Realismo
Fue una corriente artística literaria que surge a mediados del siglo XIX en Europa y que se caracteriza por reflejar la realidad social e individualidad social de modo objetivo. Otras de sus principales características son:
Abundantes descripciones de lugares, seres y objetos.
Pretensión de totalidad con entramados sencillos y psicológicos.
Trama argumental sencilla con contrastes entre las clases altas y bajas, vicio frente a virtud…
Uso lingüístico de los personajes a los que se caracterizan por su forma de hablar
Espacios urbanos preferentemente.
Temas: fragilidad del matrimonio burgués, infidelidad, adulterio…
Narrador omnisciente en 3º persona.
Exploración psicológica de los personajes cuyos pensamientos son conocidos por el narrador que los cuenta en 3º persona y también por el estilo indirecto libre o el monólogo interior.
El tiempo suele ser lineal.
Proletariado y burguesía como protagonistas, además de personajes marginales.
Destacan en Europa autores como: los rusos Dostoievski (Crimen y castigo), Tolstoi, con Ana Karenina o Guerra y Paz. Flaubert con Madame Bovary… En España destacan Benito Pérez Galdós y Leopoldo Alas Clarín, además de Emilia Pardo Bazán y Juan Valera.
LEOPOLDO ALAS CLARÍN: crítico literario y escritor. Cultivó la crítica, el ensayo, la novela y el cuento. Dio a conocer en España las innovaciones del naturalismo y creía que la novela podía servir para transformar la sociedad. Su novela más importante es La Regenta, en la que aborda el conflicto de la búsqueda del amor ideal con un ambiente mediocre y hostil. La historia de la novela se construye alrededor de un triángulo amoroso: dos hombres (Fermín de Pas y Álvaro Mesía) y una mujer (Ana Ozores, esposa del regente), desarrolla el tema del adulterio, muy presente en la novela del siglo XIX.
BENITO PÉREZ-GALDÓS: Nació en Gran Canaria en 1843 y murió en Madrid en 1920. Escribió 80 novelas en las que se distinguen 3 etapas:
Novela de Tesis: con ambientación de espacio y tiempo abstractos y personajes que simbolizan ideas. Se contraponen la libertad y el progreso frente al conservadurismo y la intolerancia. Destaca Doña Perfecta.
Las tramas son más elaboradas al igual que los personajes, y con mayor influencia del naturalismo. La obra cumbre el Fortunata y Jacinta, cuyo tema principal es la fragilidad moral de la burguesía
Novelas espiritualistas: hay interés por personajes más extraños y utópicos (que buscan lo ideal), destacando conflictos éticos. Destaca Misericordia, con el mundo de la mendicidad y valores evangélicos como el amor, el dolor, la culpa, la caridad..
LEOPOLDO ALAS CLARÍN: crítico literario y escritor. Cultivó la crítica, el ensayo, la novela y el cuento. Dio a conocer en España las innovaciones del naturalismo y creía que la novela podía servir para transformar la sociedad. Su novela más importante es La Regenta, en la que aborda el conflicto de la búsqueda del amor ideal con un ambiente mediocre y hostil. La historia de la novela se construye alrededor de un triángulo amoroso: dos hombres (Fermín de Pas y Álvaro Mesía) y una mujer (Ana Ozores, esposa del regente), desarrolla el tema del adulterio, muy presente en la novela del siglo XIX.
Modernismo
Fue un movimiento que surge en Hispanoamérica y llega a España con Rubén Darío en 1892. El realismo había caído en descrédito y los jóvenes buscaban nuevas formas de expresión literaria. Se caracterizaba por el culto a la belleza, la búsqueda del ideal y el rechazo de la mediocridad.
Se preocupan por aspectos sensoriales y formales, y fue un movimiento de ruptura con la estética vigente y de renovación de las formas literarias.
Son temas habituales el escapismo, pues hay un deseo de evasión de una realidad hostil a través de diversos cauces: la mitología, el pasado legendario, el cosmopolitismo y la fascinación por París o el exotismo y el gusto por lo oriental.
La sensualidad y el hedonismo son otros temas.
Entre los rasgos formales destaca el léxico exquisito e inusual, alejado de la lengua cotidiana (ebúrneo, bouquet, ónix…), lo aristocrático.
Referencias sensoriales en relación con lo subjetivo.
La búsqueda de musicalidad (aliteraciones, palabras esdrújulas…).
