Evolución del Teatro y la Literatura Hispanoamericana

Teatro de Posguerra

El teatro es un género literario que, por su carácter de espectáculo de masas, fue más vigilado por la censura durante el franquismo.

Años 40

  • Triunfan: La comedia burguesa y el teatro cómico (Enrique Jardiel Poncela, Miguel Mihura).
  • El público quiere divertirse y olvidar las dificultades de la vida diaria.
  • Aparece un teatro existencial: Temas: angustia, incomunicación, soledad.
  • Obras: Historia de una escalera (Antonio Bueno Vallejo) y Escuadra hacia la muerte (Alfonso Sastre).

Años 50 y 60

  • Teatro realista y social: Temas: las injusticias y la falta de libertad. El escenario reproduce la realidad tal como es.
  • Autores: Alfonso Sastre: Muerte en el barrio; Antonio Bueno Vallejo: Un soñador para un pueblo; Lauro Olmo: La camisa.
  • Comedia burguesa: Alfonso Paso.

Años 70

Surge el teatro experimental: no abandona la protesta y la denuncia. Se recurre a símbolos y alegorías para representar la realidad. Tienen gran importancia los recursos sonoros y visuales, así como la expresión corporal. Se incorporan artilugios mecánicos y electrónicos.

  • Autores: Francisco Nieva, Fernando Arrabal y grupos de teatro independiente (Els Joglars, Los Goliardos…).

A partir de 1975

Mejoran las condiciones para el desarrollo del teatro (desaparece la censura, vuelven los autores exiliados, se dan subvenciones…), pero se pierden espectadores. Tendencias: Predomina la vanguardia frente a un teatro realista que trata temas de actualidad (paro, droga, delincuencia…).

  • Autores: Fernando Fernán Gómez (Las bicicletas son para el verano), José Luis Alonso de Santos (Bajarse al moro, La estanquera de Vallecas).

La Literatura Hispanoamericana

La literatura hispanoamericana está formada por la producción literaria de diecinueve naciones. Las circunstancias de cada país y la distancia geográfica que hay entre ellos no impiden que la literatura esté basada en una lengua común – el castellano o español – y en una tradición literaria también común: la de la literatura española, junto con las aportaciones indígenas y criollas peculiares de cada uno de estos países.

El sencillismo fue el primer movimiento que se planteó la ruptura con el modernismo. Frente a la ornamentación modernista, el sencillismo se aproxima a un lenguaje llano, sencillo e incluso coloquial.

Las voces femeninas destacaron entre los seguidores de esta tendencia, por ejemplo, la chilena Gabriela Mistral, la argentina Alfonsina Storni y la uruguaya Juana de Ibarbourou.

El Vanguardismo: Las corrientes vanguardistas en Hispanoamérica presentan interesantes manifestaciones literarias como el creacionismo de Vicente Huidobro, el ultraísmo que introdujo en España Jorge Luis Borges o el surrealismo. El creacionismo no se proponía reflejar o imitar ninguna realidad, sino responder al más gratuito impulso creativo, al más puro gozo de inventar. El ultraísmo se caracteriza por tratar temas relacionados con actividades u objetos propios de la vida moderna, como las máquinas y el deporte. También añadió ciertas innovaciones visuales en la disposición de los versos, recurso que procedía de los caligramas del poeta francés Apollinaire. El surrealismo, cuya huella fue profunda en América, influirá en César Vallejo, Pablo Neruda y Octavio Paz. Estos tres poetas, primero incorporaron a sus obras rasgos vanguardistas y posteriormente rehumanizaron su poesía, cargándola de preocupaciones y temas cercanos al ser humano.

César Vallejo: Los heraldos negros (estética modernista), Trilce (transforma el lenguaje poético, rompe con las formas tradicionales, con la lógica, con la sintaxis), Aparta de mí este cáliz, Poemas humanos.

Pablo Neruda: Premio Nobel de la Literatura. Crepusculario, Veinte poemas de amor y una canción desesperada (amor, pasión y drama), Residencia en la tierra (surrealismo), Tercera residencia (derivará al compromiso político), El canto general (homenaje a América, a su naturaleza y a sus hombres con un marcado tono épico), Odas elementales (más coloquial, canta a cosas tan sencillas como la cebolla…).

Octavio Paz: Libertad bajo palabra, La salamandra y Ladera este. Posvanguardismo.

Siglo XX

  • En los primeros años del siglo XX domina una novela realista que presenta el mundo rural americano en el marco de una naturaleza grandiosa y salvaje.
  • A partir de los años cuarenta, tiene lugar una profunda renovación de la novela en la que influyen las nuevas técnicas narrativas: el monólogo interior, los saltos en el tiempo o la combinación de distintos puntos de vista. Se produce la ruptura con el realismo de la época anterior y surgen distintas tendencias, la más conocida de las cuales es el realismo mágico, que une realidad y fantasía. Destacan las novelas El señor presidente del guatemalteco Miguel Ángel Asturias; El siglo de las luces, del cubano Alejo Carpentier; y Pedro Páramo del mexicano Juan Rulfo.
  • La novela de los años 60 se conoce como el boom de la narrativa hispanoamericana, expresión con la que se alude a su importante difusión internacional y al gran éxito editorial que protagonizó. Los nuevos novelistas continúan en la línea de las innovaciones de la etapa anterior y enriquecen la novela con nuevos recursos. En su mayor parte, los escritores mantienen los rasgos del realismo mágico.
  • Obras destacadas: Conversación en la catedral (Mario Vargas Llosa), Cien años de soledad (Gabriel García Márquez) – real e imaginativo.
  • Después del boom: Alfredo Bryce Echenique e Isabel Allende.

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