Exploración de la Lírica Tradicional y el Romancero Español

La Lírica Tradicional Española

Las composiciones que surgen y se desarrollan en el pueblo, transmitiéndose oralmente mediante el canto, el baile o la recitación colectiva, reciben el nombre de **lírica tradicional** o cancioncillas.

Temas Principales

La lírica tradicional sirve de expresión a sentimientos o situaciones sólidamente arraigados en la existencia colectiva. Se pueden distinguir cuatro núcleos temáticos:

  • El amor
  • El trabajo
  • La muerte
  • La celebración del paso de las estaciones

Atendiendo a estos temas, se distinguen algunos subgéneros:

  • Canciones de amor: La mujer expresa su amor o su dolor por la ausencia de su amado. Tuvieron desarrollo entre los trovadores gallegos, dando lugar a una modalidad: las *cantigas de amigo*.
  • Alboradas: Recrean el momento del amanecer como hora de separación o encuentro de los enamorados.
  • Cantos de boda, de vela o de cuna: Surgidos con motivo de los ritos del matrimonio, la vigilia o el cuidado de recién nacidos.
  • Planto o endecha: Expresión del dolor por la muerte de un ser querido.
  • Canciones de trabajo: Entonadas en tiempo de la siega, la vendimia o la recogida de la aceituna.
  • Marzas y Mayas: Para recibir la llegada de los meses de primavera y verano.

Ámbito Geográfico

El inmenso caudal de la lírica popular surgió en todas las grandes áreas lingüísticas de la España medieval. Destacan tres corrientes:

  • Las jarchas: Poemillas en lengua romance integrados en canciones árabes. Surgen en Andalucía y en el territorio ocupado por los musulmanes. Se trata de canciones de amor en boca de una mujer.
  • Lírica galaico-portuguesa: Escrita en gallego, su expresión más característica es la *cantiga de amigo*.
  • Lírica tradicional castellana: Escrita en el primitivo idioma castellano y en los crecientes territorios de la Castilla medieval.

Métrica y Estilo

Se caracterizan por:

  • Sencillez métrica: Conseguida a base de versos de arte menor, rima casi siempre asonante y extrema brevedad.
  • Lenguaje popular y oral: Abundancia de palabras concretas que nombran elementos de la naturaleza, diminutivos, exclamaciones afectivas, repeticiones y paralelismos que facilitan la recitación o el canto, y escasez de elementos ornamentales y descriptivos.

El Romancero

A mitad de camino entre la lírica popular y la poesía narrativa se encuentran los **romances**, que representan una de las manifestaciones más genuinas de la literatura española.

Orígenes

Al final del periodo medieval decayó el interés por los largos poemas épicos. Sin embargo, los oyentes seguían disfrutando con fragmentos breves en los que se concentraba la tensión narrativa, y así se lo exigían a los juglares. Se produce entonces la fragmentación del verso épico (cercano a las 16 sílabas, monorrimo con rima asonante a través de la pausa central), dando lugar a series de versos octosílabos con rima asonante en los pares.

El conjunto de romances primitivos, anónimos y transmitidos de forma oral recibe el nombre de **Romancero Viejo** y surge a partir del siglo XIV. Más adelante, la popularidad de esta estrofa favorece su uso por parte de escritores cultos, dando lugar al **Romancero Nuevo**, en los siglos XVI y XVII, con autores como Lope de Vega, Quevedo o Góngora.

Temas

En principio, los romances viejos tienen un carácter histórico o legendario. Con el tiempo, no tardan en aparecer creaciones cada vez más alejadas del espíritu épico, con predominio del tema amoroso, argumentos fantásticos, o acercamiento a la figura del musulmán en caballeresca lucha con el cristiano durante la Reconquista. De este modo, surgen las variedades siguientes:

  • Romances líricos: En los que juega un papel importante la expresión de los sentimientos y, a menudo, del amor.
  • Romances novelescos: Que acentúan los elementos fantásticos y alejados de la realidad histórica.
  • Romances moriscos: Que desarrollan temas relacionados con la convivencia idealizada y respetuosa entre moros y cristianos. Representan el germen de lo que en el siglo XVI será la novela morisca.

Estilo

Está presidido por la sencillez y espontaneidad propias de toda la literatura popular. Características:

  • El fragmentarismo: Obliga a que el texto se concentre en lo sustancial, dejando el final abierto a la imaginación del oyente; es lo que se conoce como *final truncado*.
  • Transmisión oral: Favorece la abundancia de paralelismos, repeticiones, exclamaciones, fórmulas y epítetos épicos.
  • La frecuencia del diálogo y el estilo directo: Se explica por la necesidad de captar la tensión del oyente con recursos próximos a la representación teatral.
  • La alternancia de tiempos verbales para narrar la misma acción: Se justifica por el deseo de romper con la monotonía de hablar siempre de hechos ocurridos en el pasado.
  • Numerosas llamadas de atención a los oyentes: Que se convierten en espectadores privilegiados de la acción.
  • Variantes: La transmisión oral favorece que tenga distintas versiones argumentales y expresivas en los diversos dominios de la lengua española.

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