Innovaciones métricas (verso alejandrino)
Rimas muy sonoras (agudas, esdrújulas…).
El principal representante del modernismo es el nicaragüense Rubén Darío, cuya obra Azul se considera el punto de partida de este movimiento.
RUBÉN DARÍO: Félix Rubén García Sarmiento nació en Metapa (Nicaragua) en 1867. Desde su infancia fue un niño prodigio que aprendió a leer cuando apenas tenía 3 años. Fue poeta, periodista y diplomático. Tuvo una vida agitada que terminó consumiéndolo en 1916, después de haber gozado con exceso de todos los placeres mundanos. Sus obras fundamentales son: Azul, Prosas Profanas y Cantos de vida y esperanza.
Respecto al estilo , aportó nuevas combinaciones métricas, sorprendentes cambios de acentuación, pausas intermedias, ritmos y rimas interiores, juegos prodigiosos de asonancia y disonancia…
VALLE-INCLÁN: Ramón María del Valle-Inclán nació en Villanueva de Arosa (Pontevedra) en 1888 y estudió leyes. Emigró a México donde trabajó como periodista. Ya en Madrid, se dedicará a la literatura. Se opone al gobierno de Primo de Rivera y será detenido. Con la república, le harán director de Escuelas de Bellas Artes.
En cuanto a su obra, evoluciona desde los primeros escritos modernistas hacia la literatura crítica y satírica (Esperpentos).
Destacan las novelas modernistas: Las Sonatas y Tirano Banderas; de estilo grotesco o esperpéntico.
En el teatro, critica a la sociedad española con la estética deformada del esperpento en Luces de Bohemia.
En su etapa modernista tiene un estilo con vocabulario suntuario, ritmo de la frase y rica adjetivación.
Generación del 98
Con este nombre designó Azorín a su conjunto de escritores surgidos alrededor de 1900 y que, movidos por el desastre de la pérdida de las últimas colonias de ultramar, se enfrentan de un modo similar a la preocupación por el atraso del país, crítica de la política española y una gran inquietud por conocer la península a través de sus gentes, de su paisaje sobrio y austero (especialmente Castilla), a través de la historia de la vida cotidiana del pueblo (intrahistoria)…
En cuanto al estilo, es sencillo en la forma y sin retoricismos
Forman este grupo: Unamuno, Azorín, Pío Baroja, Maeztu, Antonio Machado y Valle-Inclán.
MIGUEL DE UNAMUNO: Nació en Bilbao en 1864 y estudió Filosofía y Letras en Madrid. Llegó a ser rector de la Universidad de Salamanca pero fue destituido por Primo de Rivera, aunque con la república recuperó el puesto hasta su muerte en 1936.
Reflejó en sus obras su personalidad compleja y angustiada, pues vivía entre el existencialismo y la fe en Dios. Fue el creador de la ”nivola” en la que elimina el paisaje y el ambiente y se centra en los diálogos; por ejemplo: San Manuel Bueno, Mártir, La Tía Tula o Niebla.
Respecto a su estilo, su lenguaje es vivo y expresivo, con antítesis, exclamaciones, paradojas… estilo austero y sobrio.
GENERACIÓN DEL 98
Con este nombre designó Azorín a su conjunto de escritores surgidos alrededor de 1900 y que, movidos por el desastre de la pérdida de las últimas colonias de ultramar, se enfrentan de un modo similar a la preocupación por el atraso del país, crítica de la política española y una gran inquietud por conocer la península a través de sus gentes, de su paisaje sobrio y austero (especialmente Castilla), a través de la historia de la vida cotidiana del pueblo (intrahistoria)…
En cuanto al estilo, es sencillo en la forma y sin retoricismos
Forman este grupo: Unamuno, Azorín, Pío Baroja, Maeztu, Antonio Machado y Valle-Inclán.
MIGUEL DE UNAMUNO: Nació en Bilbao en 1864 y estudió Filosofía y Letras en Madrid. Llegó a ser rector de la Universidad de Salamanca pero fue destituido por Primo de Rivera, aunque con la república recuperó el puesto hasta su muerte en 1936.
Reflejó en sus obras su personalidad compleja y angustiada, pues vivía entre el existencialismo y la fe en Dios. Fue el creador de la ”nivola” en la que elimina el paisaje y el ambiente y se centra en los diálogos; por ejemplo: San Manuel Bueno, Mártir, La Tía Tula o Niebla.
