El Teatro Español desde la Guerra Civil: Panorama General
La evolución del teatro español, como la de los géneros narrativo y lírico, estuvo determinada por la Guerra Civil y sus consecuencias. Durante la contienda se desarrollaron distintas orientaciones dramáticas en la zona nacional y en la republicana. A partir de 1939, el panorama escénico quedó marcado por el exilio de autores como Max Aub, Rafael Alberti o Pedro Salinas, y por la desaparición de dramaturgos que murieron durante esos años (García Lorca, Valle-Inclán, Miguel Hernández…).
El Teatro en la Posguerra
En los años de posguerra, la escena española estuvo dominada por un teatro nacional, al servicio de la dictadura. Las dos líneas dramáticas que triunfaban en los escenarios: la comedia burguesa (Benavente, Pemán, Luca de Tena, Calvo Sotelo, López Rubio) y el teatro de humor (Jardiel Poncela, Miguel Mihura) tenían como rasgo común la evasión de la realidad de la época. Mientras, los dramaturgos exiliados (Alberti, Max Aub, Salinas, Alejandro Casona) continuaron su producción fuera de España.
El Auge del Teatro Realista
A finales de los años cuarenta irrumpió el teatro realista, de denuncia de la realidad. El detonante fue el estreno, en 1949, de Historia de una escalera, de Antonio Buero Vallejo, y la tendencia quedó confirmada con la puesta en escena, en 1952, de Escuadra hacia la muerte, de Alfonso Sastre. Otros dramaturgos realistas fueron José Martín Recuerda, Laura Olmo, Carlos Muñiz…
Nuevas Tendencias Teatrales
Desde mediados del siglo XX surgieron orientaciones dramáticas innovadoras tanto en lo formal como en el contenido: en los años cincuenta, el teatro de vanguardia, representado por Fernando Arrabal y Francisco Nieva; en los sesenta, el teatro simbolista (Rubial, Romero Esteo, Riaza, Martínez Mediero…). Todos estos dramaturgos tuvieron graves dificultades para la puesta en escena de sus obras en la España franquista. Estas dramaturgias se vieron influidas por las innovaciones teatrales europeas, especialmente por dos tendencias:
- Teatro del absurdo: Sus representantes, Samuel Beckett, Eugéne Ionesco, Arthur Adamov, tenían en común la conciencia de habitar en un mundo degradado y la necesidad de denunciarlo. El lenguaje, con numerosos coloquialismos, pretendía expresar la crisis de comunicación y el absurdo social en el que se encontraba el ser humano.
- Teatro de la crueldad: Su iniciador, Antonin Artaud, llevó a la escena situaciones crueles que subrayaban la incomunicación, restauró el carácter místico y ritual de los orígenes teatrales, y procuró el contacto directo entre espectáculo y público. La crueldad no solo implica el horror sádico, sino el propósito de reencontrarse con lo que la racionalidad rechaza.
El Teatro Comercial en los Años Sesenta
En los años sesenta, el teatro que verdaderamente triunfaba en los escenarios era un teatro evasivo, heredero de la comedia burguesa (Paso, Armiñán, Salom, Alonso Millán…), totalmente alejado de los experimentos vanguardistas. En los primeros años sesenta, influyó el teatro épico de Bertolt Brecht en el teatro realista, con su hincapié en lo narrativo y en la comunicación con el público. A finales de esa misma década, surgieron los primeros grupos de teatro independiente, muchos de los cuales entraron progresivamente en los circuitos del teatro comercial.
El Teatro Después de 1975
Después de 1975 surgió un teatro neorrealista (Sanchis Sinisterra, Alonso de Santos, Cabal…), que se inclinó por un drama de temas contemporáneos, de estética básicamente realista y de una moderada renovación formal. La instauración de la democracia trajo consigo también la recuperación para la escena española de autores de la calidad de Ramón Mª del Valle-Inclán y Federico García Lorca, que, además, han influido en algunos dramaturgos.
Orientaciones del Teatro durante la Guerra Civil
Durante la contienda continuaron las líneas dramáticas iniciadas en la etapa anterior. El crítico César Oliva distingue las siguientes orientaciones:
- Forma sainetesca, con Arniches a la cabeza, que estrena fuera de España, entre otras obras, El padre Pitillo.
- Comedia burguesa, cultivada por Benavente y sus seguidores: José Mª Pemán (Almoneda) y Alejandro Casona (Prohibido suicidarse en primavera).
- Comedia poética, heredera del teatro de Lorca, con las obras de Alberti (De un momento a otro), de Torrente Ballester (El viaje del joven Tobías) y de Miguel Hernández (Pastor de la muerte).
- Drama testimonial, originado por el clima sociopolítico de la guerra. Sus representantes son Juan Ignacio Luca de Tena, en el bando nacional, y Manuel Azaña, en el republicano.
- Teatro de circunstancias o teatro de urgencia, también en ambas facciones, constituido por piezas breves, cuya finalidad era propagar ideas políticas. Destacan Max Aub y Alberti.