El Ensayo en España: Siglo XX
Grupo del 98
Tras la crisis de fin de siglo producida por el desastre colonial, la regeneración del país se convierte en la obsesión primordial de los autores noventayochistas. Se abordan asuntos filosóficos, históricos y sociológicos. La figura esencial de este ensayo es Miguel de Unamuno con obras como En torno al casticismo o, ya desde un punto de vista más existencial, Del sentimiento trágico de la vida y La agonía del cristianismo. Otros ensayistas del 98 son Ramiro de Maeztu, autor de Defensa de la Hispanidad, así como los otros dos grandes novelistas de esta generación: José Martínez Ruiz, «Azorín» y Pío Baroja.
Novecentismo
El principal ensayista de la también llamada Generación del 14 es José Ortega y Gasset. Catedrático de metafísica, el elemento filosófico es fundamental en sus libros más importantes: España invertebrada y La rebelión de las masas. También abordó la crítica literaria en La deshumanización del arte y cultivó un ensayo de carácter más misceláneo en los ocho volúmenes que componen El espectador. La otra gran figura del 14 es Eugenio d’Ors, líder cultural de la ‘escuela de Barcelona’ o ‘Noucentisme’, que escribió entre 1906 y 1910 sus Glosarios, volúmenes formados por comentarios breves sobre literatura, arte, política y estética. También debemos mencionar a Juan Ramón Jiménez, quien escribió obras de contenido ensayístico entre las que destaca Españoles de tres mundos.
Generación del 27
Los autores del 27 centran su atención en el análisis del proceso de creación literaria. Jorge Guillén escribe Lenguaje y poesía, suerte de poética personal. En cuanto al ensayo histórico-literario, es abordado por Luis Cernuda en Estudios sobre poesía española contemporánea y por Dámaso Alonso en obras como Estudios y ensayos gongorinos.
El ensayo durante la posguerra (años 40 y 50)
El ensayo experimenta un retroceso considerable. Aparte del exilio, el férreo control ideológico de la época, cuyo síntoma más visible es la censura, provoca una escasez de textos dotados de profundidad ideológica o de un mínimo componente de polémica. En los años 40 encontramos a autores que intentan reanudar el contacto con Europa y con otras corrientes de pensamiento, como Pedro Laín Entralgo y Dionisio Ridruejo, fundadores de la revista Escorial. A partir de esta década asistimos a un desarrollo decisivo del ensayo de tipo histórico con autores como Américo Castro o Laín Entralgo. Durante los años 50 se inicia una lenta superación del aislamiento cultural que España había sufrido hasta entonces, así como un gradual acercamiento a los autores que se encontraban en el exilio, como María Zambrano o Francisco Ayala. Se sigue cultivando el ensayo de tipo histórico, donde citaremos a Claudio Sánchez Albornoz y a José Luis Aranguren.
Años 60 y 70
España se abre cada vez más al exterior. Esto provoca un aumento de la cultura en la sociedad, que se traduce en la publicación de nuevas revistas que abrirán sus páginas a un ensayo cada vez más ideológico y comprometido. El régimen franquista comienza a mostrar indicios de agotamiento, lo que permite la aparición de un nuevo tipo de ensayo, más político y reivindicativo, realizado por autores que propugnan un cambio en la sociedad española y que parten de tesis científicas y políticas ligadas al socialismo y al psicoanálisis. Destacan Enrique Tierno Galván, Carlos Castilla del Pino y, dentro de los más puramente literarios, el dramaturgo Alfonso Sastre o Juan Benet.
El ensayo contemporáneo
Los últimos 20 años del siglo se han caracterizado por un debilitamiento de los argumentos políticos y filosóficos y por la ampliación de los temas tratados. El lenguaje se ha vuelto menos ideológico y más creativo y se ha producido un fecundo mestizaje entre ensayo y periodismo, gracias a la aparición de nuevos cauces de expresión como los suplementos culturales de los diarios, las columnas de opinión, etc. En cuanto a los autores, ha aparecido una generación de autores volcados en la reflexión de tipo filosófico, entre los que destacan Eugenio Trías, Fernando Savater o José Antonio Marina. Por último, dentro de una línea más cercana a la creación literaria, han dejado su impronta novelistas y poetas que son al mismo tiempo ensayistas ocasionales: Antonio Muñoz Molina, Francisco Umbral, Luis García Montero, Felipe Benítez Reyes.
Apéndice: El ensayo hispanoamericano en el Siglo XX
Citaremos en este apartado a los dos autores más significativos. El primero es el argentino Jorge Luis Borges, con obras como Inquisiciones o Historia de la eternidad, caracterizadas por su riguroso espíritu crítico y por la capacidad que el autor muestra para conjugar en ellas literatura e inteligencia. El segundo es el poeta y ensayista mexicano Octavio Paz, autor de El arco y la lira, obra en la que ofrece al lector su visión de la literatura, y Los hijos del limo, donde plantea cuestiones relativas a la identidad americana. En 1990 se le concedió el Premio Nobel de Literatura.