Respecto a su estilo, su lenguaje es vivo y expresivo, con antítesis, exclamaciones, paradojas… estilo austero y sobrio.
Vanguardismo
Las vanguardias son movimientos que tenían como objetivo romper con las formas artísticas tradicionales y renovar la literatura en nuevas formas de expresión. Los movimientos estéticos más importantes son:
Futurismo: Apareció en 1909 promovido por Marinetti. Ejerció una gran influencia en los movimientos vanguardistas posteriores. El arte debía ser un reflejo de la actitud ante la vida. Algunas de sus características son: todo lo relacionado con el mundo moderno, las ciudades, los coches, las máquinas; colores resplandecientes…
El cubismo: tiene su origen en la pintura con la obra de autores como Pablo Picasso. Apollinaire intentó adaptarlo a la literatura en los caligramas, poemas en los que la disposición tipográfica también tiene un valor expresivo.
El dadaísmo: surgió en 1916 con Tristán Tzara. Defiende la destrucción de las formas estéticas tradicionales y refleja lo absurdo de la vida.
El surrealismo: apareció de la mano de André Bretón y su objetivo era lograr que el escritor se libere de las ataduras que le impiden expresarse libremente. Defiende la escritura automática, es decir, escribir sin censura todo lo que se le viene a la cabeza, sin puntuación y sin sintaxis.
RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA (1888-1963): su obra supone una ruptura con la literatura anterior y un anuncio de las nuevas formas de entender la creación estética. En 1910 publicó en la revista Prometeo un manifiesto futurista, arte defendido en su tertulia del Café de Pombo (Madrid). Creó el ramoncismo relacionado con otros movimientos vanguardistas.
La creación personal es la greguería, género nuevo que él mismo definió como la suma de metáfora más humor, muchas de ellas basadas en asociaciones fónicas. Expresan de forma aguda y original pensamientos de cualquier tipo.
J.R. JIMÉNEZ (JUAN RAMÓN JIMÉNEZ): Nació en Huelva (1881-1958) durante bastante tiempo vivió en Madrid a veces enfermo y en sanatorios. Se casó con Zenobia Camprubí, que tuvo un papel muy importante en su vida. Abandonaron España al comenzar la Guerra Civil. Su obra evolucionó a lo largo del tiempo a través de tres etapas.
Una primera etapa modernista con obras como Platero y yo.
Una segunda etapa con una poesía con menos adornos. Su expresión se hace más dirigida a una minoría intentando descubrir la palabra evocadora de la belleza.
Una tercera etapa en la que escribe sobre todo acerca de temas religiosos. Llegó a ser Premio Nobel y abrió caminos a los jóvenes poetas del 27.
La Generación del 27
Se trata de un grupo de poetas que comenzaron a publicar en torno a 1920, que mantuvieron una relación personal muy estrecha en torno a la Residencia de Estudiantes y a la Institución Libre de Enseñanza. En 1927 participaron en un acto de homenaje a Góngora. Recibieron la influencia de los movimientos vanguardistas y de autores como Juan Ramón Jiménez y Ortega y Gasset, pero a la vez sienten un gran interés por las formas tradicionales de la poesía: romances, canciones populares… con sus estrofas tradicionales.
A la vez, son los iniciadores del verso libre. Es una poesía trascendente, humana y apasionada. Comparten su preocupación por la lengua poética con gran importancia de la metáfora y comparación. A pesar de los rasgos comunes, cada uno de esos poetas posee rasgos muy personales que le distinguen de los demás.
Se trata de: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Rafael Alberti y Luis Cernuda.
Además se incluyó a Miguel Hernández pues compartió con ellos algunas características.
FEDERICO GARCÍA LORCA: Nace en Fuente Vaqueros (Granada) y estudia Filosofía y Letras. En la Residencia de Estudiante conoce al Dalí, Buñuel y algunos poetas del 27. Llevará por España una compañía de teatro llamada “La Barraca” para promover el teatro clásico entre el pueblo. Murió asesinado. Como poeta cultivó la poesía popular, de sabor tradicional con imágenes y símbolos como el agua, los metales, el caballo, la sangre…
Así, son representativas las obras: Romancero Gitano, Poema del Cante Jondo de su primera época.
En la segunda, más cercano al surrealismo y a la poesía social, destacan: Poeta en Nueva York y Llanto por la Muerte de Ignacio Sánchez Mejías.
