Evolución del Teatro Español en el Siglo XX Hasta 1936

Teatro Español Antes de 1936: Tradición e Innovación

Contexto y Condicionantes del Teatro a Principios del Siglo XX

El teatro, a principios del siglo XX, se encontraba fuertemente condicionado por factores comerciales. La representación teatral requería una inversión inicial considerable, que solo se recuperaba si el público asistía a las funciones. Este público, mayoritariamente burgués durante los siglos XIX y XX, no acudía a obras que criticaran su estilo de vida o que presentaran una estética excesivamente novedosa o experimental. Ante esta situación, el autor teatral se veía obligado a elegir entre dos caminos: pactar con el público para asegurar la representación de sus obras o comprometerse con sus ideales o con las minorías, arriesgándose a no ser representado.

Dos Tendencias Teatrales

De esta dicotomía surgen dos tendencias principales:

  1. Teatro Respetuoso con las Normas: Se caracteriza por la dosificación de la crítica, la intrascendencia en los temas y personajes sin excesivas complicaciones.
  2. Teatro Innovador: Tanto desde el punto de vista estético como ideológico, busca romper con las convenciones establecidas.

El Teatro Tradicional

La primera tendencia, el teatro respetuoso con la tradición, se manifiesta en varios géneros:

La Comedia Burguesa

Jacinto Benavente es su máximo exponente. Su teatro se caracteriza por una crítica amable e irónica de las clases elegantes, con un lenguaje estereotipado y una buena construcción teatral. Domina los recursos escénicos y la habilidad en los diálogos. Ejemplos notables son:

  • La noche del sábado
  • Rosas de otoño

Estas obras ofrecen críticas suaves de los convencionalismos y valores de la sociedad burguesa. Destaca especialmente Los intereses creados, una farsa que presenta los vicios y virtudes de la burguesía.

El Teatro en Verso o Teatro Poético

Con toques posrománticos y modernistas, este teatro se caracteriza por su grandilocuencia, ideología tradicionalista y un lenguaje brillante, sonoro y musical. Sus temas son principalmente de carácter histórico. Entre sus principales cultivadores encontramos a:

  • Francisco Villaespesa: La leona de Castilla
  • Eduardo Marquina: Las hijas del Cid, En Flandes se ha puesto el sol

El Teatro Cómico

Este género es una prolongación de los sainetes del siglo XVIII y del género chico de finales del XIX. Se caracteriza por una temática popular y tópica, un humor fácil, personajes típicos y una absoluta carencia de problemática social o personal. Se basa en la presentación de tipos y costumbres populares. Sus autores más representativos son:

  • Los hermanos Álvarez Quintero: Su teatro se identifica con los temas y ambientes de la Andalucía tópica y tradicional, con una visión optimista y risueña de la vida. Obras como Puebla de las mujeres y El genio alegre son ejemplos de su estilo.
  • Carlos Arniches: Conocido por sus sainetes costumbristas ambientados en el Madrid castizo, con influencias del género chico. Destacan obras como El santo de la Isidra y Don Quintín el amargado.

La Corriente Innovadora

Frente al teatro tradicional, surge una corriente innovadora que afecta tanto a los temas, más comprometidos con la realidad y críticos con lo existente, como a las técnicas teatrales. Destacan:

Primeras Tentativas de Renovación

Autores de la Generación del 98, como Azorín y Unamuno, utilizaron el teatro como vehículo para sus ideas. También algunos vanguardistas, como Ramón Gómez de la Serna, experimentaron con nuevas formas teatrales.

Ramón del Valle-Inclán

Constituye una excepción por las características renovadoras de su teatro. Destacan la caracterización de los personajes, el valor de las acotaciones, la creación del esperpento y la crítica a la sociedad burguesa, la política y la milicia. Entre sus obras más importantes se encuentran:

  • Romance de lobos y Cara de Plata: Ambientadas en una Galicia mítica y rural, cargada de violencia y pasiones trágicas.
  • Divinas palabras: Tragicomedia de aldea ambientada en Galicia, en un mundo rural de pasiones elementales.
  • Luces de bohemia: Considerada el primer esperpento, esta obra designa un tipo de teatro basado en la deformación sistemática de la realidad, una sátira deformada.

Federico García Lorca

Su teatro posee características renovadoras en los temas (la frustración, el deseo imposible, el destino trágico), los ambientes (la Andalucía rural, el mundo fantástico), los personajes y el lenguaje (poesía, profundidad, folclore). Algunas de sus obras más destacadas son:

  • Farsas: La zapatera prodigiosa
  • Mariana Pineda: Sobre la heroína que murió ajusticiada en Granada en 1831 por bordar una bandera liberal.
  • Doña Rosita la soltera: Ambientada en la Granada de 1900, trata el tema de la espera inútil del amor por parte de la protagonista.
  • Tragedias andaluzas: Bodas de sangre y Yerma
  • Drama andaluz: La casa de Bernarda Alba

Conclusión

La corriente tradicional continuó durante muchos años después de la Guerra Civil, mientras que la renovadora se vio bruscamente interrumpida y tuvo que esperar nuevas épocas para resurgir.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *