Evolución del Teatro y la Novela en España desde la Posguerra

El Teatro Español de Posguerra (Desde 1939)

Dentro de los géneros literarios de la posguerra, el teatro ha sufrido especialmente la censura, el miedo a arriesgarse por parte de los autores y el gusto de un público mayoritariamente conservador.

Década de 1940: Continuidad y Humor

Esta década se caracteriza por el continuísmo con la época anterior. Se siguen estrenando obras de autores consagrados como Pedro Muñoz Seca. Predominan dos tendencias principales:

  • La comedia burguesa: Un teatro que conecta con los gustos del público a través de comedias bien construidas y de temas amables (evitando los aspectos más crudos de la posguerra). Se representan obras con características similares a las de Benavente: estructura en tres actos, decorados realistas y tramas centradas en el amor. Destaca Joaquín Calvo Sotelo.
  • El teatro cómico: Autores que cultivan la comedia tradicional para generar un humor centrado en lo inverosímil, rozando en ocasiones planteamientos del absurdo. Figuras clave son:
    • Enrique Jardiel Poncela: Escritor de gran originalidad, considerado precursor del teatro del absurdo en su vertiente humorística. Con un lenguaje peculiar, busca la conexión con el público a través de temas como la despreocupación, la alegría y la risa (Eloísa está debajo de un almendro).
    • Miguel Mihura: Alterna el teatro con colaboraciones en prensa y trabajos en cine. En 1932 escribió Tres sombreros de copa, una obra de humor revolucionario por su novedad y originalidad, aunque no fue bien recibida inicialmente por la burguesía.

Década de 1950: Compromiso Social y Existencial

Surge un teatro con preocupaciones existencialistas y sociales que conecta mejor con el público. La renovación teatral comienza en 1949 con Historia de una escalera de Antonio Buero Vallejo. Este autor introduce una tendencia basada en el compromiso con la realidad inmediata, alejándose del teatro de evasión. Busca que el público reflexione sobre la sociedad y el papel del individuo, creando un teatro de intención moral con temas como la sociedad, la libertad y la crítica social.

Por su parte, Alfonso Sastre defiende un teatro social y comprometido, mostrando un claro compromiso político en la transformación de la sociedad. Lucha contra las formas burguesas de la comedia tradicional. Sus planteamientos, más radicales, le valieron sufrir la censura franquista.

Década de 1960: Nuevas Propuestas y Esperpento

Aparece un nuevo público joven que acude a representaciones con propuestas teatrales innovadoras. Emerge un teatro comprometido, basado en la verdad e inspirado en la visión esperpéntica de Valle-Inclán.

Dentro de una línea más comercial y de evasión, destaca la comedia de Alfonso Paso, quien escribe obras con argumentos a menudo policíacos (Usted puede ser un asesino).

Década de 1970 y Transición Democrática

Se buscan fórmulas originales y provocadoras para manifestar la disconformidad con el sistema. El teatro europeo ejerce una influencia creciente, orientando a los autores hacia un teatro más abstracto, simbólico y experimentalista.

La llegada de la democracia supone una esperanza para el teatro español, permitiendo tratar temas realistas con mayor libertad. Destacan autores como Fernando Fernán Gómez (Las bicicletas son para el verano) y José Luis Alonso de Santos (Bajarse al moro). También cobra importancia el teatro de calle, representado por grupos como Tábano.

La Novela Española desde 1975

Tras la muerte de Franco en 1975, la novela española inicia una salida del experimentalismo narrativo predominante en años anteriores. Un hito clave es la publicación, ese mismo año, de La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza. Esta obra, aunque incorpora elementos experimentales (como el uso del relato autobiográfico, cartas o recortes de prensa), recupera el interés por la trama, convirtiéndose en un nexo común para las diversas modalidades narrativas de la etapa.

Las principales características de este periodo son:

  • La enorme proliferación de títulos.
  • El incremento del número de escritores.
  • La frecuente vinculación entre la labor literaria y la periodística.
  • El gusto creciente por el relato corto.
  • La amplia diversidad temática tratada.

Tendencias Narrativas (Finales del Siglo XX)

En esta etapa conviven autores de distintas generaciones, desde novelistas de posguerra como Camilo José Cela hasta miembros de la generación de los 50 como Juan Marsé. Destacan varias tendencias:

  • Novela de intriga y policíaca: Resurge con fuerza, con autores como Manuel Vázquez Montalbán y Antonio Muñoz Molina (Beltenebros).
  • Novela histórica: Goza de gran popularidad, con ejemplos como El oro de los sueños de José María Merino, El Hereje de Miguel Delibes o la saga de El Capitán Alatriste de Arturo Pérez-Reverte. También se incluyen novelas sobre la Guerra Civil o la posguerra, como Las Trece Rosas de Jesús Ferrero.
  • Novela de reflexión íntima: Se centra en la búsqueda personal y la reflexión sobre la propia existencia. Un ejemplo destacado es Mortal y Rosa de Francisco Umbral, que reflexiona sobre la muerte.
  • Novela con enfoque realista renovado: Se vuelve al realismo y a la necesidad de contar historias, incorporando a veces puntos de vista imaginarios, absurdos o irracionales. Sobresale el «realismo imaginario» de Luis Landero con Juegos de la edad tardía.
  • Novela urbana y generacional: Aborda los problemas de la juventud urbana con una estética cercana a la contracultura. Destacan novelas como Historias del Kronen de José Ángel Mañas o Historias de Mujeres de Rosa Montero.

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