Respecto al teatro destacan 3 tragedias: Bodas de sangre, Yerma y La Casa de Bernarda Alba.
RAFAEL ALBERTI: Nació en El Puerto de Santa María de Cádiz (1902-1999). Alberti es uno de los poetas más completos de la lírica contemporánea. Su poesía aglutina diversos temas, tonos y estilos.
En sus primeras composiciones, que siguen la tradición popular, expresa la nostalgia de su tierra gaditana y su mar con la obra Marinero en tierra; continúa por la senda de la poesía pura con La amante; y deriva un estilo gongorino y vanguardista con Cal y canto.
Tras una profunda crisis, compone una de sus obras maestras, Sobre los ángeles, un buen ejemplo del surrealismo español. Posteriormente inicia una línea de poesía “civil” o poesía de compromiso político como El poeta en la calle, De un momento a otro o Entre el clavel y la espada. Durante su exilio escribe sobre la nostalgia y la añoranza de España.
La Novela de la Posguerra
Década de los 40: a partir de la publicación de La Familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela se abre un nuevo horizonte incorporando un mundo de crímenes, violaciones, adulterio, injusticia y violencia. En definitiva, un ambiente miserable, a través de un estilo expresivo y peculiar de un lenguaje bruto. Es lo que se llama tremendismo.
Mientras, también estaba el realismo convencional con Juan Antonio de Zunzunegui, que da testimonio de la realidad social con detalles. También destacó Gironnella.
El realismo existencial se expresa con el desencanto, la rutina o el desgarro interior como secuelas de la guerra. Es representativa de Carmen Laforet con Nada.
Década de los 50: época del realismo social con denuncia de la realidad y protesta ante las injusticias y desigualdades. Destacaron Miguel Delibes, con El Camino; La Colmena de Camilo José Cela, El Jarama de Sánchez Ferlosio y Carmen Martín Gaite con Entre Visillos.
Década de los 60: se concede mucha más importancia a los aspectos formales: ruptura del relato lineal, mezcla de distintos planos temporales, alternancia de distintos puntos de vista, monólogo interior…
Algunos autores representativos eran: Luis Marín Santos con Tiempo de Silencio, Cinco horas con Mario de Miguel Delibes, La saga Fuga de JB de Torrente Ballester…
A partir del 75: aunque se puede observar una novela de memoria histórica y una novela más imaginativa, destacan autores como Eduardo Mendoza, Arturo Pérez Reverte y Almudena Grandes.
CAMILO JOSÉ CELA: Nació en Iria Flavia (La Coruña) en 1916 y murió en Madrid de 2002. Autor prolífico y representante de la literatura de la posguerra, académico de la RAE y Premio Nobel de la Literatura y Premio Cervantes.
Con su obra La Familia de Pascual Duarte inició el tremendismo, estilo narrativo caracterizado por presentar la violencia más cruda como única respuesta que el protagonista extremeño conoce a los sinsabores de su existencia. Cela fue un artista rompedor que mezcló el humor, la ternura, el horror, el desenfado verbal y léxico escatológico. Otra de sus obras maestras fue La Colmena con protagonista colectivo. Otras obras son San Camilo, 1936, Viaje a la Alcarria…
MIGUEL DELIBES: Nació en 1920 en Valladolid y murió en la misma ciudad en 2010. Novelista español y miembro de la RAE , fue Premio Nadal por La Sombra del ciprés es alargada; premio Príncipe de Asturias de las letras, Premio Cervantes…
Gran conocedor de la fauna y flora de su entorno, apasionado de la caza y el mundo rural, es una de sus primeras figuras de la literatura española posterior a la guerra.
Su obra ha sido adaptada al teatro o cine en varias ocasiones. La muerte de su mujer le afectó profundamente y falleció de un cáncer de colon.
El Teatro de la Posguerra
Finalizada la Guerra Civil el teatro español decae, pero gracias a la actividad literaria de varios autores, el teatro español vuelve a encontrar su rumbo. A partir de 1936, se desarrollaron varias tendencias dramáticas:
Teatro de humor en el que sobresalen varios autores, entre ellos Enrique Jardiel Poncela con Eloísa está debajo de un almendro, o Miguel Mihura, que en 3 sombreros de copa utiliza una nueva técnica teatral (la representación de situaciones ilógicas y absurdas).
