El Teatro Español Antes de 1936: Tradición e Innovación
El teatro que se representó durante el primer tercio del siglo XX ignoró las tendencias experimentales y renovadoras que triunfaban en Europa. Mientras que en novela o en poesía los creadores se empaparon de Modernismo, Parnasianismo, Expresionismo o Ultraísmo, en teatro los dramaturgos se mantuvieron al margen y aquellos que se arriesgaron a desarrollar algunos de estos movimientos literarios obtuvieron el rechazo del público.
El teatro de los primeros treinta años del siglo partió de una dicotomía que se prolongó hasta la Guerra Civil. Esta dicotomía supuso una escisión tajante entre el **teatro que triunfaba** en los escenarios y el **teatro innovador**, que se representó en pocas ocasiones. Los factores que provocaron esta escisión fueron los siguientes:
- El **teatro, como espectáculo**, tenía muy **poca competencia** – no había cine, ni televisión ni fútbol –. El público acudía a las representaciones con una frecuencia periódica. Por ello, las carteleras, que variaban cada diez días, ofrecían dos o tres sesiones de una misma obra.
- El **público** que asistía a las representaciones era **burgués, pertenecía a la clase media alta**. En su mayoría, eran personas de **edad madura** que convertían la representación teatral en un **acto social**. Estos espectadores ejercieron una verdadera tiranía ideológica. Permitían que el autor les hiciera reír, llorar o enfadarse en una comedia, en un drama o en una pieza en la que se criticara levemente algunas de sus costumbres. Pero rechazaban cualquier obra en la que se les desconcertara, en la que se les provocara, se les confundiera o se les preocupara.
- Los **críticos teatrales** se sometieron a los **deseos del público**. Limitaron su función a sancionar a los autores que planteaban innovaciones y a felicitar a los que ponían en escena lo que el espectador quería aplaudir.
- Los teatros españoles de ese momento eran, en su mayoría, privados. Los propietarios de estos locales, los **empresarios**, exigían que los autores respetaran los deseos del público para financiar una representación.
- Los **autores** se plegaron, en su mayoría, a los gustos del público. Unos, como **Jacinto Benavente**, pactaron con él después de fracasar estrepitosamente; otros, como **Carlos Arniches**, introdujeron algunos elementos renovadores.
Tendencias y Características
1. El Teatro Conservador
Este teatro se acomodó a los ideales conservadores burgueses y cosechó clamorosos éxitos en los escenarios. Dentro de él, los escritores cultivaron cuatro tendencias:
– La alta comedia – también denominada **comedia benaventina** porque **Jacinto Benavente** fue su más célebre representante- se caracterizaba por desarrollar unas puestas en **escenas colmadas de lujo y ostentación**. Las piezas, **alejadas** siempre de cualquier **crítica** social, planteaban conflictos familiares entre padres e hijos, maridos y mujeres, etc. El lenguaje de estas comedias adquiere gran calidad literaria puesto que los escritores se esfuerzan por aumentar la **elegancia en sus diálogos**, sin embargo es un teatro de **escasa profundidad psicológica de los personajes y ausencia de crítica**.
A pesar de la ideología conservadora, **Benavente** consiguió renovar la expresión del teatro español. Destacan obras como El nido ajeno, Rosas de otoño, Noche del sábado, La mariposa que voló sobre el mar, y su obra más importante Los intereses creados.
– Teatro en verso, heredero de los dramas románticos, compartió el éxito con la alta comedia. Dramaturgos como **Eduardo Marquina** (1879-1946), autor de Las hijas del Cid y En Flandes se ha puesto el sol, volvieron la espalda a los problemas que nuestro país tenía en esos momentos –problemas que estaban denunciando los autores de la Generación del 98- y utilizaron el **pasado imperial de España como fuente de inspiración**. Otros autores que destacaron dentro de esta tendencia fueron **Francisco Villaespesa** con obras como El alcázar de las perlas y Doña María de Padilla.
– Teatro costumbrista. Los argumentos desarrollaban unas cuantas **situaciones elementales, sin profundidad psicológica y sin ningún atisbo de crítica**. El lenguaje remedaba la **expresión popular**. Destacan los hermanos **Álvarez Quintero** que además de la comedia de costumbres, cultivaron también el sainete –pieza corta, generalmente cómica de personajes y ambientes populares-.
