorrían los pueblos improvisando textos ante el público, a partir de un tema próximo para el auditorio (el amor, la guerra…).

Es abundante el teatro popular, que permanece inédito en gran parte. El más representativo es el teatro suletino, donde distinguimos:

  • Los xaribaris: Abordan temas del entorno cotidiano con un tono costumbrista que a veces podía ser escabroso. Se perdieron muchas obras.
  • Las pastorales: Son piezas musicadas estrechamente ligadas al teatro litúrgico de la Edad Media.

Siglos XVI y XVII: Los primeros autores vascos, eclesiásticos, escogieron para la expresión literaria el labortano, el dialecto de más fácil comprensión, e intentaron establecer un sistema normativo para la lengua escrita, de temática religiosa.

Siglo XX: La producción literaria en euskera durante esta centuria es muy rica y variada. Desde principios de siglo influyen notablemente en diversos ámbitos, culturales y políticos, las ideas nacionalistas de Sabino Arana, autor de muchos estudios histórico-culturales sobre la realidad vasca. El movimiento nacionalista promueve el purismo de la lengua, que se incrementará con neologismos y nuevas construcciones.

En el primer periodo, la poesía es el género más cultivado. Son destacados autores Nicolás de Ormaexea o Esteban Urquiaga, próximo en sus creaciones a la Generación del 27.

Tras la Guerra Civil, la actividad literaria en euskera sufre un considerable descenso por imposición política. Hasta aproximadamente los años 50 no puede hablarse de resurgimiento. Importantes autores vascos (Otero, Celaya) publican su obra en castellano. En los años 60 se publica una obra de absoluta trascendencia en la literatura vasca, Harri eta herri (Piedra y pueblo) de Gabriel Aresti.

El panorama actual de la literatura vasca es interesante. Enriquecen notablemente la producción en euskera las obras de autores como B. Atxaga.

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