Evolución del Teatro Español: De Benavente a Lorca, Pasando por Valle-Inclán

El Teatro Español en el Primer Tercio del Siglo XX: Comercial vs. Renovador

El teatro español del primer tercio del siglo XX se puede dividir en dos tendencias principales: la comercial, que responde al gusto burgués y se impone en los escenarios, y la renovadora e inconformista, cuyos máximos exponentes son Valle-Inclán y García Lorca.

El Teatro Comercial: Benavente y Otros Autores

Entre los autores que cultivan un teatro comercial, destaca Jacinto Benavente (1866-1954). Después del fracaso de El nido ajeno, una obra crítica que examinaba el papel de la mujer en la clase media, Benavente se adaptó al gusto del público. Presentó en escena problemas menos conflictivos, tanto en sus comedias burguesas, como Rosas de otoño, como en sus dramas rurales, como La malquerida (1913).

Otra línea del teatro comercial la constituyen los sainetes, obras cómicas que representaban personajes pintorescos y característicos de determinadas regiones españolas. Los hermanos Álvarez Quintero llevan a escena una Andalucía tópica y llena de salero. Carlos Arniches refleja las costumbres madrileñas en obras como El santo de la Isidra. Su obra más interesante sería La señorita de Trevélez (1916), una tragedia grotesca con personajes caricaturescos y trágicos a la vez, en la que se advertía cierta crítica social.

Para terminar con el teatro que triunfa, hay que mencionar una corriente de teatro en verso, de estilo modernista, que suele tratar temas históricos. Destacó en este género Eduardo Marquina con obras como En Flandes se ha puesto el sol (1910).

Intentos de Renovación Teatral

Frente a este teatro inmovilista y burgués, hay que señalar distintas tentativas renovadoras, que rara vez encontraron acogida en los escenarios. Así, algunas obras de Unamuno, Azorín y Ramón Gómez de la Serna.

Alejandro Casona (1903-1965) ganó el premio «Lope de Vega» con La sirena varada, en 1934. El suyo es un teatro ingenioso, lleno de humor y lirismo. Sus mejores obras son posteriores a la guerra: La dama del alba y La barca sin pescador.

La renovación del teatro cómico se inicia con Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura ya antes de la guerra, pero se desarrolla sobre todo después de esta. Las obras de Poncela se caracterizan por su imaginación sorprendente, su humor y sus personajes con influencia de lo cinematográfico. Destaca Cuatro corazones con freno y marcha atrás. La comedia Tres sombreros de copa, escrita en los años treinta por Mihura, se representa veinte años más tarde. Esta obra de humor disparatado y vanguardista contiene una enorme carga de rebeldía estética y de costumbres.

Ramón María del Valle-Inclán: El Esperpento como Crítica Social

Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936) es, sin duda, el escritor más importante de este periodo. Su teatro destaca por su originalidad, por sus planteamientos radicales, y por la riqueza y expresividad de su lenguaje. En su momento, sus obras se consideraron irrepresentables, solo aptas para la lectura. Valle-Inclán, bohemio y claramente antiburgués, criticó a la sociedad, a la cultura y a la política.

Su inagotable búsqueda artística le llevó desde un inicial modernismo decadente hasta la creación de un género personal: el esperpento. Este es una deformación sistemática de personajes, con la que ofrece una visión crítica de la sociedad española contemporánea. Lo esperpéntico es un reflejo deformado de una realidad deformada, que nos revela el verdadero rostro de la vida española. Los personajes son seres grotescos en un mundo grotesco, semejantes a marionetas ridículas.

Los esperpentos se caracterizan por:

  • El uso de contrastes.
  • La riqueza del lenguaje, muy elaborado y personal, que incluye gran variedad de registros.
  • Los continuos cambios de espacio.
  • Los numerosos personajes (se acerca a la estética del cine).

La obra esperpéntica más importante es Luces de bohemia (1920). También destaca la trilogía Martes de carnaval, formada por La hija del capitán, Don Friolera y Las galas del difunto. Valle-Inclán fue un precursor del moderno teatro crítico.

Federico García Lorca: Poesía y Conflicto en el Teatro

La primera característica de Federico García Lorca (1898-1936) es su esencia poética, no tanto por el uso del verso en algunas de sus obras, sino por la intensa fuerza lírica que emana de ellas. El tema principal de sus obras es el enfrentamiento entre el individuo y la autoridad. El amor, la libertad y el deseo se enfrentan a la tradición y a la realidad. Hay dos planos que frustran la realización vital de los personajes: el metafísico y el social.

  • El maleficio de la mariposa (1919), una obra protagonizada por insectos, resulta un intento fallido.
  • La tragicomedia de Don Cristóbal y la Seña Rosita y el Retablillo de Don Cristóbal tratan temas del matrimonio por interés.
  • También se pueden incluir La zapatera prodigiosa y Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín, que tienen como tema a una mujer joven casada con un hombre viejo.
  • Mariana Pineda (1923), que representa la historia de una heroína ajusticiada por bordar la bandera republicana en la época de Fernando VII, inicia su teatro trágico.
  • El público y Así que pasen cinco años suponen un giro hacia el surrealismo. La primera trata sobre un amor homosexual; un hombre busca el amor completo, pero se encuentra en una sociedad que no admite otras relaciones que las permitidas por la Iglesia o la moral tradicional. La segunda tiene humor, lirismo y una ambientación onírica.

Las obras más importantes de Lorca forman la llamada trilogía rural: Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba.

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