– Teatro cómico. Tenía muchas **semejanzas con el costumbrista** –utiliza **tipos populares, situaciones sociales estereotipadas, lenguaje popular**…-. Destaca **Carlos Arniches** con títulos como El santo de la Isidra, Los milagros del jornal o La venganza de la Petra. Evolucionó hacia el ensayo de un nuevo género denominado **tragedia grotesca**. La tragedia grotesca alterna lo trágico y lo cómico, la apariencia y la autenticidad y ofrece una visión crítica de la realidad nacional. Su obra más importante fue La señorita de Trevélez.
Como una degeneración de teatro cómico surge **el astracán**; en él sólo se busca el disparate y los personajes son caricaturas sin profundidad humana. Sobresale **Muñoz Seca** con La venganza de don Mendo y Los extremeños se tocan.
2. El Teatro Innovador
Frente al teatro que se representaba con éxito en los escenarios se fraguó otro que no obtuvo el aplauso del público, el denominado **innovador**. Este teatro reacciona contra el convencionalismo del teatro realista. El teatro innovador no triunfó por dos razones:
- Los **autores** que intentaron **renovar la escena** española se propusieron, sobre todo, contrarrestar al teatro que triunfaba sobre los escenarios. Sus creaciones eran en muchas ocasiones irrepresentables, por ejemplo, el teatro de **Valle-Inclán**, donde las acotaciones, según los especialistas, pueden ser disfrutadas por el lector, pero no por el espectador.
- El **público** que comprendía estas piezas, generalmente **joven y culto**, era **minoritario**. Ningún empresario se arriesgaba a poner en práctica un proyecto destinado a un público tan escaso.
Los **primeros intentos renovadores** proceden de los hombres de la **Generación del 98**. La teoría más vanguardista fue la de **Miguel de Unamuno**. Creó la estética de la desnudez –que consistía en reducir al mínimo el número de personajes, evitar que las pasiones humanas entraran en conflicto y reducir la ornamentación de la puesta en escena- y la llevó a la práctica en Fedra.
Después llegaría el teatro de **Ramón Mª del Valle-Inclán**. En él podemos diferenciar dos ciclos:
- Mítico. A él pertenecen Las comedias bárbaras (Águila de blasón, Romance de lobos y Cara de plata). Reflejan el **mundo rural gallego** en el que domina la miseria, la muerte y la crueldad, los personajes lujuriosos (nobles, mendigos, tarados). El lenguaje es simbólico y metafórico.
- Esperpéntico. Supone la **ruptura** definitiva del teatro **con el realismo burgués**. El **esperpento** es un género creado por Valle que se basa en la **deformación o caricaturización de personajes y valores** con el fin de denunciar la sociedad española con ironía y sarcasmo. Destacan Luces de Bohemia y la trilogía Martes de Carnaval (Los cuernos de don Friolera, Las galas del difunto y La hija del capitán)
Fuera de esta clasificación están sus **piezas modernistas**: La cabeza del dragón y La marquesa Rosalinda.
Hay que destacar el teatro de la **Generación del 27**, principalmente el de **Federico García Lorca** y el de **Rafael Alberti** con El hombre deshabitado.
**Lorca** fue uno de los pocos innovadores que cosecharon el aplauso del público. Su obra se puede clasificar en tres grupos:
- Teatro menor. Obras de **tono grotesco**: Títeres de cachiporra, Retablillo de don Cristóbal, Amor de don Perlimplín con Belisa en el jardín, La zapatera prodigiosa.
- Teatro experimental o vanguardista. Carácter **surrealista**: El público.
- Teatro mayor. Dramas y tragedias en tres actos, donde los **protagonistas** son **víctimas de un destino ineludible** (Bodas de sangre, Yerma) o los **personajes** sufren el peso de las **normas sociales** (Doña Rosita la soltera, La casa de Bernarda Alba)
Otros autores representativos del este tipo de teatro innovador son: **Miguel Hernández** (Los hijos de la piedra, Teatro de guerra, El labrador de más aire), **Max Aub** (San Juan) y **Alejandro Casona** (Nuestra Natacha, La sirena varada, La dama del alba).