El teatro de compromiso que refleja los problemas del hombre en una línea más ética y social. Destacan Antonio Bueno Vallejo y Alfonso Sastre.
El teatro renovador que hacia los años 60 intenta nuevas experiencias dramáticas como el tono lírico en Antonio Gala o el teatro surrealista de Fernando Arrabal. Destaca la innovación de grupos como Els Joglars. En los últimos años destacan autores como Alonso de Santos y Fermín Cabal, con obras actuales como Bajarse al mono.
ENRIQUE JARDIEL PONCELA (1901-1952): Nació en Madrid y se caracteriza por un humor inverosímil que muestra la influencia de Ramón Gómez de la Serna. Cuando acabó la guerra se vinculó a la España de Franco, aunque después sufrió grandes decepciones que le convirtieron en apolítico. Jardiel es uno de los máximos representantes del teatro de humor en España, un humor bastante absurdo e ilógico, no solo por los juegos de palabras sino también por la calidad de personajes y la creación de situaciones inverosímiles.
Escribió Eloísa está debajo de un almendro, que se convirtió en un clásico, y también Un marido de ida y vuelta.
ANTONIO BUERO VALLEJO: nació en Guadalajara en 1916 y estudió en la Escuela de Bellas Artes de Madrid, aunque también adquirió formación literaria de manera autodidacta. Sufrió el fusilamiento de su padre y su propio encarcelamiento en un campo de concentración. Ha recibido numerosos premios como el Lope de Vega, el Larra… Fue académico de la lengua.
Obtiene su primer éxito dramático con Historia de una escalera, con la que pretende conseguir un teatro capaz de plantear valientemente los problemas e interrogantes más hondos del ser humano. Destacamos Las Meninas o El tragaluz. Todas ellas abordan problemas éticos y su propuesta es involucrar al espectador e invitarlo a la reflexión personal.
Construye sus obras con enorme destreza técnica, no solo desde el punto de vista escénico, sino creando el “efecto inmersión”. Su lenguaje es sencillo
La Lírica de la Posguerra
La poesía de los años 40: a pesar de la destrucción de la guerra, en España, hay:
Una poesía arraigada que expresa una religiosidad confiada y un sentido de pertenencia al mundo que le tocó vivir. Entre los de la generación de 1936, destacan: Leopoldo Panero y Luis Rosales entre otros, que al principio fueron miembros de la Falange aunque luego fueron evolucionando a ideas más abiertas.
Una poesía desarraigada que es la de aquellos poetas de tono agrio, de religiosidad atravesada por la duda. Momentos estelares de esta tendencia son los poemarios: Hijos de la Ira, de Dámaso Alonso, y Sombra del Paraíso, de Vicente Alexandre: la mejor expresión de los autores de la generación del 27. Uno de sus exponentes más relevantes fue Blas de Otero.
La poesía de los años 50: llamada también poesía social, se compromete con los problemas del mundo y el poeta aparece como un ser solidario con el sufrimiento. Se considera a la poesía como un arma capaz de transformar la sociedad. De estilo claro y coloquial, anhela un mundo mejor. Un ejemplo es Blas de Otero con Pido la Paz y la Palabra. Destacan también José Hierro y Gabriel Celaya.
La promoción de los años 60: destacan Jaime Gil de Biedma, Jose Ángel Valente, Ángel González… Con un verso libre exploran la identidad personal
JAIME GIL DE BIEDMA: escribió entre otros: Compañeros de Viaje, Las personas del verbo. Sus temas con la recuperación de la memoria y de la infancia, confesiones muy íntimas sobre el amor, el sexo y el paso del tiempo… Con un estilo aparentemente sencillo y conversacional que esconde una cuidada elaboración. A veces refleja una conversación consigo mismo y la va derivando hacia un sentimiento pesimista y desencantado. Otro de sus rasgos es la intertextualidad, cita frases de otras obras
PERE GIMFERRER: Miembro de la Real Academia Española desde 1985, es la figura capital de esta generación. Su poemario Arde el mar, perfecto ejemplo de culturalismo y de influencia surrealista, marca un hito en la lírica española. Otras obras destacadas son La muerte en Beverly Hills, ambientada en el mundo del cine americano de los años treinta y cuarenta; y Extraña fruta, donde practica la técnica de la visión fragmentada. También es autor de una extensa obra en catalán. Sus últimas obras son Amor en vilo (2006), Tornado (2008) y Rapsoda (2011).