Antonio Buero Vallejo y su Impacto en el Teatro Español de Posguerra
Las Nuevas Formas del Teatro del Siglo XX
Rasgos Comunes
Ruptura con el realismo y la verosimilitud en el texto y la representación.
Mayor importancia del espectáculo sobre el texto literario.
Incorporación de recursos y técnicas de otras artes o disciplinas: circo, cabaret, cine, títeres, liturgia, mítines.
Búsqueda de un cambio en la actitud del público y su papel: interpelar al público, introducirlo en el espectáculo, buscando la improvisación, la fiesta, el happening.
Ruptura con la cuarta pared.
Tendencias
Teatro Simbolista: Busca trascender la realidad con atmósferas sugerentes y poéticas.
Teatro Expresionista: Valle-Inclán. Distorsiona la realidad (interpretación, decorados) para criticarla.
Dadaísmo y Surrealismo: Alfred Jarry. Rompe con las convenciones teatrales introduciendo lo ilógico, lo onírico, lo delirante.
Teatro Pobre: Grotowski. Rechaza el abuso de los recursos escénicos. Prefiere escenarios desnudos que centren la atención en la interpretación.
Teatro Épico: Bertold Brecht, Ópera de tres centavos. Propone parábolas, reflexiones críticas (modelo para el teatro social) aplicando técnicas de distanciamiento: rompe con la cuarta pared, con el hilo argumental, la verosimilitud y las normas del género, apela al público, introduce narradores y música.
Teatro de la Crueldad: Antonin Artaud. Muy ligado a los surrealistas, no escribió más que obras teóricas. Se rebela contra el texto: el teatro es más que literatura, un espectáculo total: sonido, luz, danza. El teatro vuelve a su origen: rito, celebración, fiesta religiosa, con fin catártico. El teatro debe sacudir al espectador, provocarlo, sacarlo de su confortable pasividad.
Teatro del Absurdo: Eugène Ionesco, La cantante calva (1950) y Samuel Beckett, Esperando a Godot (1953). Parte del existencialismo (Sartre, Camus, Kafka) y sus temas: el hombre ha perdido su sentido, el mundo es absurdo, la angustia ante el paso del tiempo, la soledad, la incomunicación. Utilizará modos absurdos para presentar el absurdo de la existencia: situaciones ilógicas trágicas o angustiosas, incoherencias, ambientes insólitos, objetos sorprendentes, elementos grotescos.
El Teatro Español desde la Guerra Civil
Condicionamientos
Comerciales: Dependencia de los empresarios y de la aceptación del público burgués que puede pagar su entrada.
Ideológicos: Limitaciones impuestas por la censura y la autocensura de los autores. La sociedad burguesa, alineada generalmente con la dictadura y el “nacional-catolicismo”. Afán de trivialidad: “Hay que olvidar…”.
Estéticos: Pérdida de los referentes más brillantes por ser incómodos para el régimen: Valle, Lorca.
Exilio
Teatro Político: Rafael Alberti, El adefesio, crítica de la dictadura; Noche de guerra en el museo del Prado, ambientada en la Guerra Civil.
Teatro Realista: Max Aub, San Juan, sobre la persecución de los judíos.
Teatro Existencial: Pedro Salinas.
Teatro Poético o Simbolista: Alejandro Casona, La dama del alba.
Primera Posguerra
Teatro Burgués:
Características: Realismo. Drama de tesis: dentro de la ideología tradicionalista de los vencedores o defensa de valores tradicionales. Crítica amable de costumbres. Influencia de Jacinto Benavente.
Autores: Pemán, Joaquín Calvo Sotelo.
Teatro Cómico:
Características: Argumentos superficiales, comedias de salón: ambiente burgués idealizado. Amable crítica de las “comprensibles” y “veniales” lacras morales de la sociedad. Ingenio, diálogos ágiles, sorprendentes y brillantes. Astracán.
Autores: Jardiel Poncela, Eloísa está debajo del almendro; Miguel Mihura, Cuatro sombreros de copa; Álvaro de Laiglesia, Alfonso Paso.
Teatro Existencial.
Años 50: Teatro Comprometido
Características: Parte del existencialismo (Sartre, Camus, Kafka) y sus temas: el hombre ha perdido su sentido, el mundo es absurdo, la angustia ante el paso del tiempo, la soledad, la incomunicación. La sociedad limita al ser humano o lo deshumaniza con su injusticia.
Sastre, el radicalismo: El arte debe tener una utilidad social: la agitación, posibilitar la toma de conciencia de la población, enfrentarse y denunciar la injusticia.
Buero, el posibilismo: El teatro debe realizar su labor de denuncia, aunque sea a costa de aceptar los condicionamientos de la censura, escribiendo entre líneas.
Temas: La deshumanización burocrática, la esclavitud del trabajador, la angustia del opositor o del ciudadano humilde, la emigración, la brutalidad y la ignorancia de la sociedad, el caciquismo.
Autores: Buero Vallejo, Historia de una escalera (1949); Alfonso Sastre, Escuadra hacia la muerte (1953).
Años 60-70: Teatro Experimental
Características:
A finales de los 60 se acentúa la influencia de la gran renovación del teatro en Europa: teatro épico, teatro del absurdo, teatro de la crueldad, teatro pobre.
Mantiene afanes de denuncia.
Desecha el enfoque realista, prefiere planteamientos simbólicos o alegóricos: la obra es frecuentemente una parábola que debe ser interpretada por el espectador.
Se recurre a la farsa, lo grotesco, lo esperpéntico, lo alucinante, lo onírico, bien arropado por la escenografía, vestuario y atrezzo.
No desdeñan un uso poético del lenguaje.
Recurren a gran variedad de inspiraciones: cabaret, revista, circo, comedia musical.
Reivindican el espectáculo sobre el texto: se le dará más importancia a los recursos extraverbales.
Los grupos independientes abundarán en la adaptación de obras, la improvisación o la creación y representación colegiada de textos, sin autores ni protagonismos.
Autores y grupos de teatro independiente: Francisco Nieva. Fernando Arrabal: Teatro pánico.
Grupos de teatro independiente: Rasgos que se añaden a los anteriormente citados: cooperativas, equipos al margen del teatro comercial que recuerdan el modo de vida itinerante de los cómicos de la legua, hasta los 80. Tienden a abandonar el texto y el autor tradicional para ser ellos los creadores de sus propios textos.
Grupos: Els Joglars, Els Comediants, Tábano, Ditirambo, La Cuadra, TEU, La Cubana, La Fura dels Baus.